José Manuel Pingarrón descarta que el Gobierno ponga nuevos criterios para regular y controlar esta situación

"No podemos regular la apertura de facultades de Medicina a nivel estatal"
José Manuel Pingarrón, secretario general de Universidades.


7 ene. 2019 19:00H
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Seis meses después de que fuera nombrado secretario general de Universidades del Ministerio de Ciencia, José Manuel Pingarrón ya tiene tomado el pulso a la actualidad universitaria, y sobre todo en el mundo de la Medicina. Así lo demuestra recordando que su ministerio “no tiene la capacidad para controlar la apertura de nuevas facultades de Medicina” o colaborando casi a diario con la planificación de plazas MIR y estudiantes de Medicina. A día de hoy, Pingarrón reconoce que sigue “trabajando como si fuera su primer día en el Ministerio de Ciencia y fuera a durar para siempre”. Con estas palabras ahuyenta los malos augurios sobre un hipotético adelanto electoral y espera, parafraseando a su ‘jefe’ Pedro Duque, “podamos convertir a España en un país de conocimiento e innovación”.  

¿Habría que establecer mayores controles en la apertura de nuevas facultades de Medicina?

Este es un tema muy controvertido porque la proliferación de facultades de Medicina da lugar a problemas importantes. Pero hay que recordar que quien tiene la potestad última de autorizar la implantación de nuevas facultades son las comunidades autónomas. Es decir, el Ministerio lo único que hace es ver si técnicamente las propuestas que se nos presentan están avaladas o no por los criterios necesarios para su apertura.

José Manuel Pingarrón, secretario general de Universidades, recuerda que la "potestad última para abrir una facultad de Medicina en España es de las comunidades autóomas". 

¿Se han planteado instrumentos o mecanismos para cambiar esas competencias y que sea el Gobierno el que tenga la última palabra ante la apertura de una nueva facultada?

No, no es posible tomar las competencias a nivel Estatal porque nuestro sistema competencial en España deja bien claro que es la universidad quien propone un nuevo título de Medicina, esa propuesta viene al Ministerio para verificar si cumplen los criterios, y a partir de ahí es la comunidad autónoma quien tiene la última palabra. Pero eso sería cambiar todo el sistema competencial universitario y eso no se plantea.

¿Por qué?

Digamos que sería un aspecto regresivo a las competencias que tienen las comunidades autónomas en su capacidad universitaria. Es más, no creo que las comunidades autónomas quisieran que eso volviera a ser una competencia estatal.

¿Pero entiende las críticas lanzadas tanto por los estudiantes de Medicina como de la Organización Médica Colegial (OMC), alegando que esta proliferación provoca un embudo en el sistema MIR?

Sí, las entiendo perfectamente. Pero es verdad que cuando han venido a verme, tanto los estudiantes como la OMC les explico que tienen que hacer un ejercicio pedagógico importante. Porque es curioso que por un lado se esté pidiendo que no haya más facultades de Medicina, es decir, que no haya más médicos, y por otro lado hay una huelga de residentes en el 12 de Octubre diciendo que no hay médicos suficientes para tutorizarles. Por lo tanto, no se entiende que pidamos por un lado que haya menos médicos y por otro lado haya huelgas MIR diciendo que no hay facultativos suficientes.

¿Se debería, bajo su criterio, aumentar las plazas MIR?

No hay que aumentar ya tanto el número de médicos en general, como el número de plazas que hay de una determinada especialidad. Hace 10 años había especialidades con un número de plazas limitados y no tenían tanta demanda. Ahora eso está cambiando. O sea, es un puzle que hay que organizar bien.

Pingarrón pide una igualdad laboral real entre médicos y mujeres. 

¿Se van a cambiar los criterios para ser profesor de Medicina, de Farmacia, de Psicología o de Enfermería en la universidad?

Sí. Esos criterios se pueden revisar cada dos años. Y en conversaciones con el director de Aneca, hemos recordado que esos criterios los ponen los propios profesores universitarios expertos en el tema, es decir, no vienen impuestos por nadie de fuera. Lo que le he pedido al director de Aneca es que esos criterios sean transparentes, claros, estén perfectamente publicitados y que, unos días antes de que aparezcan en el BOE, se someta la consideración los colectivos expertos en el tema.  De tal manera que esos criterios se consensuen al máximo con sociedades científicas. Hay que asegurarnos que en los próximos años hay suficientes profesores de Medicina como para impartir una buena formación.

Si no le he entendido mal, esos criterios que se establecieron con el anterior Gobierno venían, digamos, recomendados por propios profesores de Medicina.

Todos, siempre ha sido así. Es decir, son las propias comisiones de cada una de las especialidades quien pone los criterios. Luego estos se aprueban por el Consejo rector de la Aneca. Y claro, el problema es que debe de haber un alto grado de consenso. Creo que la idea de que esos criterios sean conocidos y sometidos a un debate por parte de los colectivos más expertos en el tema antes de ser publicados en el BOE es una buena solución.

Los decanos de Medicina por un lado decían que se aumentó las exigencias para ser profesor. Los decanos de Enfermería denuncian que se les pide demasiadas publicaciones científicas, cosa que por ejemplo en España no existen revistas científicas de Enfermería para publicarlas. ¿No se contó con su opinión en el pasado?

Insisto, quienes han puesto esos criterios son profesores de Enfermería. Y bueno, sí existen revistas en España para publicar, otra cosa es que esos criterios sean igual de exigentes en un área que en otra. Pero precisamente por eso, los expertos deben poner criterios que sean aceptables para el campo de conocimiento que van a evaluar, y de ahí ese mayor grado de consenso para que puedan estar implicados directamente. No son ingenieros los que ponen los criterios para Enfermería, son enfermeros.

José Manuel Pingarrón en un momento de la entrevista. 

Es decir, se va a intentar poner unos criterios acordes a la realidad de cada ámbito.

¡Naturalmente! En principio deberían ser ya así. A partir del próximo año.

¿Se debería de retener al talento MIR dentro de la universidad a través de un contrato docente?

Estamos elaborando ahora mismo un cambio en el modelo de carrera del profesorado universitario. En ese modelo dentro del cambio de modelo de carrera del profesorado universitario caben esas figuras de contratación. Pero siempre para entrar en el sistema universitario español, más tarde o más temprano, se exigirá el título de doctor. Habrá varías vías por la que podrá conseguirse el título de doctor.

¿En todos estos tipos de contratos se requiere ser doctor para poder acceder al sistema universitario?

Hay uno en el que no, y que está diseñado precisamente para especialidades como Enfermería. Somos conscientes de que entrar con el grado de doctor ya es bastante difícil. Entonces, sí que daríamos una especie de vía paralela que llevaría a poder ejercer la labor docente investigadora pero siempre con el objetivo de conseguir el título de doctor en un periodo temporal y ya luego acceder como los demás al sistema universitario.

¿Falta investigación en España con respecto a otros países de Europa?

La investigación en España es buena para los medios que tiene y que ha tenido. Hay una buena base investigadora pero falta una mayor integración de esa labor en el tejido productivo. Digamos que la faceta investigadora de España como país es reconocida más fuera que dentro.

¿Es cierto que los investigadores españoles necesitan irse fuera para triunfar?

Eso es verdad y ha ocurrido en los últimos años. Los investigadores están igual de mal pagados que los profesores de universidad. Esto es así, los contratos son como son y esto tiene una parte vocacional muy importante. No es normal que uno entre a la carrera investigadora con 40 años y todavía no tenga una plaza fija.

Pingarrón: "No son ingenieros los que ponen los criterios para ser profesor de Enfermería, son enfermeros”.

¿Y desde el Ministerio de Ciencia se está intentando revertir esta situación?



¿Cómo?

Pues hay determinadas figuras de contratación. De hecho, ya hemos anunciado la convocatoria de casi 900 plazas de contratos investigadores en el Hospital Ramón y Cajal, que significa un 15 por ciento más de inversión que en el año 2017. Estamos interesados en recuperar buena parte del talento que hemos perdido, tanto en los institutos de investigación como en las universidades.

¿Cómo van a controlar las titulaciones que ofrezcan contenidos pseudocientificos?

Tiene que ser un compromiso con las universidades de que ese tipo de títulos no van a ofertarse y que cualquier título que se oferte esté basado en la evidencia científica. Los que no cumplan esos requisitos pues pediremos a las universidades que no los oferten. No creo que haya ningún problema en retirar esos títulos cuando aparezcan.

¿En el caso de que haya universidades que siguen ofertando esos títulos que se hará?

Pues tendríamos que hablar con los equipos de dirección correspondientes de esa universidad y denunciarlo.

Y bajo su criterio, ¿cree que deberían de actualizarse los programas formativos, incidiendo sobre todo en temas de violencia de género para ayudar a los médicos en el futuro a afrontar estas situaciones?

Yo estoy convencido que todas las universidades, y en concreto puedo hablar por la universidad de la que yo provengo que es la Complutense de Madrid, que estos aspectos los tienen en cuenta en la modificación de los programas formativos. Y estoy convencido de que todas las universidades, al menos las públicas, desde luego lo están haciendo.

Que exista una brecha salarial en la profesión médica del 25 por ciento, ¿qué le parece?

Pues lo veo muy mal. Quiero decir que a igual trabajo, igual salario. Esto es un principio básico y aquí que sean mujeres o sean hombres no tiene ningún efecto para nada. El mismo trabajo tiene que estar retribuido por el mismo salario independientemente del género. Entonces si esto todavía ocurre pues habrá que tomar las medidas pertinentes para que deje de ocurrir porque no tiene ninguna razón de ser.

¿Faltan mujeres en los puestos de dirección dentro de las universidades?

Sí, creo que sí. Creo que es necesario que ellas mismas se empoderen, porque hay mujeres excelentes en cualquier puesto, pero es verdad que a la hora de concurrir a estos puestos no se presentan. Y no me puedo creer que no haya mujeres excelentes para estos cargos. Es una tendencia que hay que revertir porque evidentemente hay mujeres excelentes en cualquier tipo de actividad. Y naturalmente creo que cuantas más mujeres estén en puestos directivos en las universidades y en las empresas y en cualquier otro sitio, mejor, de eso estoy convencido.

José Manuel Pingarrón y el redactor durante la entrevista. 


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