El Trebep y el Estatuto Marco dan 'vía libre' a las Administraciones autonómicas a elegir cuántos niveles fijar

El abogado y expresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, Ricardo De Lorenzo.
El abogado y expresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, Ricardo De Lorenzo.


SE LEE EN 6 minutos
El quinto grado de carrera profesional se abre hueco en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Este año, el último en implementarlo ha sido el Gobierno de Canarias. De hecho, el pasado mes de octubre acabó el plazo para que los profesionales sanitarios estatutarios de la región solicitaran su reconocimiento. No obstante, existe una gran desigualdad en todo el territorio nacional. En muchas comunidades autónomas ni se plantea su formalización, cuando en otras ya se ha implementado o es una reivindicación sindical constante.

Un paralelismo que se debe a dos factores principales. En primer lugar, al económico. En segundo lugar, al de unicidad, ya que cada Administración regional cuenta con una carrera profesional distinta, es decir, para aumentar de nivel, por ejemplo, en unas se necesitan menos años que en otras. 

Eso sí, las 'barreras legales' no son una excusa. Según ha confirmado a Redacción Médica el abogado Ricardo De Lorenzo, "no existe un impedimento legal en la normativa básica estatal" para crear ese quinto grado. "El Trebep (RDL 5/2015) y el Estatuto Marco (Ley 55/2003) no fijan un número máximo de grados en la carrera profesional". De hecho, "al contrario", ya que "ambos textos dejan el diseño concreto del sistema -incluido el número de grados- al desarrollo de cada Administración, dentro de los principios de mérito, capacidad, evaluación objetiva y transparencia".

Un rechazo jurídico al quinto grado profesional "inexistente"


Y es que en algunas regiones se ha llegado justificar la imposibilidad de aumentar los niveles con el Trebep y la falta de dotación presupuestaria "sin que hasta ahora se haya producido un rechazo jurídico experto y definitivo". Ejemplo de ello es que otros Gobiernos lo han formalizado sin ningún problema.

"Las limitaciones invocadas son interpretativas y presupuestarias, pero no jurídicas. Los argumentos basados en el Trebep como 'barrera' responden a una interpretación restrictiva, no a una prohibición normativa", señala De Lorenzo. 

En la práctica, según el abogado, los principales frenos son "el impacto económico del complemento de carrera, la necesidad de cobertura en leyes de presupuestos, y claro está, las decisiones de oportunidad política". "Las comunidades autónomas tienen habilitación suficiente para implantar un quinto grado, pues pueden apoyarse en los artículos 16 y 17 del Trebep y en el artículo 40 del Estatuto Marco. Igualmente, también en sus competencias transferidas en sanidad y ordenación del personal, respaldadas por su normativa autonómica propia, que puede modificarse para ampliar la estructura de la carrera", detalla.
.
Por lo tanto, "la creación de un quinto grado es jurídicamente viable si se cumplen tres condiciones, básicamente que lo fuera mediante un desarrollo normativo autonómico claro, una negociación colectiva en mesa sectorial, y por supuesto, que se pueda contar con una dotación presupuestaria expresa".

Inequidad de desarrollo en el Sistema Nacional de Salud


Pero en las mesas sectoriales es fundamental la labor sindical. Una labor que se basa en reivindicar, fundamentalmente, mejoras en las condiciones laborales de los profesionales que conforman cada Servicio de Salud. Y aquí está la clave, ya que cada Servicio es distinto.

"El Nivel IV de carrera profesional de un enfermero en la Comunidad de Madrid es mayor que el Nivel IV de un médico en el Principado de Asturias", aseguran a este medio fuentes sindicales. Una realidad que pone encima de la mesa la desigualdad territorial que existe en estas cuestiones.

Por ello, "no se ha pedido nunca un quinto grado, por ejemplo, en la capital". "Los criterios que se establecen para cada grado son diferentes en cada comunidad autónoma", añaden.

Además, existen otras situaciones totalmente distintas, como la del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), donde todavía "no se ha vuelto a recuperar el abono de carrera profesional".

Diferentes condiciones de acceso 


Para entenderlo, en Canarias el personal estatutario aspirante al recién quinto grado de carrera profesional debe cumplir cuatro condiciones: cumplir con las situaciones administrativas establecidas, reunir el último día del plazo de presentación de solicitudes 28 años de ejercicio en la profesión principal, presentar la solicitud en tiempo y forma y superar la correspondiente evaluación de los méritos acreditarios.

En la Comunidad de Madrid los requisitos son distintos. Si quieres acceder al Nivel IV de carrera debes haber permanecido 5 años en el Nivel III y llegar a 80 créditos en la evaluación de méritos. Una valoración fundamentada en la actividad asistencial, la formación continuada, la actividad docente, científica e investigadora y la participación y el compromiso. 

Las trabas económicas en sanidad


Sin embargo, el 'quid de la cuestión' está en el Departamento de Hacienda de un Gobierno autonómico, es decir, en lo ecónimico, tal y como afirmaba De Lorenzo. Y es que es la consejería encargada de dotar presupuestariamente la inclusión de un grado de carrera profesional más en un sistema sanitario, aparte de que, como se mencionaba anteriormente, el pago es muy distinto.

En la capital, un licenciado sanitario con un Nivel IV de carrera profesional cobra 15.650 euros anuales de complemento, y un diplomado sanitario, 12.173 euros (a ambos habría que aplicarle la subida del 0,5 por ciento). En el Principado, un sanitario incluido en el subgrupo A1 recibe una cuantía mensual de carrera profesional de 651,84 euros, es decir, 9.125,76 euros si se multiplica por 14 pagas.

El personal facultativo de Euskadi, "la segunda comunidad que mejor paga la carrera profesional", recibe 13.673 euros anuales de carrera profesional si es reconocido como Nivel IV. Los diplomados sanitarios, 9.933 euros.

Aun así, según los sindicatos consultados por este medio, "hay que tener en cuenta la calidad de vida y el coste de la vida de cada territorio". Y es que, en este caso, coinciden, ya que Euskadi y la Comunidad de Madrid son las dos regiones con un mayor coste de medio por hogar.

Por ello, las principales trabas para avanzar en la carrera profesional son económicas. Así, los presupuestos autonómicos son los únicos que pueden 'poner en marcha' un grado más, ya que son los encargados de dotarlo económicamente. 
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.