En el Centro de Salud del Polígono Sur, Sevilla, el trabajo de los profesionales va más allá de lo sanitario

Centro de Salud del Polígono Sur, Sevilla


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El Polígono Sur de Sevilla, conocido popularmente como Las Tres Mil Viviendas, es una de las zonas más conocidas mediáticamente y, a la par, desafiantes de la capital andaluza. Nacido en la década de 1960 como un proyecto de vivienda social, con el tiempo se convirtió en sinónimo de pobreza, exclusión y conflictividad. Aquí, en un entorno marcado por el desempleo, el abandono escolar y los problemas de convivencia, el Centro de Salud Polígono Sur se ha convertido en un refugio imprescindible para miles de personas.

Pero este centro de salud no es solo un espacio de atención médica, es también un símbolo de resistencia y vocación. Bajo la dirección de Antonio Montañés, su equipo de profesionales enfrenta diariamente las complejidades del barrio, ofreciendo cuidados, apoyo y acompañamiento a una comunidad que depende de ellos. Aquí, cada consulta es un acto de compromiso y cada visita a domicilio, una prueba de empatía y coraje.

La resiliencia del equipo médico  


Montañés, director del organismo, conoce bien esta realidad. Para él, las peculiaridades del barrio son inseparables de las características de este centro de salud,"un poco peculiar por el barrio donde está ubicado, de transformación social, donde hay niveles de pobreza altos, desempleo y también conflictos a nivel de delincuencia. Pero es verdad que en el barrio también existe una población bastante amplia de personas trabajadoras, que cumplen con sus obligaciones."

Montañés no idealiza la situación, pero tampoco se deja llevar por los estereotipos. Según explica, el Polígono Sur es una comunidad diversa, donde conviven realidades en contraste, y eso se refleja directamente en la dinámica del centro de salud. Desde su llegada a la dirección, uno de sus objetivos fue garantizar la seguridad de su equipo, un desafío constante en un entorno que puede volverse impredecible.

"Aquí tenemos más reforzado el nivel de seguridad para que el profesional pueda trabajar más tranquilo. Desde que cogí la dirección, personalmente, uno de los puntos que quería mejorar era que los profesionales que vinieran aquí a trabajar se encontraran seguros, como si estuvieran en otro centro de salud de un barrio con un poder adquisitivo alto."

Curas a domicilio: una labor en primera línea


Entre esos profesionales está Inma, enfermera del centro, quien llegó con incertidumbre, pero hoy ha encontrado un lugar donde su vocación se enfrenta a realidades complejas. Al hablar de su experiencia, recuerda cómo el miedo inicial fue transformándose en confianza: "Yo vine con mucho miedo, con la esperanza de poder salir de aquí en la primera oportunidad que hubiera. Pero después, una vez que llegas aquí, te das cuenta que el ambiente de trabajo es muy bueno, todos vamos a una, y eso hace mucho. Como enfermeras tenemos que salir a curas a domicilio, y eso para mí era lo más duro."


"La primera vez que tuve que salir a un domicilio en el barrio, me chocó muchísimo. Es como si fuera otro mundo."



Uno de los aspectos más desafiantes para Inma y sus compañeras es la atención domiciliaria, una tarea que las lleva a recorrer las calles del Polígono Sur, entrando en hogares donde las condiciones de vida son muchas veces difíciles.

"La primera vez que tuve que salir a un domicilio en el barrio, tuve la suerte de que fui acompañada por mi jefa. Pero me chocó muchísimo. Es como si fuera otro mundo. Sevilla tiene una línea, y a partir de esa línea entras como en otra zona. Pensé que, al siguiente día, si tenía que ir sola, no iba a ser capaz."

Sin embargo, la experiencia también le ha enseñado que detrás de cada puerta hay personas que necesitan su ayuda y que, en su mayoría, responden con gratitud y respeto: "Ahora voy tranquila. Por regla general, nos tratan súper bien, porque al final tú estás aquí para ayudarlos. Ellos dependen de ti, de que vayas, de que los atiendas. Incluso la gente que te encuentras por la calle sabe que tú vas con tu uniforme, te estás identificando. Nunca he tenido un problema con nadie."

La seguridad: un pilar fundamental


Trabajar en el Centro de Salud Polígono Sur implica enfrentarse a situaciones de riesgo que van más allá de las consultas médicas. El propio Montañés ha sido testigo de cómo los episodios de violencia que afectan al barrio también impactan directamente al centro.

"Periódicamente surgen conflictos de reyerta, de tráfico de drogas y de sustancias estupefacientes que nos afectan. Hay veces que tenemos problemas con ese tema. Cuando ocurre algo, las dos o tres semanas siguientes lo pasamos regular porque en el barrio se genera un poco de miedo y dar cobertura sanitaria muchas veces es costosa."

En noviembre de 2024 tuvo lugar un tiroteo que fue noticia de alcance nacional por su gravedad; las balas traspasaron los límites del barrio y la intervención policial fue de una magnitud pocas veces antes vista. No obstante, incluso en esas circunstancias los sanitarios que aquí trabajan han de salir a realizar su labor, asumiendo los riesgos que ello conlleva.

Inma comparte esa preocupación, y aunque ella no ha vivido directamente los episodios más graves, sí ha experimentado la inseguridad que puede sentirse en el centro; "Hemos vivido situaciones en el centro de agresiones y demás que sí ha intermediado la policía. Lo pasamos mal porque al final nos sentimos indefensos. Nos sentimos indefensos y vemos que al final tenemos que salir a la calle a curar, pase lo que pase. Y aunque tengamos nuestro equipo de seguridad, al final es un riesgo que corremos todos."

Miembros de la seguridad del centro de salud aseguraron a Redacción Médica durante la realización de este reportaje que la ubicación del mismo, más allá de la barriada en la que se encuentra, puede llegar a ser especialmente problemática por estar muy cercano a un punto en el que personas toxicómanas acuden para conseguir la metadona que alivia sus necesidades, con lo que a veces hay grupos de individuos en situación muy conflictiva alrededor del propio centro.

Construyendo confianza


El director del centro también ha apostado por fortalecer la confianza entre el personal sanitario y los pacientes. Un logro reciente ha sido la estabilización de la plantilla médica, algo que Montañés considera crucial para ofrecer una atención más continua y humana.

"Se ha conseguido estabilizar la plantilla. Ahora mismo tenemos un equipo en medicina bastante estable, y eso genera salud, porque el médico fideliza en su cupo. Los pacientes ya conocen a su médico, y eso es fundamental para que haya una buena adherencia a los tratamientos."

Sin embargo, la adherencia a los tratamientos sigue siendo un desafío, algo que Inma también ha podido observar: "Enfermería es donde más vemos esto. Hay gente que viene hoy, pero mañana no, y luego no los vuelves a ver. Pero hay otros que sí cumplen, porque dependen de esos cuidados. Y en general, con los cuidados de enfermería, sí cumplen."
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