Esta exposición acerca las características personales de esta patología al 44º Congreso Nacional de Semergen

"La Travesía de Elena ayuda al médico de Familia a comprender la depresión"
Vicente Gasull, médico de atención primaria en el Departamento 9 de Valencia y coordinador del Grupo de Salud Mental de Semergen.


10 oct. 2022 11:30H
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Con el objetivo de contribuir a visibilizar la depresión, Lundbeck ha llevado al 44º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) “La Travesía de Elena”. Una experiencia virtual que fue creada en 2021 a partir de los más de 500 testimonios de personas que han pasado por esta enfermedad y que muestran en primera persona sus historias, emociones y pensamientos. Estas vivencias compartidas fueron la fuente de inspiración para que la ilustradora Ana Santos creara las 12 ilustraciones que componen esta exposición.

Para conocer de primera mano el vínculo entre Primaria y la depresión, Redacción Médica entrevista a Vicente Gasull, coordinador del Grupo de Salud Mental de Semergen, quien aclara que el 50 por ciento de los pacientes con depresión son detectados por los médicos de Atención Primaria. Una cifra que podría aumentar, según muchos profesionales sanitarios de esta área, si se contara con formación específica en salud mental y se dispusiera de un mayor tiempo medio para cada consulta, que actualmente es de solo 7 minutos. “Esto dificulta que se establezca una buena relación médico-paciente, clave para el diagnóstico precoz y la adherencia al tratamiento en personas que padecen un trastorno depresivo”, detalla Gasull.

¿Por qué han traído la Travesía de Elena al 44º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen)?

Porque los médicos de Atención Primaria somos la puerta de entrada al sistema sanitario y, generalmente, los pacientes no pueden ir al psiquiatra si no pasan antes por el médico de Familia. Además, en muchas ocasiones el paciente no dice directamente los síntomas de depresión y es muy importante que el médico de Primaria conozca cómo se puede manifestar un trastorno depresivo y detectar aquellas pistas que pueden llevar al facultativo a generar un diagnóstico precoz. Es muy frecuente que el paciente lo considere un signo de debilidad y no lo cuenta ni a la familia.

Vicente Gasull, médico de atención primaria en el Departamento 9 de Valencia y coordinador del Grupo de Salud Mental de Semergen.


¿La Travesía de Elena puede ayudar al concienciar al médico de Familia de la importancia de la depresión y el auge que se está viviendo en los jóvenes?

Sí, porque al final la travesía de Elena es un resumen de la opinión de 500 pacientes que han escrito lo que han sentido al tener una depresión y en sus diferentes etapas. Es importante porque si pensamos que la depresión es una enfermedad crónica, no solamente es al inicio sino a lo largo de toda la evolución. Ahí debemos saber cómo va evolucionando el paciente, qué va pensado, cómo puede tener un riesgo de abandono de medicación, qué efectos adversos pueda tener… Todo eso está plasmado de una forma gráfica. De manera que ayuda a la comprensión del trastorno y el médico de Atención Primaria debe saber esto.

¿Puede ayudarle a anticiparse a los problemas?

Efectivamente, o al menos a llevar un plan de seguimiento con arreglo a esos posibles cambios.

¿Qué le diría a un médico de Familia para que se pare a mirar la Travesía de Elena?

Que ahí va a encontrar una explicación muy fácil, comprensible y muy rápida sobre lo que siente el paciente y de por qué hemos de implicarnos y tener una actitud proactiva para el tratamiento de estos pacientes en un problema cada vez más frecuente en nuestra sociedad.

Vicente Gasull.


¿Cómo es el papel del médico de Familia en la detección de la depresión?

El médico de Familia juega un papel crucial. En la depresión es clave una detección precoz, está demostrado que cuanto más tardas en hacer el diagnóstico, las posibilidades de conseguir la remisión del cuadro cada vez son menores. Sabemos que muchas depresiones se manifiestan por síntomas somáticos, que no tienen nada que ver con el humor o los afectos sino con la dificultad para concentrarse o conciliar el sueño. Ante todo eso, el médico de Familia debe tener una actitud proactiva y a través de sus síntomas llegar al diagnóstico lo más precoz posible para que los resultados sean mejores.

Además, la depresión es una enfermedad que exige un tratamiento crónico. Por ejemplo, un primer episodio supone entre 9 y 11 meses de tratamiento. Es muy fácil que el paciente empiece a encontrarse mejor y empiece a recibir mensajes contrarios al tratamiento y decida dejarlo. El médico debe plantearse un seguimiento periódico para valorar efectos adversos que puedan aparecer, si está respondiendo al tratamiento y valorar su adherencia a este.

Entonces, ¿el médico de Familia es el que está desde el principio hasta el final?

Indudablemente. Incluso cuando se llega al final, muchos pacientes sienten que no son como eran antes. Quedan síntomas residuales y si ese paciente deja la medicación, las posibilidades de que recaiga son mayores. El médico debe estar atento para que no se abandone el tratamiento y en caso de que permanezcan estos síntomas, modificarlo para que se acabe consiguiendo la remisión total.

Iván Fernández, redactor de Especialidades, y Vicente Gasull, durante la entrevista con Redacción Médica.

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