Pascual Sánchez-Juan, secretario del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología
La investigación para encontrar tratamientos más eficientes para trastornos neurodegenerativos como el
alzhéimer se encuentra en un momento álgido, pero de nada sirve si no hay
un plan nacional para abordar esta enfermedad. Es la principal preocupación que le ha trasladado a
Redacción Médica Pascual Sánchez-Juan, secretario del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo del Día Mundial del Alzhéimer.
En este contexto, reconoce que "hay que cambiar el enfoque" y centrarnos en el
propósito de "retrasar o parar la enfermedad", ya que la cura "es difícil". "Queremos que la gente esté sin síntomas o con un estado funcional totalmente dependiente. Intentar evitar la demencia y retrasar con mínimos síntomas o incluso sin ellos", explica.
Plan de Alzhéimer con foco en la prevención
Para llegar a este objetivo, "sería importante que tuviéramos un Plan de alzhéimer en España", asegura el facultativo, que recuerda que el anterior ya ha caducado, y dentro de él, poner el
foco en la prevención, que es "clave para reducir el impacto" de la enfermedad. "
Hasta un 40 por ciento de las demencias se pueden prevenir simplemente con medidas externas o cambios en los hábitos de vida", afirma. Por otro lado, Sánchez-Juan habla de prevención secundaria en caso de que estos tratamientos funcionan en personas sin síntomas y puedan retrasar el curso de la enfermedad en ellos: "Hay estudios que si retrasamos la aparición de la demencia 5 años, su prevalencia disminuiría a la mitad, lo cual es muchísimo".
En este sentido, el facultativo señala que "a veces se piensa solo en la cura y parece que los tratamientos no tienen valor". En cambio, analiza que "simplemente
retrasar el curso de la enfermedad tendría un impacto tremendo en la salud pública". Por eso, Sánchez-Juan insiste en que lo primordial es la prevención tanto
en Atención Primaria, "evitando factores de riesgo y potenciando factores protectores", y en atención secundaria, "interviniendo en individuos que tienen la patología pero aún no tienen síntomas para retrasar la enfermedad".
Los 3 focos de investigación contra el alzhéimer
Sánchez-Juan, también director del Centro de Alzhéimer Fundación Reina Sofía, explica que los
fármacos anti-amiloide han sido la principal línea de investigación durante años. Sin embargo, puntualiza que ya no se consideran "suficientes" y que los esfuerzos también se están centrando en la
proteína Tau, asociada "con la muerte neuronal, con la atrofia y con los síntomas del paciente". "Entonces hay algunos ensayos clínicos con fármacos que reducen esta proteína y parece que puede tener un efecto disminuyendo el avance de esta patología asociada a la enfermedad de alzhéimer", continúa.
Además, hay
una tercera línea de trabajo en la investigación contra el alzhéimer: la inflamación. Sánchez-Juan afirma que "es un componente clave en la enfermedad" a aparte de las anteriores proteínas mencionadas. En este sentido, el facultativo resume el panorama terapéutico en
dos grandes estrategias: "Sumar tratamientos, intentando tratar no solo un problema sino varios problemas, o empezar muy pronto, yendo a los primeros signos de la enfermedad, donde a lo mejor frenando solamente el depósito de amiloide podemos conseguir resultados".
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