Javier Leo / Imagen: Diego S. Villasante. Madrid La epidemia de obesidad infantil en España se ha “estabilizado” en la última década, según se desprende de los resultados preliminares del estudio Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad (Aladino), elaborado con los datos de casi 8.000 escolares de entre 6 y 9 años de toda España y presentado por la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, y el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), Roberto Sabrido. Según el informe, a pesar de la citada “estabilización”, solo un punto por encima a la existente hace una década, el exceso de peso afecta al 45,2 por ciento de los niños y niñas de nuestro país, un dato que está ligado al bajo rendimiento escolar y a la baja autoestima de los menores que lo padecen, según ha apuntado la ministra. Por sexos, los datos son prácticamente iguales en las cifras de sobrepeso (26,3% en niños y 25,9% en niñas), aunque hay más niños con obesidad (22%) que niñas (16,2%).
Alarma “injustificada” por el consumo de pescado azul Al hilo de la importancia de una correcta nutrición, Pajín y Sabrido también han querido aclarar el revuelo levantado ante los posibles perjuicios para la salud de niños y embarazadas del consumo pescado azul, crustáceos, acelgas y espinacas. Sabrido ha aclarado que los consejos emitidos por la Aesan son “una recomendación realizada por la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea que España ha divulgado, sin que haya razón para la alarma”.
En concreto, Sabrido ha explicado que el Gobierno “no prohíbe, pero tampoco recomienda el consumo de pez espada y atún rojo a embarazadas y niños menores de tres años por contener una concentración de mercurio mayor de la recomendable”. Asimismo, ha aconsejado a estos grupos no consumir más de 100 gramos de atún en lata a la semana; reducir el consumo de cabezas de crustáceos por su alto contenido en cadmio; y no incluir acelgas y espinacas (exceso de nitratos) en las dietas de niños menores de un año (que no superen el 20% del total de una comida en cualquier caso), con el fin reducir el riesgo de desarrollar el síndrome del niño azul. |