Médicos y farmacéuticos piden ir más allá de lo planteado en el documento y revisar el gasto sanitario en su conjunto

El plan de biosimilares y genéricos "no está por encima de la normativa"
Fernando Carballo, presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España, y Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos


11 oct. 2019 16:00H
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La introducción de una nueva acción en el plan de fomento de genéricos y biosimilares para definir los criterios de intercambiabilidad ha provocado reacciones entre los profesionales sanitarios españoles. Los médicos especialistas consideran que cualquier posicionamiento no afecta a las normativas actuales que impiden introducir un biosimilar sin la intervención del prescriptor. En la misma línea se mueven los farmacéuticos, que afirman que "las propuestas presentadas carecen de rigor necesario que se presupone a un documento de esta trascendencia". 

El documento establece que “se desarrollará y aprobará por la Comisión Permanente de Farmacia un posicionamiento en materia de intercambiabilidad de medicamentos biosimilares” con el objeto de “homogeneizar las distintas actuaciones en el SNS”. Este posicionamiento será aprobado por el Consejo Interterritorial, especifica.


Regular la intercambiabilidad de biosimilares


“Ahí no están hablando de regular la intercambiabilidad como tal, sino de intentar aclarar, definir o posicionarse respecto a unos criterios”, afirma Fernando Carballo, presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme).


Médicos: "No tenemos reservas respecto a que los biosimilares encuentren su nicho de mercado"


“Cuando se habla de posicionamiento, da la sensación de que están hablando de regular la intercambiabilidad como tal; eso exigiría ir más allá del posicionamiento” ya que afectaría a la normativa actual, que prohíbe la sustitución de medicamentos biológicos por parte del farmacéutico.

Facme ya se ha pronunciado anteriormente tanto sobre el borrador del plan como sobre la polémica que surgió el año pasado cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) matizó la Orden SCO/2874/2007 sobre los medicamentos no sustituibles por el farmacéutico.

En una nota, la Aemps destacó que la norma se refería a la oficina de farmacia y que la política de uso de medicamentos en el ámbito hospitalario se fija en las comisiones interdisciplinarias de los hospitales, que regulan el intercambio terapéutico, a lo que Facme se opuso, con el apoyo del Foro de la Profesión.


Paciente informado


“No tenemos reservas respecto a que los biosimilares encuentren su nicho de mercado”, comenta Carballo. Pero matiza que ellos abogan por “que cualquier situación en la que se produzca la sustitución parta de dos conceptos: que el paciente sea informado y que el médico introduzca la sustitución porque lo considera recomendable en términos clínicos o de eficiencia”.

Apunta: “A lo mejor resulta que [el posicionamiento] es fenomenal y estamos todos de acuerdo”. Y también recuerda que los profesionales médicos están pidiendo que los sistemas de prescripción les ayuden “informando de los posibles desabastecimientos”, lo que implicará una mejora en la toma de decisiones por parte del médico.

En todo caso, el presidente de Facme señala que la reclamación que han hecho para participar en documentos como este (al igual que en otros proyectos, como la renovación de la formación sanitaria especializada) no es “por crispación ni por sentirnos frustrados: los profesionales estamos en el día a día y no es que pidamos participar, es que, dado que realmente estamos participando al estar en primera línea, opinamos sobre lo que nos parece mejor”.

Falta de diálogo con el sector


El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, por su parte, critica que "el documento 

Farmacéuticos: "El Plan de acción nace con falta de diálogo con el sector"


aborda de forma pacial una realidad, aplicando de nuevo todas las medidas al gasto público en medicamentos ambulatorios y obviando una revisión del gasto sanitario en su conjunto, con medidas globales". 

Además, considera que el Plan de Acción "nace con falta de diálogo con el sector", y que no tiene en cuenta el "importante impacto que pueden tener las medidas sobre la totalidad de las farmacias y la prestación que ofrecen a los ciudadanos".

Recordando que "ya existen mecanismos automáticos y periódicos de revisión de los precios de los medicamentos como medida de control del gasto público", creen que introducir otros adicionales "deteriorará la calidad de la prestación farmacéutica", generando más desabastecimientos y aumentando la falta de adherencia a los tratamientos".

El Consejo General de Farmacéuticos estudiará en profundidad el documento para remitir sus alegaciones y reivindicará "la necesidad de trabajar en un marco de estabilidad jurídica y económica":  "Es urgente conciliar la sostenibilidad del Sistema con la viabilidad de la Farmacia conun horizonte de certidumbre". 

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