Pide que se limite a ser una herramienta de gestión administrativa y financiera

Cristina Avendaño, señala las diferencias entre las funciones administrativas y científicas y advierte del riesgo de asignar más funciones a los profesionales.
Cristina Avendaño, presidenta de Facme.


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Valtermed sigue despertando dudas entre el colectivo médico. Sumido aún en estudios de validación interna que ayuden a ajustar la exactitud de sus registros, el sistema de registro corporativo, candidato a convertirse en auditor de los acuerdos de financiación, abría la puerta a nuevos desafíos al postularse como la herramienta de información escogida para registrar el nuevo Plan de Terapias Avanzadas, aprobado este viernes ante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).

Esto ha provocado la reacción de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme). Su presidenta, Cristina Avendaño, señala las diferencias entre las funciones administrativas y científicas y advierte del riesgo de asignar más funciones a los profesionales: "Debe distinguirse claramente entre Valtermed y los registros de resultados en salud que generarán conocimiento científico y médico". "Es un error pretender que Valtermed cumpla ambos objetivos”, asegura.

Avendaño recuerda que Valtermed es "un registro de gestión" que es necesario para "hacer efectivos los acuerdos financieros de pago ligado a un resultado o a una duración de tratamiento". Por esta razón, dice, "no debe complicarse más ni pretender que los médicos dediquen tiempo innecesario a ello".


Recogida de datos 


Mientras, la presidenta de Facme también recuerda que los registros de resultados en salud tienen una función diferente: "permiten comparar las distintas estrategias terapéuticas y de diagnóstico y seguimiento". Además de tener otro diseño (de ámbito europeo o internacional), su objetivo es generar nuevo conocimiento y recoger datos que "van mucho más allá" de los fijados en el acuerdo financiero del SNS. "Son válidos para todos los medicamentos implicados en esa enfermedad y también en el resto de las estrategias terapéuticas", destaca Avendaño.

Además, recuerda que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ya ha reconocido que "este tipo de registros de enfermedad tienen que ser gestionados de forma rigurosa e independiente por las sociedades científicas". En este contexto, algunos ejemplos que ha mencionado son los registros de la EBMT en el campo de la Hematología y los registros de medicamentos biológicos que llevan las sociedades de Reumatología o Dermatología.

Valtermed, en revisión


Facme ya presentó en 2023 propuestas de mejora para Valtemerd. Estaban centradas en un sistema más más eficaz a través de un enfoque por patología y no fragmentado medicamento a medicamento. Además, la federación también defendió otorgar al sistema otros recursos más allá de la voluntariedad profesional, como la integración de protocolos farmacoclínicos y de los sistemas de información de las comunidades autónomas.

Valtermed, creado en 2019 bajo el Ministerio de Sanidad, es parte del Eje 1 de la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024‑2028. Su foco está puesto en mejorar el acceso de los pacientes y generar datos evaluables que refuercen las sostenibilidad del SNS, por lo que está diseñado para determinar el valor terapéutico de medicamentos de alto impacto en la práctica clínica real.

En la actualidad, Valtermed se encuentra sometido a una fase de validación tanto interna como externa para comprobar la precisión  y completitud de sus registros. En abril, publicó su primer informe del año sobre el protocolo de uso de un fármaco con CAR-T en adultos con mielanoma múltiple.
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