El Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares ha puesto en marcha un programa de autocontrol para pacientes anticoagulados, es decir, aquellos que sufren una enfermedad crónica asociada a riesgo de trombosis.
A través de un coagulómetro portátil –un aparato similar al que usan los pacientes diabéticos para realizar el control de la glugemica–, el paciente puede llevar su control analítico y la pauta de tratamiento. A través de controles periódicos se determina si la densidad de la sangre es la correcta para aumentar o disminuir la dosis del anticoagulante.
Según la jefa del Servicio de Hematología del hospital, Montserrat López Rubio, el uso de estos aparatos aumenta la adherencia y reduce el número de complicaciones clínicas, así como el de desplazamientos al centro sanitario y el absentismo laboral.
Los pacientes, además, reciben una formación para registrar los resultados analíticos y las pautas de forma on-line, que son supervisados por los médicos, para realizar un seguimiento completo.
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