Hospital Universitario de Navarra.
Poder quedarse en casa o hacer la especialidad que quieres son dos factores que influyen en un futuro médico que ha realizado el
examen MIR y tiene que elegir dónde hacer la residencia. Aun así, la calidad de vida del lugar donde se van a pasar
los próximos cuatro o cinco años tiene también un gran peso en esta decisión.
Un estudio realizado por el
Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida (OICV) de la Universidad de Castilla-La Mancha determina que la
Comunidad Foral de Navarra es la región con mayor felicidad social del territorio nacional. Así lo determina el indicador ponderado navarro, empleado como herramienta de medición en la investigación, que se calcula de acuerdo con la media de indicadores como
la satisfacción con la vida, situación económica, laboral, seguridad residencial y situación familiar.
Con Navarra a la cabeza, otras comunidades donde la felicidad social destaca por encima del resto son
La Rioja y
Castilla-La Mancha. Además, la ciudad autonóma de
Ceuta también se encuentra en el top 5.
Ventajas de hacer el MIR en Navarra
Según ha podido conocer
Redacción Médica, hacer la residencia en la Comunidad Foral tiene grandes ventajas. Prueba de ello es la experiencia de dos MIR de cuarto año,
Elia Lecumberri y Pablo Aragón. Ambos se decantaron por el
Hospital Universitario de Navarra (HUN), una decisión que, a día de hoy, no cambiarían por nada.
Aragón, nacido en
La Almunia de Doña Godina, un pueblo de Zaragoza, lo tuvo claro. En tercero de carrera ya sabía que optaría por escoger una especialidad más asistencial y "menos quirúrgica". En cuanto obtuvo la nota del examen MIR, contempló tres opciones: quedarse en Aragón, irse a Navarra o bajar a la Comunidad Valenciana.
Pero hubo algo que desestabilzó la balanza del residente: "
El Servicio de Medicina Interna del HUN es muy potente". Por ello, apostó por su comunidad vecina. "En este hospital tenemos ciertas unidades que son referentes, como la de Hospitalización a Domicilio, la de Ecografía o la de Pacientes Pluripatológicos Complejos, que ha sido acreditada recientemente", añade.
Aunque no fue lo único que motivó a Aragón. "Lo que precipitó mi elección fue el buen ambiente, lo que da
una visión potente del hospital", anota. Algo en lo que coincide Lecumberri: "Los adjuntos se portan muy bien con los residentes".
Buena relación entre el adjunto y el MIR
En su caso, ella eligió especializarse en
Radiodiagnóstico. Originaria de Pamplona, la facultativa optó por quedarse en casa: "Era mi prioridad".
"Escogí rayos porque lo vi como una especialidad muy amplia y vi que no me estaba cerrando a nada", asegura en defensa de su elección tras hacer el MIR. Según explica, "es una especialidad con muchísimas salidas y con una oferta de trabajo tremenda
apesar de la inteligencia artificial (IA)". "Tiene la gran ventaja que no tiene otras de poder teletrabajar", subraya.
Y ya van cuatro años así. Ella los define como "intensos y duros, pero muy bonitos". "Aquí aprendes por el volumen de pacientes y la experiencia, aparte de por el trabajo individual que haces en casa", señala.
Una situación que si se complementa con un buen trato por parte de los médicos con rango superior puede llegar a ser
idónea para completar la residencia: "Los adjuntos invierten parte de su tiempo en explicarnos y en enseñarnos sin importarles tener que llevarse trabajo a casa".
Una dedicación también valorada por Aragón.
"Estamos muy bien supervisados", destaca. Sumado a ello, el residente de Medicina Interna pone en valor la buena comunicación con la dirección del hospital: "Siempre están en pleno contacto con nosotros".
No obstante, menciona que hay situaciones que se deben cambiar, aunque mira hacia
un plano más estatal. "Estamos mejor que en otros sitios del país. Las rotaciones y el calendario se cumplen con las guardias", comenta. Eso sí, él no es "ajeno al
problema de los médicos".
"El problema de las guardias lo tenemos igual. Ni las cotizamos ni las tributamos. Se deben cambiar ciertas cosas, aunque respecto a otras comunidades,
el tema de las guardias lo llevamos bien", detalla.
Una ciudad cómoda y "accesible"
Por otra parte, la ciudad les encanta. "Pamplona es muy accesible y cómoda", opina Aragón. Aunque mejor que Lecumberri, nacida en la capital navarra, no lo sabe nadie:
"Es muy cómoda para el día a día".
Tal y como indica Aragón, "puedes llegar a todos los sitios andando, y el sistema público es muy fuerte". De todas formas, sí que coinciden en una desventaja:
"Está mal comunicada con el resto del país".
"No tiene turismo excesivo y no es de las ciudades más caras, aunque tampoco de las más baratas.
Vives tranquilo y es muy verde", argumenta Lecumberri. Una serie de ventajas que han llevado a la Comunidad Foral a liderar el rankig de la felicidad social de nuestro país.
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