La "catastrófica" PAU no frena a futuros médicos: "La vocación, la tengo"

Distinto año, pero las mismas sensaciones. Matemáticas vuelve a ser considerada la asignatura "más difícil" de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Lo corroboran los propios estudiantes a las puertas de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en la Universidad Politécnica de Madrid, una de las sedes que ha acogido esta prueba. Cabizbajos y sin apenas sonreír -incluso con lágrimas en los ojos-, muchos de ellos se han negado con la cabeza a contestar las preguntas de Redacción Médica; ahora solo quieren olvidar este 'mal trago' y esperar los resultados. Otros, en cambio, reconocen tener las mismas sensaciones agridulces que sus compañeros, pero confían lo suficiente en sí mismos para creer que todo saldrá bien y que conseguirán hacer realidad el sueño por el que llevan tantos años luchando: entrar a Medicina.

El ambiente previo al examen de Matemáticas era agradable. Risas, abrazos y conversaciones ultimando los planes sobre cómo celebrarán el fin de exámenes. Pero ese 'mood' ha cambiado completamente a las 11 horas, momento en que las puertas de las aulas se han abierto y las caras de los aspirantes a Medicina no han dejado hueco a la imaginación. "Ha sido catastrófico", ha subrayado Celia Sánchez, alumna del I.E.S Las Musas, quien desde niña siempre ha tenido claro que quería convertirse en médico.

Vocación por la Medicina en la PAU

A su lado, Natalia Pescador, quien comparte la misma opinión que su compañera sobre la dificultad del examen. En su caso, la vocación por este sector llegó más tarde, y fue durante un proyecto en el que participó junto a su instituto. "Era sobre el Alzhéimer y los biomarcadores en proteínas. Me pareció una forma muy bonita de ayudar a la gente. Además, a parte de la investigación, también me llama mucho la atención la parte paliativa y el trato con el paciente", ha aclarado.

Para conseguir estos objetivos deben obtener una nota media en la PAU y en Bachillerato prácticamente perfectas, si quieren, claro está, tener alguna opción de entrar en una pública. Pero, ¿qué ocurrirá si no lo consiguen? ¿Tienen algún plan b establecido? Aunque Lucas Álvarez tiene la esperanza de optar a una de esas plazas en la pública, tiene claro que, si no lo logra, hará el primer año en una privada. "Conseguiré entrar en Medicina sea como sea", ha recalcado.

Vías para entrar a Medicina tras la PAU

Elena Lozano, en cambio, descarta entrar al grado por una privada. De hecho, lo más seguro -si no le llega la nota- es que haga el primer año en otra carrera sanitaria, como Biomedicina o Enfermería, para que le convaliden las asignaturas y luego poder ‘dar el salto’ a Medicina. "Aunque quizás me encanta alguna de esas y decido quedarme", ha advertido entre risas.

A pesar de que el examen de Matemáticas ha sido difícil, todos los entrevistados de este reportaje han coincidido en un punto: creen tener las actitudes y aptitudes necesarias para superar un grado tan extenso y complicado como es Medicina. "Es verdad que el tema de memorizar igual se me complica, porque me gustan mucho más la Física y las Matemáticas, pero todo el tema de tratar con el paciente y la vocación por la profesión la tengo. Estoy segura de que lo lograré", ha resaltado Sánchez. 

La manera en la que celebran los aspirantes de Medicina el fin de exámenes de la PAU puede recordar -con sus muchos matices- a cómo lo hacen los médicos que terminan el examen MIR. Y es que muchos de estos alumnos disfrutarán de una merecida recompensa por su esfuerzo viajando fuera de España. "Me iré a Ecuador de viaje de fin de curso con algunos amigos", ha reconocido Lozano. No obstante, no todos podrán viajar a otro país, pero lo que sí está claro es que lo celebrarán de igual manera. "Voy a salir de fiesta el viernes, el sábado y el domingo", ha sentenciado Jaime Blanco.