La jubilación anticipada de los TCAE frena por su precariedad salarial

La jubilación anticipada ya es una realidad. El Real Decreto aprobado a finales de mayo sienta las bases de la retirada adelantada de los profesionales, siempre que se den una serie de criterios de penosidad, toxicidad, peligrosidad o insalubridad. En el texto legal no se aclara si los sanitarios podrán acogerse a esta opción, sin embargo, la introducción de factores como la rotación -típica en el ámbito de salud- y la habitual exposición a agentes químicos hace pensar que sí cuentan con la posibilidad de solicitar este tipo de prejubilación a partir de los 52 años. Una vía que parece destinada a los colectivos que realizan un mayor esfuerzo físico dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS): los tenientes de algún ciclo de Formación Profesional (FP). Sus representantes creen en la posibilidad de dejar de trabajar antes de los 67, pero no bajo los términos que ha establecido el Ministerio de Seguridad Social.

Los técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) son uno de los colectivos que llegan en peor estado al final de su vida laboral. Los problemas musculoesqueléticos se repiten debido a la carga de peso -mover a los pacientes es una de sus funciones-, a los que se une el manejo de productos tóxicos en determinados servicios. Asimismo, su estado físico y mental se ve comprometido por la turnicidad, especialmente cuando trabajan por la noche. No obstante, se prevé que pocos profesionales se acojan a la mencionada prejubilación.

"Los requisitos existentes hacen que pocos puedan solicitarla con garantías de obtenerla", ha indicado la secretaria de organización del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), Isabel Lozano, a Redacción Médica. Y es que la aprobación de la jubilación anticipada pasa por la realización de un análisis técnico del servicio, en el que se analiza el número de bajas que ha habido en los últimos años, la mortalidad o la morbilidad asociada al puesto. A su vez, tampoco debe existir posibilidad de reubicación a una ocupación menos exigente. "Al final, depende mucho de cómo están también tus compañeros", ha continuado. Además, la pérdida retributiva unida a esta posibilidad hace que muchos TCAE prefieren estirar su vida laboral, pese a los problemas de salud.

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"Los requisitos existentes hacen que pocos puedan solicitarla con garantías de obtenerla", ha indicado Lozano

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En este sentido, SAE apuesta por la jubilación parcial anticipada a partir de los 60 años para cualquier sanitario que haya alcanzado los 38 años de cotización. "Que no tengas que demostrar que estás enfermo para finalizar tu vida laboral", ha resaltado Lozano. Además, que no vaya acompañada por recortes en la cantidad monetaria que recibirá al pensionista más adelante. "Esperamos que esta aparezca en el articulado del texto definitivo del Estatuto Marco", ha sentenciado la representante del organismo sindical.

Requisitos para la jubilación anticipada

El texto legal en el que se fundamenta esta 'prejubilación' revela que se podrán pedirla aquellos profesionales que vean deteriorada su salud o esperanza de vida por la profesión que llevan a cabo. Esta situación deberá demostrarse a través de indicadores como mortalidad, siniestralidad, o proporción de bajas en relación con el puesto de trabajo. También se tendrán en cuenta la rotación, la parcialidad, la edad, el sexo, el tamaño de la empresa o la distribución geográfica.

A su vez, el empleado deberá haber cotizado un mínimo de 15 años y no tener la opción de reubicación en una ocupación relacionada y menos dañina para su bienestar que el que ejercía anteriormente. Una serie de factores que analizará la Dirección de Ordenación Profesional de la Seguridad Social, que debe dar una respuesta en un plazo de seis meses máximo. Si es positiva, se aplicará el coeficiente reductor. En cambio, si es negativa, no podrá volver a solicitarla hasta dentro de cuatro años.