El empleo de broncodilatadores mejora los resultados del estándar de tratamiento

Ultibro Breezhaler es superior a Seretide en EPOC en reducir exacerbaciones
José Miguel Rodríguez González-Moro, Bernardino Alcázar, Marta Lleonart y Bartolomé Celli.


9 jun. 2016 17:00H
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En el marco del foro para el debate de las últimas novedades en Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) ‘Suma Aire’ que Novartis celebra en Granada, la compañía ha presentado los resultados del estudio Flame. Recientemente publicado en el ‘New England Journal of Medicine’ (NEJM), el estudio demuestra la superioridad de Ultibro Breezhaler (indacaterol/bromuro de glicopirronio) frente a Seretide (salmeterol/fluticasona [SFC]) en la reducción de las exacerbaciones de la EPOC.
 
Estos resultados son de gran importancia porque “Flame cambia el modo de tratar a los pacientes con EPOC para prevenir exacerbaciones, ya que es el primer estudio que demuestra que el empleo de broncodilatadores (fármacos que abren la vía respiratoria de los pacientes) es superior al considerado estándar de tratamiento (la combinación de un corticoide inhalado y un broncodilatador)”, señala el neumólogo del Hospital de Alta Resolución de Loja, Bernardino Alcázar Navarrete.
 
La EPOC es una enfermedad de carácter progresivo que dificulta la respiración y cuyos síntomas tienen un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes (actividad limitada, movilidad reducida). Esta patología, que afecta a unos 210 millones de personas en el mundo, constituye la tercera causa de muerte.
 
En Andalucía, “la tasa de mortalidad es superior a la media nacional, con 22 defunciones por cada 100.000 habitantes frente a 18 en el año 2012, con diferencias entre la población andaluza por el nivel socioeconómico”, destaca Alcázar. En España, “más de dos millones de personas padecen EPOC, pero solo uno de cada cuatro lo sabe”, recalca el director de relaciones institucionales de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), José Miguel Rodríguez González-Moro.
 
Para Rodríguez, el impacto sanitario, social y económico de esta enfermedad es muy elevado: “el infradiagnóstico y los tratamientos inadecuados son, sin duda, los aspectos que más impactan en esta enfermedad. La repercusión mayor viene de la mano de la limitación física y social ocasionada por la disnea y el deterioro de la actividad física, además de la aparición de exacerbaciones que ocasionan frecuentemente ingresos hospitalarios. La sociedad sigue desconociendo que la aparición de la EPOC va directamente relacionado con el consumo de cigarrillos.”
 
Prevenir las exacerbaciones es uno de los objetivos principales del tratamiento a largo plazo de los pacientes con EPOC. Dichos episodios tienen un efecto nocivo en la calidad de vida y la progresión de la enfermedad, ya que contribuyen al deterioro de la función pulmonar y, en casos graves, pueden acabar en hospitalización e incluso en muerte.
 
En cuanto a los principales retos que presenta actualmente el abordaje de esta patología, el. González Moro ha remarcado “los derivados de un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, cada vez más personalizado en función de las características clínicas de la enfermedad, además de la adherencia a los tratamientos”, durante la rueda de prensa de presentación del estudio Flame. En esta, han participado los doctores Rodríguez González-Moro y Alcázar, además del profesor de medicina en la Harvard Medical School y director de EPOC del Brigham and Women's Hospital de Boston (Estados Unidos), Bartolomé Celli, y la responsable del departamento Médico de Respiratorio de Novartis, Marta Lleonart.
 
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