Médicos, psicólogos y odontólogos reclaman nuevas medidas al Ministerio de Universidad para resolver sus expedientes

La cara 'B' de sanitarios no homologados: "Tengo que trabajar en limpieza"
Profesionales sanitarios se manifiestan frente al Ministerio de Universidades por una homologación justa.


18 oct. 2022 8:00H
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Las dificultades de los profesionales sanitarios procedentes del extranjero para poder homologar sus títulos se han convertido en un problema compartido para cientos de médicos, psicólogos u odontólogos que desde hace años residen ya en España. Todos aterrizaron con la promesa de que sus expedientes se resolverían en cuestión de seis meses, pero sus proyectos de vida han quedado paralizados por el bloqueo burocrático. Buena parte de ellos se han visto obligados a retornar a sus países. Mientras que los que han decidido quedarse han tenido que buscar trabajos no cualificados con la “esperanza” de poder volver a ejercer en su ocupación real. 

Sus vidas paralelas se han vuelto a encontrar a las puertas del Ministerio de Universidades en una manifestación en la que decenas de sanitarios han reclamado al departamento que dirige Joan Subirats que ponga sobre la mesa medidas para acelerar su acceso al Sistema Nacional de Salud (SNS). Bajo el grito de “no más excusas”, los afectados han relatado las consecuencias de esta demora, acompañados en algunos de los casos por los familiares que les han prestado su apoyo durante todo este proceso.

Blanca Torres es una de las damnificadas por la falta de resolución de las homologaciones. Estudió Psicología en Caracas (Venezuela), donde ejerció durante más de dos décadas de su profesión, antes de abandonar el país con rumbo a España. En mayo de 2020 presentó formalmente su petición para validar su título pero todavía no ha conseguido una respuesta positiva. “Quería venir con toda mi experiencia a ganarme la vida en lo que yo sé hacer. Pero lamentablemente no ha podido ser”, ha explicado en una conversación con Redacción Médica.

El bloqueo le ha llevado durante los últimos años a buscar un hueco en el mercado laboral en actividades “completamente ajenas” a sus estudios  para poder mantenerse, aunque en ningún momento se ha planteado abandonar. “He tenido que trabajar en hotelería, en limpieza o cuidando personas mayores. En diversas actividades que me han permitido subsistir pero no es la idea. Yo quiero continuar mis actividades como psicóloga”, ha asegurado.

De padre español  y madre venezolana, Torres se ha fraguado una vida en el país, al igual que otros miembros de su familia que tuvieron que emigrar a diferentes puntos del planeta. Ahora, ha depositado sus esperanzas en que la presión de las plataformas de migrantes permita allanar el camino para que el Gobierno le permita recuperar su profesión. “Aquí me quedo y aquí sigo”, ha apuntado.

Manifestación de profesionales sanitarios por la homologación a las puertas del Ministerio de Universidades. 


Su situación tiene algunos puntos comunes con los de otros profesionales que, a pesar de haber nacido en España, también atraviesan los mismos problemas por haber optado por estudiar sus carreras fuera de nuestras fronteras. Es el caso de X. G., española de nacimiento, pero que cursó Psicología en la Open University de Reino Unido, donde residía por entonces. En 2015 inició la convalidación pero con un resultado insatisfactorio.

“Mi gran sorpresa fue que tardaron tres años. Y al cabo de este tiempo, han resuelto una equivalencia a un grado genérico de Humanidades, que no me permite acceder al Máster de Psicología General Sanitaria, lo cual es tremendamente ridículo”, ha relatado a este periódico a las puertas del Ministerio de Universidades.

La profesional ha lamentado que a pesar de que sus estudios los realizó en un país que por entonces formaba parte de la Unión Europea no ha podido homologar su título, sino que se le ha sometido a una convalidación asignatura por asignatura. “Es un grado en un país europeo ¿El Plan Bolonia de qué sirve?”, se ha preguntado.

La profesional se ha dedicado en los últimos tres años a ejercer como psicoterapeuta e hipnoterapeuta en el sector privado, ya que tiene formación para ambas funciones que no están regladas en España. Sin embargó, ha notado un fuerte impacto a nivel económico a la hora de tributar sus impuestas y ha visto cerradas las puertas para poder acceder a las administraciones públicas. “Ha sido un poco sorprendente todas estas trabas. No hay lógica ninguna”, ha lamentado.

En ambos casos, su problema podría pegar un giro de 180 grados si finalmente se aprueba en el Congreso de los Diputados la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). El proyecto del Gobierno ha incorporado una nueva disposición final que permitirá acondicionar la Ley General de Salud Pública del año 2011 y eliminar algunos de los requisitos de imposible cumplimiento, tal y como avanzó Redacción Médica.


La vida de una auxiliar de Odontología sobrecualificada


El bloqueo de las homologaciones también ha salpicado de lleno a los profesionales de Odontología que no pueden ejercer en España sin el título y que en su mayoría se tienen que conformar con trabajar como auxiliares mientras esperan una resolución. Luciana Boglione llegó a España con el objetivo de poder encontrar un trabajo de su profesión. Consciente de que la homologación podría retrasarse durante varios meses, se matriculó en el Máster de Prótesis Dental de la Universidad Europea. Pero 5 años y 4 meses después, su expediente sigue en el aire.

Médicos, psicólogos y odontólogos reclaman medidas para solucionar las homologaciones. 


La odontóloga de 29 años ha reconocido que la lucha se ha hecho “muy larga” durante este tiempo, en el que ha tenido que afrontar “otro tipo de trabajos” que no son para los que ha estudiado. Aunque ha podido contar con el apoyo de su familia. “Lo sufren mucho, sobre todo mis padres. No les entra en su cabeza cómo después de haberte formado, haber estado capacitado para hacer un máster, ahora no puedas ejerce”

Durante estos años, Boglione se ha planteado en varias ocasiones retornar a Buenos Aires para poder dedicarse a su pasión. Pero ahora tiene una pareja española con la que comparte profesión y que se debería enfrentar también a un proceso de homologación en el extranjero que les genera “miedo”.  Mientras tanto seguirá peleando como uno de los rostros visibles de la plataforma de compañeros que buscan hacerse oír en el Ministerio de Universidades.

Su realidad es muy similar a la de su compatriota Camila Rodríguez que inició su trámite de homologación en 2018. Cuatro años y medio después, ha recibido una carta del Gobierno en la que se le exige que se examine de seis asignaturas para convalidar sus estudios, pero no se ha convocado oficialmente el examen. “Yo no pido que me regalen nada. Lo único que pido es que se cumpla la ley”, ha subrayado.

Camila Rodríguez (Argentina), odontóloga pendiente de una homologación. 


Rodríguez ha confesado que la vida ha sido “dura” durante los últimos años de bloqueo, en los que se ha planteado “muchísimas veces” volver a Argentina. A las consecuencias económicas de la falta de un título oficial en España, se suma también el efecto en la propia salud mental. “Hay un impacto psicológico y psíquico muy grande en la frustración de que uno no puede ejercer de lo que estudió y de lo que ama hacer”, ha reafirmado. Pero esta realidad no va a impedir que siga protestando para exigir lo que considera un derecho. 

Manifiesto de la protesta por una "homologación justa" de los sanitarios en España. 

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