Francisco Blanco y Laura García.
El día previo a su primera
guardia de 24 horas,
Francisco Blanco, R1 de
Dermatología, intentaba evitar, de cualquier manera, centrar sus pensamientos en ella. "Me quitaba el sueño", ha reconocido. Sin embargo, tras concluir con la jornada, este futuro especialista ha indicado que ha sido
una experiencia "muy dura" porque "no paraba" de atender pacientes, pero también
muy reconfortante y didáctica. "He aprendido muchísimo", ha detallado.
Esta semana ha sido la primera
guardia de 24 horas de Blanco, y ha transcurrido en el Servicio de Urgencias. El día de antes, este periódico se puso en contacto con él para conocer cómo se sentía los momentos previos a vivir una experiencia tan intensa como esta. "A nivel mental
tengo un poco de miedo. Voy haciéndome la idea, pero me preocupa esa incertidumbre de no saber si me haré con el sistema operativo del hospital y, sobre todo, tengo terror a que
se me escape algo grave del paciente y no sea capaz de detectarlo", aclaraba en su momento.
Pero esos nervios se esfumaron cuando comenzó a atender pacientes. Eso sí, no se esperaba, para nada, el nivel de volumen de trabajo al que se enfrentó. "Me habían dicho que en mi hospital no iba a ser para tanto, pero
fue un día muy intenso y no paramos en ningún momento. Incluso algunos adjuntos me dijeron que no era lo normal", ha subrayado.
Primera guardia de 24 horas de un MIR
Por suerte, Blanco estuvo
acompañado en todo momento de una médica adjunta que le resolvía todas las dudas con mucha paciencia y le dejaba participar asiduamente. "La verdad es que he aprendido muchísimo, sobre todo de t
ema fármacos y sus dosis", ha recalcado.
De hecho, este futuro especialista sentía angustia por las posibles dificultades de patologías que se iría encontrando a medida que avanzara la guardia. Pero, tras terminarla, reconoce que podría haber manejado "solo" la mayoría de patologías que vio. "Es cierto que luego me puse más nervioso por el
tema de la rapidez con los pacientes, porque no podía estudiar ni analizar profundamente los casos. Pero, como estaba con la supervisión de una adjunta en todo momento,
pues fue muy bien", ha aclarado.
La barrera idiomática médico-paciente
Uno de los aspectos que más le ha sorprendido de su paso por Urgencias es la
"
barrera idiomática"
con algunos pacientes. "A veces
me impedía resolver bien los casos, o incluso entenderles. Les preguntabas cosas, te las afirmaban, pero lo hacían porque no sabían a qué te referías. Eso dificultaba estudiar el caso, la cronología y, claramente, los síntomas. Pero bueno, al final
vas interpretando por sus caras de dolor y por los propios signos que te da la persona", ha narrado.
Durante la guardia, Blanco consiguió descansar unas cinco horas y, al volver a casa, ha preferido mantenerse despierto y aprovechar el día. Eso sí, reconoce que empieza a sentir cansancio, aunque, por ahora, lo aguanta bien.
Primera guardia de 24 horas en Maternidad
Quien también acaba de terminar su primera guardia ha sido
Laura García, R1 de Pediatría. Ella ha tenido más suerte y no ha tenido que hacer esta primera
jornada en Urgencias, sino que
le ha tocado en área de Maternidad. "Ha ido bastante bien", ha reconocido.
García, al igual que Blanco, tenía "un poco" de miedo a la guardia los días previos a realizarla, ya que hacía "muchos meses" que no tenía un contacto directo con la Medicina. Por suerte, estuvo acompañada constantemente de un R2 que le ayudaba y aconsejaba en todo momento. "No tuvimos que atender a ningún paciente de gravedad", ha subrayado aliviada.
Sorpresas en las guardias de 24 horas
Sobre lo que más le ha sorprendido de una guardia de 24 horas, García lo tiene claro: la capacidad de atender a personas cuando te estás "
muriendo del sueño por dentro". "Fue un sentimiento muy raro. En un primer momento creía que no sería capaz de lograrlo, pero, al final, sí que puedes con todo,
aunque estés cansada por dentro" ha aclarado.
Con el paso del tiempo en el hospital, la cantidad de pacientes que llegaban a la Maternidad fue disminuyendo y García
pudo descansar unas horas. Gracias a ello, tras salir del centro, llegó a su casa y
pudo ir al gimnasio y disfrutar del día. "Tengo algunas amigas que estuvieron en Urgencias que no pudieron dormir y, por tanto, al llegar a sus domicilios cayeron rendidas en la cama", ha indicado.
En unas semanas, esta médica volverá a enfrentarse a otra jornada de 24 horas, pero esta vez en Urgencias. "La verdad es que sí que estoy un poco más preocupada porque creo que este Servicio es algo
más complicado y demandante. Pero bueno, si tengo alguna duda siempre tendré a mi disposición a un adjunto que me ayude", ha concluido.
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