Juan Fernando Masa y Olga Mediano.                                             
                                        
                                        
                                            El 
síndrome de hipoventilación obesidad debe tratarse con la presión positiva continua en la vía aérea (
CPAP) como
 tratamiento de 
primera línea, por ser tan eficaz como la ventilación no invasiva y menos compleja y costosa que esta. Así lo desmuestra el primer estudio que 
compara la eficacia de 
ambos tratamientos a largo plazo y que ha sido llevado a cabo por J
uan Fernando Masa y otros investigadores del 'Spanish Sleep Network', impulsado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (
Separ), y que se acaba de publicar en 
The Lancet, una de las revistas científicas más prestigiosas.
La hipoventilación es una 
respiración insuficiente, hasta el punto de que 
no cubre las 
necesidades fisiológicas del organismo de expulsar el 
anhídrido carbónico. Las personas 
obesas pueden padecer este tipo de
 insuficiencia respiratoria con niveles de
 anhídrido carbónico elevado que puede llevar a la 
parada respiratoria y 
muerte. En la literatura médica, se alude a esta situación como 
síndrome de hipoventilación obesidad.
	
		
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					"Quienes sufren el síndrome de hipoventilación obesidad tienen más riesgo de morbilidad cardiovascular y respiratoria" | 
	
Este síndrome de hipoventilación obesidad se define como la combinación de padecer 
obesidad, 
hipercapnia durante la vigilia (una mayor concentración de anhídrido carbónico (CO2) en la sangre arterial respecto a los valores que se consideran normales), y el padecimiento de un 
trastorno respiratorio del sueño en ausencia de otras causas que provoquen la hipoventilación.
Aproximadamente, el 90 por ciento de los pacientes con síndrome de hipoventilación obesidad tienen una apnea obstructiva del sueño concomitante y, además, el 73 por cientopadecen de apnea obstructiva del sueño grave.
“Lo preocupante del síndrome de hipoventilación obesidad es que los pacientes que la sufren tienen
 más riesgo de morbilidad cardiovascular y 
respiratoria que aquellos que tienen una apnea obstructiva del sueño normocápnica, es decir, con correctas concentraciones de anhídrido carbónico en sangre u obesidad normocápnica. Debido a ello, presentan un riesgo aumentado de 
ingresos hospitalarios, de
 utilización de recursos sanitarios y de 
mortalidad”, afirma 
Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del Área de Sueño de Separ.
	Tratamiento actual de este síndrome
“Este síndrome de hipoventilación obesidad se trata habitualmente con 
presión positiva continua en las
 vías respiratorias (produce una especia de burbuja de aire en la faringe que evita su colapso o apnea) o
 ventilación no invasiva durante el sueño (similar a la ventilación artificial que se usa durante la anestesia general)", ha explicado Masa, primer firmante del artículo, neumólogo y miembro del Área de Sueño de Separ. 
"La ventilación no invasiva es 
más compleja y
 costosa que la presión positiva continua en las vías respiratorias, pero podría, hipotéticamente, ser ventajosa porque proporciona 
apoyo ventilatorio con 
mayor facilidad para la e
xpulsión del anhídrido carbónico”, añade Masa. 
Y continúa: “Hasta la fecha no ha habido ensayos a largo plazo que comparen estas modalidades de tratamiento. Por lo tanto, nuestro objetivo, en el nuevo trabajo del 'Spanish Sleep Network', ha sido determinar la 
efectividad comparativa a largo plazo de ambas modalidades de tratamiento".
	Primer estudio comparativo y resultados
El 'Spanish Sleep Network' ha realizado un estudio controlado, aleatorizado y multicéntrico en el que han participado 
16 centros clínicos de España, que ha incluido a
 pacientes de 15 a 80 años con síndrome de hipoventilación por obesidad no tratada y apneas de sueño grave.
	
		
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					"La ventilación no invasiva es más compleja y costosa que la presión positiva continua en las vías respiratoria, pero podría ser ventajosa" | 
	
En total, para este estudio se consiguió 
reclutar a 215 pacientes y, desde el 4 de mayo de 2009 hasta el 25 de marzo de 2013, mediante una 
base de datos electrónica, estos participantes se asignaron a una de las 
dos ramas del estudio: 100 pacientes fueron asignados al azar al grupo de ventilación no invasiva y 115 al grupo de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP), de los cuales 97 pacientes en el grupo de ventilación no invasiva y 107 en el grupo CPAP se incluyeron finalmente en el análisis de los investigadores.
La 
mediana de seguimiento de los pacientes fue de 
5,44 años para todos ellos; 
5,37 años en el grupo de
 CPAP; y
 5,55 en el grupo de
 ventilación no invasiva. El promedio de días de 
hospitalización por paciente y año fue de 
1,63 días en el grupo de CPAP y de 1,44 días en el de 
ventilación no invasiva. Asimismo, el número de hospitalizaciones, visitas a urgencias, ingresos en UCI, eventos cardiovasculares y mortalidad fueron 
similares en ambos grupos.
“Estos resultados implican que en los pacientes estables con síndrome de hipoventilación obesidad y apnea obstructiva del sueño grave, la ventilación no invasiva y la CPAP tienen una similar efectividad a largo plazo. Además, dado que CPAP tiene 
menor complejidad y costes asociados (alrededor de 1.000 euros por paciente y año), la presión positiva continua en la vía aérea podría ser la modalidad de tratamiento de elección en primera línea, hasta que haya más estudios disponibles”, ha destacado Masa de las conclusiones del nuevo estudio                                        
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