La enfermedad de Alzheimer se relaciona con el depósito cerebral de beta amiloide                                             
                                        
                                        
                                            El grupo de 
Enfermedades Neurodegenerativas del Instituto de Investigación Valdecilla (Idival), junto con los servicios de Neurología y Medicina Nuclear del 
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), han participado conjuntamente en un 
estudio que llega a describir la frecuencia de los
 depósitos cerebrales de la 
proteína amiloide en personas sanas y con 
deterioro cognitivo a partir de los
 50 años.
Han llegado a participar cerca de
 20.000 pacientes en el estudio, que ha resultado clave para abrir la puerta a conocer al detalle las
 fases presintomáticas de la 
enfermedad de Alzheimer. Por otra parte, su descubrimiento repercute directamente en el diseño de 
futuros ensayos clínicos con
 fármacos antiamiloide. La procedencia de los pacientes estudiados es de 
85 cohortes de diferentes centros de investigación de todo el mundo, además del grupo HUMV-Idival, que forma parte de la iniciativa internacional 
Amyloid Biomarker Study. La investigación, liderada por 
Olin Janssen y 
Willemijn Jansen, de la 
Universidad de Maastricht (Países Bajos), se acaba de publicar en la revista digital 
JAMA Neurology.
La enfermedad de Alzheimer se relaciona con el depósito cerebral de 
beta amiloide y se puede medir utilizando una técnica de neuroimagen conocida como 
PET (Tomografía por Emisión de Positrones) de amiloide, o determinando la 
proteína beta amiloide (Aβ42) en 
líquido cefalorraquídeo (LCR).
	El impacto del amiloide en los pacientes estudiados
Entre el colectivo de personas que 
no presentaban esta demencia, el amiloide aparece en el
 24 por ciento de las personas con 
cognición normal, en el
 27 por ciento de las personas con
 deterioro cognitivo subjetivo y en el 
51 por ciento de las personas con 
deterioro cognitivo leve. Los resultados son parejos tanto si se utiliza PET de amiloide como el Aβ42 del LCR. Pese a ello, cuando se vuelven a calcular los 
puntos de corte basándose en la distribución de las mediciones de los 
biomarcadores observadas en cada cohorte, el Aβ42 de LCR detecta un
 10 por ciento más de casos positivos de 
amiloide que la 
PET, lo que aumenta la prevalencia de los depósitos de amiloide en personas cognitivamente normales a un tercio.
Por otra parte, la 
prevalencia del amiloide aumenta con la edad entre las personas sin demencia. Los investigadores ofrecen el siguiente ejemplo: según las mediciones ajustadas de Aβ42 en el LCR, el 17 por ciento de las personas cognitivamente normales de entre 50 y 54 años tiene indicios de amiloide. A los 70 años, un tercio lo tiene, y a los 95 años, más de la mitad.
Las 
conclusiones a las que llegan los investigadores es que este descubrimiento sugiere que las 
fases muy 
iniciales de la enfermedad de Alzheimer pueden ser
 más frecuentes de lo que se estimaba anteriormente, lo que tiene importantes 
implicaciones para las 
estrategias de diseño y reclutamiento de
 ensayos clínicos con fármacos antiamiloide, y para las políticas de planificación de la atención sanitaria.
                                        
 
                                        
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