No hay duda de que la historia de Ana es digna de ser admirada. Siempre ha tenido una vocación innata por el sector sanitario. Sin embargo, cuando era adolescente, se quedó
embarazada y tuvo que abandonar cualquier idea de formación para
centrarse en el cuidado de su hija. Además, su situación no era buena: madre soltera y sin apoyos familiares, así que trabajar para mantener a su familia era la única vía que contemplaba. Lo hizo en cualquier empleo que le ofreciesen, desde camarera hasta en un aeropuerto, y no fue hasta que
cumplió los 53 años que consiguió su objetivo de
estudiar Enfermería. Ahora, con el pijama del hospital puesto y cuidando de los pacientes, tiene una nueva meta sobre el horizonte para 2026:
entrar en la carrera de Medicina a sus 60 años. "Lo lograré", ha subrayado.
Aunque siempre le había encantado la Enfermería, no fue su primera opción cuando su hija fue un poco más mayor. Y no por falta de interés, sino porque se presentó a la
prueba de acceso a mayores de 25 y las específicas eran asignaturas de letras. Por tanto, la universidad no le permitía acceder a la formación de enfermera. "
Entré a Filosofía y estuve cursándola durante un año, pero me di cuenta de que
era imposible compaginar los estudios, el trabajo y el cuidado de una niña. Todo ello
sin apoyo de ningún tipo", ha lamentado a
Redacción Médica.
Entrar en Enfermería con 53 años
Así, muy a su pesar, decidió abandonar la carrera y centrarse en lo que, en ese momento, requería de su atención. No obstante, con el paso de los años consiguió un puesto fijo en el sector del turismo, dentro del aeropuerto y
su vida se estabilizó, pero ella seguía empeñada en entrar en el sector sanitario. Ya había cumplido los 53 años y como Enfermería le parecía un grado "precioso" decidió entrar en él.
"Me presenté a la prueba de
acceso a mayores de 40, y a la de 45 años. Con la primera pude optar a la carrera de Turismo, que es el ámbito donde había desarrollado mi vida laboral. Pero también me daba para Enfermería, y
decidí que era hora de cumplir mi sueño", ha explicado.
Cursar la carrera de Enfermería con más de 50 años
El primer año lo cursó en una universidad de Mallorca. Allí tenía clases online y eran muy pocos compañeros en el aula. Al principio, los prejuicios que sentía hacia sí misma le afectaron, ya que se sentía la "vieja" del lugar, pero el apoyo de sus compañeros hizo que, poco a poco, se sintiese más segura y arropada. "Hicimos un grupo muy majo", ha confesado.
Tras esta experiencia, continuó su formación en la Universidad de Almería, donde, a pesar de tener problemas con las convalidaciones y tener que estar un año sabático en los estudios, acabó consiguiendo retomarlos. "Aunque siempre te sientes demasiado mayor, tuve también la suerte de tener unos compañeros muy cercanos", recuerda.
Hacer prácticas de Enfermería con más de 53 años
Durante los cuatro años que duró esta formación, Ana los compaginó con el trabajo, y las prácticas le resultaron "durísimas". "Salía de la UCI a las 8 de la mañana, llegaba a Almería sobre las 9 horas y luego entraba a la universidad a las 11 y algo.
Apenas dormía. De hecho, el último año
estuve a nada de dejarlo", ha detallado.
Llegó tal punto de agotamiento que, un día durante sus prácticas en la UCI, sufrió una
crisis hipertensiva y tuvo que ir a Urgencias. "Llevaba un ritmo muy fuerte. No dormía, t
enía mucho estrés por compaginar estudios y trabajo. Luego estaban los exámenes… Fue complicado".
Estudiar Medicina con 60 años
Aun así, Ana aguantó el ‘chaparrón’ y ejerce como enfermera. Pero no quiere detenerse ahí. Su próximo objetivo es
entrar en Medicina. Lamentablemente, este año no ha podido echar los papeles a tiempo, pero tiene claro que 2026 será su año y accederá al grado a los 60. "
Sé que, seguramente, no podré ejercer por mi edad, aunque me encantaría. Pero lo hago sobre todo por profundizar el conocimiento, porque me apasiona la
Medicina y tengo muchas ganas de aprender. Siento que es vocacional, al igual que Enfermería", ha concluido.
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