Un profesor de la UCM denuncia que sus alumnos realizaran exámenes bajo condiciones de calor extremo.
El
calor extremo registrado en Madrid durante el pasado mes de junio se coló también en las aulas de la Facultad de
Medicina de la
Universidad Complutense (UCM), donde se celebraron exámenes finales en condiciones térmicas límite.
José Ángel Morales, profesor de Neurohistología, ha denunciado públicamente la
falta de climatización en estas aulas y las dificultades que vivieron tanto alumnos como profesores durante una de las pruebas finales del curso 2024-2025.
“Son aulas muy grandes, históricas, en las que hasta ahora no había hecho falta climatización, pero con las temperaturas actuales ya
no es sostenible seguir así”, explica Morales en declaraciones a
Redacción Médica. “Este junio ha sido el mes más caluroso de los últimos tiempos y esto va a más. No es una situación puntual, sino algo que
se repite año tras año”.
Dos horas y media de examen sin ventilación ni refrigeración
El examen al que se refiere era el final de su asignatura, con una duración de dos horas y media, que requería una gran concentración. Sin embargo, el ambiente no acompañaba: “Las aulas no tienen ventilación, las ventanas no se pueden abrir y no hay sistema de refrigeración.
La Facultad hizo todo lo que pudo: se abrieron puertas para crear corrientes de aire, se colocó a los alumnos lo más abajo posible, porque cuanto más arriba, más calor, y se les facilitó papel para que se abanicaran”.
Aun así, admite que las condiciones “no eran óptimas”. El número de
estudiantes tampoco facilitaba un traslado a otros espacios. “Tenemos una media de 100 alumnos por curso, y muchas veces hay que agrupar varios grupos.
No hay aulas acondicionadas que puedan albergar a tantos alumnos”, señala Morales.
“Estoy más preocupado por no sudar encima del examen”
Uno de los momentos que más le impactó fue el comportamiento del propio alumnado. “Los pobres no se quejaron de nada. Todo partió de nosotros, los profesores, que veíamos la cara de agobio que tenían. Un alumno me dijo literalmente: ‘Estoy más preocupado por no sudar y que el
sudor no me caiga sobre el examen que por el examen en sí’”.
El personal docente fue el que se movilizó para intentar mitigar la situación en plena prueba: “Llevamos agua, improvisamos abanicos con papel, permitimos que salieran a tomar aire. Ellos estaban sufriendo, y nosotros
estábamos viendo cómo sufrían”.
Recortes presupuestarios y responsabilidad institucional compartida
El profesor subraya que la falta de climatización no se debe a desidia por parte de la Facultad, sino a la falta de medios provocada por los recortes presupuestarios. “Este año
hemos tenido un 30 % menos de presupuesto. Climatizar esas aulas supone una inversión muy importante. Son enormes, históricas, y requieren instalaciones complejas”, detalla. “La Universidad no puede afrontarlo ahora mismo. Llevamos años sufriendo recortes por parte de la Comunidad de Madrid”.
En este sentido, Morales reparte la responsabilidad entre distintas instancias. “Mi crítica va dirigida a todos los implicados. Entiendo que si la Facultad tuviera los medios, ya lo habría hecho. Pero no los tiene. Así que
la responsabilidad también recae en quienes gestionan el presupuesto educativo desde la
administración autonómica”.
Soluciones para el futuro
Pese a que reconoce que el alumnado “lo hizo bastante bien” en el examen, rechaza la posibilidad de adaptar el criterio de corrección.
“No sería justo para todos. Pero de todo se aprende, y esto no puede volver a pasar”.
De cara al próximo curso, el profesor ya contempla posibles alternativas. “Si no hay posibilidad de climatizar el aula, habrá que pensar en dividir a los grupos en varias aulas más pequeñas donde sí haya refrigeración, aunque eso suponga más trabajo logístico o más convocatorias. Pero evidentemente
no podemos permitir que esto vuelva a repetirse”.
Denuncia del CEEM
Por su parte,
Markel Gamarra, presidente del
Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (
CEEM) también ha querido pronunciarse sobre el tema: “Se han realizado con temperaturas de hasta 35 grados en las aulas. Claramente no son condiciones dignas para realizar ningún tipo de examen”, denuncia. Aunque aclara que no ha sido un tema tratado aún de forma orgánica dentro del CEEM, considera que es necesario
renovar las instalaciones y dotarlas del presupuesto necesario para asegurar un entorno adecuado para el estudio y la evaluación.
“Si los estudiantes deciden organizarse para tomar medidas, los apoyaremos. Está claro que la temperatura tiene un impacto sobre el rendimiento y no se debería permitir que nadie haga un examen en esas condiciones”, sostiene.
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