Jesús Arzúa y Domingo Sánchez.
La
propuesta del Partido Popular de eliminar las guardias médicas de 24 horas, recogida en su recién aprobada
Ponencia Política, ha sido recibida con escepticismo por parte del colectivo de médicos residentes. Desde la
Asociación MIR España (
AME), consideran que, sin una mejora real en las condiciones laborales y retributivas de los profesionales, el anuncio no pasa de ser una proclama electoralista.
"Somos personas y trabajadores"
“Lo que proponen es un brindis al sol. Supongo que será una proclama electoralista”, señala
Jesús Arzúa, presidente de AME, quien critica que el planteamiento no vaya acompañado de un plan realista para cubrir los turnos asistenciales en servicios ya deficitarios. “Al final, que me expliquen cómo van a cubrir determinados servicios como Ginecología en un hospital donde todo el mes de agosto se cubre entre dos ginecólogos.
¿Van a hacerles estar una noche sí y otra no sin salir del hospital en todo el mes?”, cuestiona.
Desde la asociación recuerdan que cualquier cambio real en los
turnos de guardia debe ir acompañado de una planificación seria que contemple la conciliación, los derechos laborales y la salud mental de los profesionales sanitarios.
“Somos personas y trabajadores”, reivindica Arzúa, en respuesta a lo que considera un planteamiento superficial.
La postura de la OMC
La
Organización Médica Colegial (
OMC), a través de su Sección de Médicos Jóvenes, ya defendió en febrero de 2024 la necesidad de revisar el modelo actual de guardias médicas para mejorar tanto la formación como la calidad asistencial. Subrayaban que los modelos de guardias de 24 horas, concebidos en un contexto de menor demanda asistencial, ya
no son viables en el actual entorno sanitario, donde implican atención continuada y sin descanso en muchas especialidades.
“Estas guardias no solo afectan a la calidad de la atención y a la salud de los médicos, sino que también impactan directamente en el tiempo y en la calidad de la formación de los residentes, lo que impide la conciliación laboral y personal”, sostenía entonces la vocalía. Su representante nacional,
Domingo Antonio Sánchez, recalcaba “la urgencia de adaptar los modelos de jornadas laborales hacia alternativas más cortas, en consonancia con la situación real del sistema sanitario”.
A juicio de Arzúa, el problema no se soluciona con nuevas facultades ni convocando más
plazas MIR si las condiciones laborales siguen deteriorándose. “Si no mejoran las condiciones, y no tienen interés en mejorarlas, vista la dinámica actual, seguirá habiendo fuga de profesionales. Por supuesto que
deben abolir las guardias de 24 horas, tal y como marca la normativa europea,
pero también debemos acercarnos en salarios y otras condiciones laborales a nuestros homólogos europeos”, defiende.
El representante del colectivo
MIR también lamenta que, mientras
no se cubren las plantillas necesarias, muchos médicos están haciendo siete, ocho, nueve o hasta once guardias mensuales, especialmente durante el verano. “A esos médicos les podríamos montar la tienda de campaña en el hospital directamente, para que vayan y vengan cuando a la administración le convenga”, ironiza.
Los MIR, muy críticos
A esta crítica se suma la de
Zacharie Gaziello, médico residente en
Oncología, quien advierte de que la supresión de las guardias de 24 horas podría derivar en un empeoramiento del modelo actual.
“Si es para que nos pongan el doble de turnos de 12 horas, no lo veo”, afirma. “Lo que hay que hacer es pagar la hora de guardia como hora extra. Y no a 11 euros, o 17-18 si eres adjunto”, reclama. Gaziello recalca que muchos residentes logran un sueldo de unos 2.200 euros mensuales a costa de trabajar más de 200 horas.
También
Irene Gutiérrez Apreas, residente en
Radiodiagnóstico, expresa sus dudas:
“Las guardias existen porque es la única manera que tenemos de ganar dinero. Pero 24 horas me parece una animalada. En otros centros ya se trabaja por turnos de 12 horas, con límites mensuales y pago de horas extra. Eso permitiría conciliar mejor”. Apreas denuncia que los residentes están forzados a hacer guardias bajo el eufemismo de ‘hora complementaria’, aunque en la práctica son obligatorias. “Y tampoco nos pagan demasiado bien”, lamenta.
Desde el colectivo MIR insisten en que la abolición de las guardias de 24 horas debe formar parte de una reforma integral que contemple, además de los turnos, la jornada ordinaria, la supervisión, el descanso y la retribución. A la espera de mayores concreciones por parte del Partido Popular, el sector médico joven reclama una estrategia realista y valiente para que la promesa no se quede, una vez más, en el papel.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.