Alberto Romero, director territorial del INGESA en Melilla.
El
Área de Salud de Melilla ha sido la primera en cubrir el 100 % de sus plazas
MIR en la convocatoria de 2025. La ciudad autónoma ha pasado de ofrecer
tres a cinco puestos de formación sanitaria especializada, todos ellos en
Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), y ha logrado cubrirlos en su totalidad, un hito que su responsable sanitario atribuye a un conjunto de factores estratégicos, organizativos y diferenciales.
Según explica a Redacción Médica el director territorial del
INGESA en Melilla,
Alberto Romero, “una de las acciones que ha tenido mayor impacto ha sido la participación de la unidad docente en la
jornada PostMIR organizada por
CTO en Madrid”. Fue la primera vez que Melilla se presentó formalmente como comunidad docente, y se hizo “mucho hincapié en las
condiciones económicas y en las ventajas de hacer la especialidad aquí”, señala. “Las personas que han elegido la especialidad no tienen una vinculación directa con la ciudad autónoma, lo que demuestra que ese impacto ha sido importante”, añade.
La procedencia de los nuevos residentes confirma esa diversidad: la mayoría vienen de
Andalucía, especialmente de provincias como
Almería, Málaga y Sevilla, aunque también hay presencia de Melilla.
Más tutores, más plazas y más compromiso docente
Romero destaca que el incremento de plazas se ha podido asumir gracias a la propia
evolución del sistema formativo local. “Siempre hemos entendido que el caladero de profesionales tenía que generarse aquí mismo, con formación en la ciudad”, afirma. Para ello, se ha reforzado el compromiso de médicos de Familia como docentes y tutores, ampliando la capacidad de la unidad.
“Estamos en pleno
tránsito generacional, con jubilaciones cercanas y nuevas incorporaciones que ya traen la formación
MIR, lo que permite contar con profesionales en una edad media muy propicia para la docencia. Hay más interés en ser tutores, y eso nos ha hecho incrementar la potencia de la unidad docente”, explica.
A este refuerzo humano se suma también la infraestructura, con varios centros de salud acreditados como docentes y la apertura de nuevos espacios en el
futuro Hospital Universitario de Melilla. Esta combinación ha permitido no solo asumir más residentes, sino también
mejorar la calidad de su formación.
"Protagonistas de su aprendizaje"
Sobre los factores que hacen atractiva la ciudad como destino
MIR, Romero es claro: “En estos momentos, Medicina de Familia es la única especialidad médica que se forma aquí. Eso convierte a los residentes en
protagonistas de su aprendizaje: en cualquier servicio por el que roten, son los únicos en formación”. A este aspecto académico se suma el componente económico. “Melilla es un destino rentable para el residente, con retribuciones superiores a la península y
ventajas fiscales en el IRPF que la hacen aún más atractiva”.
Además, el
entorno geográfico y social también juega a favor. “Es una ciudad pequeña, con buen clima, playa, buena comunicación con Andalucía y Madrid, y un entorno muy familiar, tanto en el trato como en la formación. Eso también se valora”, indica. De hecho, Romero recuerda que en las jornadas del Metropolitano de Madrid varios profesionales se sorprendieron al conocer las condiciones laborales y de vida en Melilla, ya que muchas eran
“bastante desconocidas”.
Un nuevo hospital en Melilla
Los residentes desarrollan su formación tanto en los centros de salud como en el
Hospital Comarcal, pero este modelo está en proceso de transformación. “Hoy mismo hemos inaugurado la primera fase del
nuevo Hospital Universitario de Melilla. Es un hospital con tecnología de última generación, que incluye cirugía robótica, resonancia magnética, sala de hemodinámica etc. Toda esta dotación permitirá ampliar la cartera de servicios y ofrecer una
formación mucho más completa”, detalla.
En este contexto, el Área de Salud está trabajando en la creación de una unidad docente hospitalaria para
formar especialistas en otras ramas. “Queremos que aquí también se formen médicos de
Medicina Interna,
Cirugía General, Ginecología y Farmacia. Estamos desarrollando toda la documentación necesaria para conseguir su acreditación, aunque es un proceso complejo y con muchas exigencias técnicas y científicas”, señala Romero.
Aunque estas nuevas acreditaciones no llegarán hasta, previsiblemente, 2027, el horizonte ya está trazado.
“Va a cambiar el paradigma: más ciencia, más tecnología, unidades de investigación nuevas. Va a ser un foco de atracción para nuevos profesionales”, asegura. También prevé un ambiente formativo más dinámico. “Con más residentes, el propio ambiente entre ellos será más rico, más joven, más activo”.
Consolidar el crecimiento antes de seguir ampliando
De cara a futuras convocatorias, la intención es consolidar primero las cinco plazas de
Medicina Familiar. “Queremos que funcionen bien antes de plantear nuevas ampliaciones. Nuestra idea es
ser autosuficientes, formar aquí a los profesionales que irán cubriendo las jubilaciones que vienen”, apunta. En este sentido, recuerda que el incremento de tres a cinco plazas ha supuesto “casi un 50 % más de capacidad”, y considera prudente evaluar los resultados de esta ampliación antes de nuevos pasos.
Mientras tanto,
Melilla ya ha demostrado que
puede competir en igualdad de condiciones con otros destinos tradicionales del
MIR. Lo ha hecho con argumentos concretos: visibilidad, compromiso docente, entorno favorable y, sobre todo, una apuesta decidida por crecer desde dentro.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.