Agresiones y amenazas desarticulan la 'mente' de los sanitarios españoles

El detrimento de la salud mental de los sanitarios es uno de los grandes retos de Europa. Médicos y enfermeras reportan índices elevados de depresión y ansiedad en la mayoría de países del continente. Las largas jornadas de trabajo o la falta de empatía en los servicios hospitalarios y de Atención Primaria comprometen el estado psicológico de los profesionales. También lo hace la violencia, mal cada vez más enraizado en el día a día del sector. Una lacra que golpea a España, uno de los países con una mayor incidencia de episodios agresivos.

Según los últimos datos recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el informe sobre salud mental en la Unión Europea, Islandia y Noruega, el 84 por ciento de los médicos y enfermeras españoles encuestados ha estado expuesto a algún caso de violencia. Una proporción que ubica al país entre los 10 más afectados por esta problemática. Le superan Chipre, Polonia, Grecia, Lituania, Letonia, Eslovaquia, Irlanda, Hungría y Croacia. Por su parte, Portugal empata con España.

En el lado contrario de la balanza, los países nórdicos. Y es que el 49 por ciento de los sanitarios daneses ha notificado sucesos de este tipo, seguidos por los noruegos -51 por ciento-, islandeses -57 por ciento- y suecos -64 por ciento-. Todos ellos se encuentran lejos de la media europea, fijada en el 77 por ciento.

España, uno de los países con más agresiones físicas

El estudio de la OMS divide los episodios según el tipo de episodio: bullying, violencia física, acoso sexual, manejo de pacientes agresivos y amenazas. En términos generales, estos dos últimos son los más habituales en el continente europeo.

En el caso de España, el trato con pacientes agresivos es un escenario que ha vivido el 76 por ciento de los profesionales. Por otro lado, el 50 por ciento ha recibido amenazas y el 36 por ciento ha sido víctima de bullying. En menor proporción, el 9 por ciento ha reportado acoso sexual, mientras que el 23 por ciento ha padecido violencia física.

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España es el tercer país de Europa con mayor proporción de casos de agresiones físicas

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Hay que destacar que España es el tercer país de Europa con mayor proporción de casos de agresiones físicas, por detrás de Irlanda y Polonia. También ocupa esta posición en el campo de las amenazas, rebasado únicamente por Grecia y Chipre. Su ubicación es menos prominente en los otros tres supuestos, al encuadrarse más en la media. Eso sí, sus sanitarios se encuentran entre los estados que menos casos de acoso sexual notifica: el 9 por ciento.

Los nórdicos vuelven a repetir en la parte baja de los registros de los cinco sucesos. En cambio, Estonia lidera en bullying; Polonia, en interacciones con pacientes violentos; Irlanda, en agresiones físicas; Finlandia, Croacia y Polonia, en acoso sexual, y Grecia, en amenazas.

Medidas contra las agresiones

Esta clase de situaciones ponen en peligro el funcionamiento de los sistemas sanitarios europeos. Y es que acostumbran a derivar en problemas de salud mental, los cuales pueden llevar a la baja del profesional o incluso a su retirada del sector. Un resultado que se traduce en una mayor presión asistencial para el personal que se mantiene en hospitales y centros de Atención Primaria y, por ende, menos tiempo por paciente y mayor saturación de los servicios, motivo que provoca la irritación de los usuarios e incita comportamientos agresivos.

Desde el ámbito colegial reclaman medidas que alivien la realidad que viven los sistemas sanitarios a nivel de sobrecarga asistencial, pero también actuaciones específicas contra la violencia. La Organización Médica Colegial (OMC) demanda una legislación clara y sentencias similares para estos casos. Solución que se podría alcanzar a través del diseño de una directiva europea que unifique y tipifique estos delitos.

Asimismo, tanto la entidad facultativa como el Consejo General de Enfermería (CGE) abogan por denunciar este tipo de episodios. Una forma de registrar estos sucesos y conseguir más información sobre una problemática que recorre toda Europa.