Un estudio prospectivo cifra así la contribución de la especialidad a la esperanza de vida



19 sept. 2014 10:46H
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Javier Barbado. Madrid
La contribución a la esperanza de vida de la Cardiología en el periodo comprendido entre 1980 y 2000 es de 3,3 años en mujeres y de 3,8 años en varones (lo que equivales al 53 por ciento del total del aumento de aquélla en esos veinte años y al 63 por ciento, respectivamente) de acuerdo con un estudio prospectivo citado este viernes por el cardiólogo Alfonso Castro Beiras durante una conferencia magistral en el Hospital HM Universitario Montepríncipe de Madrid.

Antonio González, alcalde de Boadilla del Monte; Juan Abarca Cidón, director general de HM Hospitales; y Juan Carlos Domínguez, rector de la Universidad CEU-San Pablo, este jueves en el Pabellón Docente de HM Hospitales en Montepríncipe (Madrid).


El foro, de título III Jornada de Actualización Cardiovascular. Prevención Cardiológica y Vascular: retos presentes y perspectivas de futuro. Visión tradicional. Imagen. Genética, ha sido inaugurado Juan Abarca Cidón, director general de HM Hospitales; Antonio González, alcalde de Boadilla del Monte; Juan Carlos Domínguez, rector de la Universidad CEU-San Pablo; y Francisco Javier Parra, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital HM Universitario San Chinarro y HM Universitario Madrid.

Castro Beiras ha discernido entre los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular tradicionales como, por ejemplo, la nutrición o la provisión de elementos básicos para la vida, y los adquiridos por los hábitos de la vida moderna como el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad. Y ha incidido en que es en estos últimos donde los médicos deben ahora poner el acento en las sociedades desarrolladas, donde crece la expectativa de vida.

Por otra parte, ha insistido en la esperanza de vida como variable que condiciona el estudio y prolongación previsible de la patología cardiovascular y ha revelado que una estimación que abarca los años de 2005 a 2049 prevé una leve caída de la mortalidad por esta causa tanto en hombres como en mujeres de edades comprendidas entre los 25 y los 74 años, y, en cambio, cierta elevación del exitus por enfermedad cardiaca en mayores de esta última edad.

 Juan Carlos Domínguez, Juan Abarca Cidón, Alfonso Castro Beiras, Antonio González y Fco. Javier Parra / Foto: Javier Barbado.


En todo caso, tanto Parra como el propio Castro Beiras han convenido en que, ahora mismo, las alteraciones del corazón constituyen el 47 por ciento de todas las muertes en Europa y se erigen como la primera causa de mortalidad en población adulta.

La obesidad no siempre equivale a riesgo cardiovascular

Castro Beiras ha analizado algunos datos recientes que apuntan a que la obesidad no siempre equivale a enfermedad cardiovascular o, en todo caso, la relación no está clara del todo (o no tanto como se cree).

En la inauguración del foro, el rector de la Universidad CEU-San Pablo ha apuntado que la enfermedad cardiovascular constituye una de las primeras causas de muerte del mundo y se ha referido a las nuevas tecnologías como una valiosa innovación para prevenirlas.

Por su parte, Francisco Javier Parra se ha referido a la aterosclerosis como la "crónica de una muerte anunciada" en términos cardiológicos si no se toman medidas de prevención y tratamiento. Y ha anunciado que la jornada monográfica organizada por el centro ha reunido a relevantes especialistas para glosar los últimos conocimientos del ramo y potenciar el cariz preventivo de la enfermedad cardiovascular.

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