"En la consulta de Primaria nos sentimos simples prescriptores de fármacos"

La Medicina de Familia se enfrenta a una creciente crisis de desinterés y sobrecarga, especialmente entre los médicos más jóvenes. Las dificultades de la especialidad se han visto acrecentadas en los últimos tiempos por la falta de visibilidad en la Universidad que, unida a su falta de atractivo la sitúa siempre en las últimas elecciones MIR. ¿Cuáles son las causas?

Redacción Médica ha podido hablar con dos médicos de Familia cuyas consultas difieren en kilómetros, pero no en sensaciones, según la experiencia laboral de sus cortas carreras, (ambos acaban de estrenar la treintena y llevan un par de años ejerciendo su profesión en sus respectivos centros, situados en Galicia y en Baleares).

Su testimonio, recogido de forma anónima por decisión bilateral, señala directamente a un contexto universitario "desdibujado" cuando se habla de la Medicina de Familia. "Durante mi formación, nunca recibí una preparación realmente profunda en esta especialidad; nos enseñan a tratar enfermedades, pero no a gestionar una consulta llena de urgencias y demandas que a menudo no tienen que ver con la salud integral del paciente", alerta el profesional de Baleares.

La Medicina de Familia sigue siendo una de las especialidades con menos interés durante el proceso de elección MIR, según se ha podido constatar un año más, siendo la última que ha agotado sus plazas, un hecho que no se daba desde 2019.

La baja demanda de esta especialidad refleja, en gran parte, la desvalorización que sufre entre los futuros médicos. "La realidad del día a día es frustrante: la sobrecarga de trabajo y la falta de recursos hacen que muchos de nosotros nos sintamos como simples prescriptores de fármacos, más que médicos comprometidos con el bienestar de nuestros pacientes", critica el especialista.

En este sentido, la facultativa gallega expresa su descontento argumentando que, en la práctica, la relación con los pacientes "es a menudo superficial, lo que provoca una sensación de insatisfacción y agotamiento". Este desgaste emocional se ve reflejado en la falta de interés por parte de los más jóvenes en la especialidad. "O se dignifica nuestra labor o la Medicina de Familia corre el riesgo de ser vista como una especialidad residual", asegura.

Los responsables sanitarios señalan al unísono que Familia "carece de apoyo institucional y no se reconoce su importancia en el sistema sanitario". "La percepción de que nuestra especialidad se ve como una 'salida fácil' ha calado demasiado hondo, pero la verdad es que estamos sobrepasados, y eso nos hace cuestionar nuestra elección".
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Una problemática multivariable

Para contraponer la experiencia más novel con la más experimentada, enfrentar discursos suele ser la forma más didáctica de analizar el panorama. En declaraciones a este medio, José Manuel Cucalón, médico de Familia en Zaragoza desde hace más de 30 años, defiende que la problemática de los jóvenes dentro de la especialidad es "multivariable".

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"Las expectativas han cambiado... pero es una especialidad que merece la pena"

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"He sido profesor de la universidad durante muchos años y he sido tutor de residentes y puedo decir desde mi experiencia, que hay múltiples causas por las que no se elige la Medicina de Familia en la Universidad", señala en este punto. "Es mucho más complejo. Las expectativas de vida por parte de los médicos han cambiado".

Cucalón se refiere a aspectos como la demanda y la educación social, la demografía o las circunstancias legales y técnicas de la administración. "El propio sistema sanitario en sí ya debería estar más modernizado", reconoce.

"Los que llevamos 40 años trabajando como médicos de familia, seguimos defendiendo que es una de las mejores especialidades que puede haber. Es una especialidad generalista, en donde todo paciente con toda situación clínica va a terminar en tus manos, aunque luego tengas que lidiar con los especialistas, pero es una especialidad que merece la pena y que hay que cuidar", reivindica.

Por su parte, Jesús Francisco Arzúa, como médico residente y presidente de la Asociación MIR España ha querido ver el vaso medio lleno a la hora de hablar de la especialidad en el ámbito universitario "donde estamos avanzando positivamente con muchos centros añadiendo la asignatura desde el principio de la carrera".

"Al final se trata de prestigiar la Medicina de Familia desde la universidad y posteriormente en el mundo laboral para que sea atractiva a los electores, a los estudiantes y a los profesionales", evalúa el presidente de los MIR, en el sentido de defender una profesión marcada también por la fuga de talento. "Los jóvenes buscan mejores condiciones laborales y poder desarrollar su actividad asistencial de la mejor manera posible".