Estudiantes en la biblioteca.
Los nervios empiezan a ganar protagonismo en la rutina de los médicos que se presentan al
MIR a medida que se acerca la fecha del examen, el
24 de enero. Y también es frecuente que conforme avanza el calendario, muchos estudiantes se encomienden a trucos o “fórmulas mágicas” para
ganar muchas netas de la noche a la mañana, pero el verdadero secreto para ganar netas es otro:
“Mantener la calma en esta fase de la preparación da netas”, afirma
José Curbelo, médico internista y experto en MIR. Explica que todo el mundo empieza a ponerse nervioso en el momento en el que se publican los listados, pero que
“mantener la mente fría es una ventaja competitiva”.
Una de las preocupaciones generales cuando se llega a
la fase final de preparación es si se puede subir de puntuación, algo que Curbelo considera posible: “Del último simulacro al propio MIR, si fuesen igual de fáciles o difíciles,
la mayoría de la gente oscila entre subidas y bajadas de 15 netas, lo que se conoce como la variabilidad individual”, comenta el docente. Además, señala que hay casos, aunque sean pocos, de gente que sube o baja 40 netas. “¿Cómo se puede bajar 40 netas? Pues liándola en el final del trayecto.
No olvidas la Medicina en cuanto entras en el aula a hacer el examen, simplemente los nervios juegan una mala pasada y te impiden ver entre las preguntas cómo o dónde está la respuesta a cada caso clínico”, expone.
La calma, el secreto para subir netas
Aunque la posibilidad de bajar netas en el MIR está ahí, también existe la posibilidad de subirlas. Pero, tal y como dice el médico internista, no hay un truco o una receta mágica,
el secreto para conseguirlo está en uno mismo: “Manteniendo la calma, confiando en uno mismo, hay que tener un cierto pasotismo en esa última fase. Decir, para lo que me queda aquí, pues voy a echar los restos, y con esa filosofía y actitud positiva de repente, pues las preguntas son hackeadas y la verdad está delante de tus ojos”, dice el experto. Añade que
lo más importante es no distraerse en el presente y poner el foco en el
día del MIR.
Sobre los simulacros, destaca que tienen la función de
entrenar de cara a la prueba, pero que no es “una liga”, en el sentido de que no se acumulan puntos y el resultado del examen es el que cuenta al final. “Ese día, si has trabajado, has confiado y utilizas tu equilibrio emocional y tu sentido común, todo puede cristalizar, porque
ese día todo es posible”, comenta Curbelo. La clave para esta fase de preparación, según señala el experto en MIR, es tener “una actitud robótica”, siguiendo los mismos pasos cada día para preparar el examen sin que la ansiedad se interponga. Como punto final, subraya la importancia de recompensarse:
“Prémiate por haber seguido ahí, por seguir empujando, por levantarte cada lunes y seguir avanzando semana a semana”, concluye.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.