Estudiantes de Medicina.
El
grado en Medicina requiere de un alto nivel de esfuerzo. La carga de temario es elevada y el tiempo limitado, al tener que compaginar la formación teórica con la práctica. Razón por la que los estudiantes requieren de estrategias que les permitan almacenar esta información y poder interconectarla. Un método son
los mapas o gráficos de conocimientos, cuya utilidad para el abordaje del saber facultativo ha sido certificado por un equipo de investigación de la Universidad de Hunan (China), según muestra
un artículo publicado en BMC.
Y es que la mencionada herramienta se fundamenta en la elaboración de
una representación estructurada y visual del conocimiento, que se organiza en contenidos o conceptos. Esta red permite integrar los contenidos fragmentados a través de conexiones semánticas, lo que permite observar como estos se relacionan entre sí. Asimismo, relaciona cada parte con distintos recursos de aprendizaje, como vídeos o evaluaciones.
Para comprobar su efectividad, los científicos de la institución académica del país asiático realizaron un experimento en un curso de Medicina Preventiva. En primer lugar, impartieron las lecciones a un grupo de 36 alumnos bajo el método tradicional. A continuación, aplicaron los mapas de conocimiento en el mismo entorno, pero con diferentes estudiantes. En total,
50 formaron parte del grupo experimental.
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Los mapas de contenidos se fundamentan en la relación de contenidos
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A continuación, los investigadores compararon las calificaciones del curso. Asimismo, valoraron los niveles de aprendizaje y participación en los dos grupos, además de su nivel de satisfacción con la impartición de la formación.
Éxito del método experimental
En primer lugar, los autores del estudio han señalado que la puntuación del grupo que asistió al curso basado en mapas de conocimientos fue mejor que la que consiguieron aquellos que siguieron el método tradicional. En concreto, los primeros obtuvieron 79,96, mientras que los segundos se quedaron en 76,78. De esta forma,
se mejora el rendimiento académico.
A su vez, tras analizar las respuestas dadas por el conjunto de los estudiantes a una serie de cuestionarios y el acceso de estos a la plataforma de aprendizaje del curso, los investigadores han revelado que aquellos que recibieron los contenidos a través de la herramienta novedosa mostraron
un mayor índice de absorción de conocimientos. Además, se intuye un tiempo más prolongado de estudio y, por ende, de compromiso con las lecciones. En este sentido, los alumnos del grupo experimental dedicaron unas 43 horas extra a abordar las nociones impartidas.
Por otro lado, no se descubrieron diferencias en el vigor o la dedicación con las que se llevaron al cabo la formación. En este sentido, los científicos concluyen que este método tiene un impacto principalmente cognitivo, más que emocional.
Alta satisfacción
Por otro lado, los integrantes del grupo experimental mostraron
una gran satisfacción con el nuevo método de aprendizaje, dado que mejoró su forma de acercarse a nuevas materias y captar la nueva información. Un motivo más para incorporar el mapa de conocimientos en las aulas, según los investigadores. Bajo su prisma, esta técnica puede ser un complemento de gran ayuda a los métodos tradicionales.
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