La nueva convocatoria de Sanidad ha dejado un total de 93 plazas sin cubrir de la especialidad

Familia tilda de "estrategia fallida" la asignación MIR extraordinaria
José Polo y Antonio Fernández Pro-Ledesma.


17 jun. 2022 17:50H
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POR ISABEL MARTÍN | IVÁN FERNÁNDEZ
La convocatoria extraordinaria del Ministerio de Sanidad para cubrir las 217 plazas MIR que quedaron desiertas en la primera convocatoria no ha dado los frutos que se esperaban. En ella se han ofertado un total de 217 plazas y 124 de estas han sido elegidas por los médicos extracomunitarios, dejando un total de 93 plazas sin cubrirTodas ellas pertenecientes a Medicina de Familia. Ante este 'déjà vu', los representantes de esta especialidad han compartido con Redacción Médica su malestar y han admitido que "esto ha demostrado que la oferta de Sanidad para extracomunitarios no era la acertada", explica José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

"Es mucho más fácil y sencillo la propuesta que se hizo en su día, volver a llamar a aquellas personas que quedaron por debajo del corte", manifiesta Polo quien añade que "desde hace bastante tiempo, se dedican a sacar normativas y protocolos sin reunir ni preguntar a los profesionales, algo que se ha convertido en un hábito y podríamos llamar dictadura. Esta estrategia de Sanidad ha sido errónea y deberían modificarla porque rectificar es de sabios".

Un parecer que comparte Antonio Fernández Pro-Ledesma, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quien también recalca a este periódico que "ha ocurrido lo mismo que en la primera convocatoria y esto es la consecuencia de ello. La estrategia de esta convocatoria extraordinaria ha sido fallida. Estamos ante una cuestión orgánica que hay que analizar con muchísima profundidad". 

Además. el presidente de la SEMG advierte que "o se hace una renovación importante o un replanteamiento del futuro de la especialidad de Medicina de Familia relevante, o esto no acaba bien". 

¿Sanidad está a tiempo de recular y paliar esta situación?


Tras el planteamiento de Sanidad de subir el cupo de extracomunitarios para cubrir plazas MIR, Familia ha visto de nuevo que no ha sido la mejor solución tras quedar desiertas 93 plazas de la especialidad. Ante esta situación, Fernández Pro-Ledesma asegura que "no tiene solución y que, a partir de ahora, cualquier cosa que se haga para paliarla saldrá mal porque la situación tiene poco remedio". Una posición de la que solo "se puede extraer enseñanzas para el próximo MIR 2023".


José Polo: "Si a día de hoy hay problemas para cubrir a los profesionales que se jubilan, esto será muchísimo peor dentro de 5 o 10 años"



Sin embargo, en este aspecto ambos representantes difieren. Para Polo, "aún estamos a tiempo de recular y modificar esta estrategia. Siempre se puede hacer llamando a 300 o 400 médicos más que estén por debajo de la nota de corte para intentar solucionar esta situación", como ya se propuso anteriormente. 

¿Cómo afectan las plazas desiertas de Familia a la especialidad?


En este sentido, tras conocer que vuelven a quedar 93 plazas sin cubrir en Familia, el presidente de Semergen considera que "no hay que ver las 93 plazas sin cubrir en esta convocatoria extraordinaria como un simple número, sino como una necesidad lara ante el relevo generacional que se producirá dentro de cinco o 10 años por la jubilación de una cantidad importante de profesionales sanitarios". Esta situación, según Polo, "hay que ir intentando solucionarla porque si a día de hoy hay problemas para cubrir a los profesionales que se jubilan, esto será muchísimo peor dentro de cinco o 10 años".


Antonio Fernández Pro-Ledesma: "Si no cambian las condiciones laborales a mejor, es difícil que la gente se enganche a Medicina de Familia"



Una situación "difícil, con mal número de plazas de Familia, con problemas de reposición de médicos de Familia y con dificultades para dar cobertura a todas las plazas que se están produciendo en esta especialidad", señala Fernández Pro-Ledesma y añade que se trata de "una serie de consecuencias de lo que llevamos diciendo durante años".

En definitiva, Fernández Pro-Ledesma es muy concido: "Si no cambian las condiciones laborales a mejor, es difícil que la gente se enganche a Medicina de Familia".
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