Ángel López en la presentación de su libro 'El paciente de la sierra mecánica'.
“He decidido dejar de hacer guardias (puedo hacerlo) aunque me gustaría seguir”, estas fueron las palabras con las que
Ángel López, médico rural de la Cañada Rosal de
Sevilla, comunicó que después de 36 años, este mes de junio iba a poner fin a sus jornadas de 24 horas. “Aquí hacemos muchas guardias, porque es un pueblo, y al hacer tantas
la cantidad de IRPF que me quitan es de casi un 40 por ciento. Además, la guardia es un trabajo muy penoso”, explica. Y matiza sobre esto último: trabajar de guardia implica trabajar
veinticuatro horas seguidas y de noche. Y en su caso esto era una vez a la semana. Por ello, y a pesar de que es un trabajo que le gusta y del que le ha dado mucha pena despedirse, tras hacer una lista de pros y contras, ha decidio que es momento de poner punto y final a esta etapa.
“He hecho el cálculo de cuántas horas de guardia llevo en mi vida y es el equivalente a seis años completos, esto son
seis años completos de guardia fuera de mi casa”, explica. En este sentido, el tiempo no ha pasado el balde y aguantar este ritmo de trabajo se ha vuelto una tarea difícil. “No me recupero tan bien como antes de la guardia. Esa noche generalmente descanso poco, o
no descanso nada y al final al día siguiente lo utilizas para dormir. Estás un poco despistado, un poco adormiladado, de mal humor… Al final la situación de después de la guardia es de sobrecarga, de malestar, como si hubieras tenido una gripe”, cuenta. “Y eso cada seis días durante más de 30 años”, agrega.
Cómo ha cambiado el médico rural en 30 años
En su caso, la forma de trabajar ha ido cambiando mucho con los años. A finales de los 80, cuando empezó a ejercer, las guardias las hacía en el pueblo y estaba más de una semana de guardia. Pero asegura que eso eran otros tiempos y que esta organización cambió enseguida. “Después se pasó a tener un equipo de guardia donde los médicos de varios pueblos formaban
un equipo de urgencias y cada seis días, de los seis médicos que había, nos dividíamos para estar uno de guardia para tres pueblos, pero no teníamos descanso al día siguiente”, recuerda. Pero esta organización también cambió y se sustituyó por la que hoy está vigente: “Ahora estamos con un saliente de guardia. Trabajo de ocho a tres y a las tres tengo que irme a un pueblo que está a 12 kilómetros de distancia para hacer la guardia y
me quedo allí hasta el día siguiente”.
Un Estatuto propio, la demanda más repetida
Al ser médico rural, debe ser capaz de atender todo tipo de casos: “Aquí no hay equipos de emergencia, ni SAMUR, ni 071 y los hospitales están a media hora. Nosotros somos todas las cosas”, remarca. Por ello, debe saber actuar tanto ante unas convulsiones, como ante un aborto o un paro cardíaco. Sin embargo, para él esto nunca han sido lo más difícil de llevar. "Cuando nos enfrentamos a una emergencia real no nos influye el cansacio porque
se dispara la adrenalina. Lo malo es cuando vienen cosas que no tienen mucha importancia o cuando vienen cosas que el paciente no está muy mal en un principio y tienes que hacer diagnósticos diferenciales entre una enfermedad y otra, aquí es cuando puede haber errores", confiesa. Así, el cansancio, sumado a las condiciones laborales y a la baja retribición de estas horas, ha dedeterminado su deicisón.
"No estamos bien mirados en ese aspecto de la urgencia. Nos pagan menos que una hora normal, cuando estamos fuera de casa, estamos trabajando de madrugada, estamos en unas condiciones no apropiadas... Entonces por mucho que te gusten las cosas y por mucho que lo necesites a veces para complementar tu sueldo, hay veces que tienes que tomar una decisión y a mi ya me están afectando un poco de más", cuenta. Ahora, a tan solo cinco guardias de
empezar a trabajar de 8 a 15 horas, iniste en la necesidad de aprobar mejoras en este aspecto. “Que una guardia de 24 horas en los tiempos que estamos todavía persista, me parece un poco anacrónico. Se está luchando
mucho por los derechos laborales, creo que es momento que a nosotros nos tengan en cuenta con un estatuto propio, o con
un sistema que contemple nuestra situación diferenciada”, concluye.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.