Lucinda Rebollo reconoce que hay "muchísimos" aspectos positivos en este país, aunque no todo es oro lo que reluce

Lucinda Rebollo, quien ejerce como enfermera en Suiza, explica los aspectos positivos y negativos del país.
Lucinda Rebollo (@ luuurecord en TikTok) trabaja como enfermera en Suiza desde hace un año.


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Los "trotamundos" padres de Lucinda Rebollo le inculcaron, desde bien pequeña, la importancia de viajar y explorar el mundo. Una recomendación que se tomó al pie de la letra cuando creció, y que llevó a su máximo exponente tras convertirse en enfermera y migrar a Suiza en busca de la estabilidad laboral. Ahora, después de casi un año en el país, puede afirmar, claramente, que ha sido una decisión acertada, ya que el abanico de posibilidades en cuanto a formación, las ratios enfermera-paciente y la relación entre compañeros la está ayudando a mejorar día a día y convertirse en una mejor profesional. "Lo recomiendo mucho", ha subrayado.

Rebollo terminó la carrera de Enfermería en Mallorca y estuvo trabajando durante un año y medio en España para familiarizarse con el sector y comprobar qué era lo que le ofrecía. Tras este tiempo, decidió que lo que podía hacer era migrar a otro país, y dudó entre Australia y alguna región francófona. "Tengo la suerte de hablar español y francés, pero Francia no me convencía debido a que las condiciones laborales eran parecidas a las nuestras. Y tras mucho buscar encontré que Suiza podía ofrecerme todo lo que buscaba", ha explicado a Redacción Médica.

Aunque todo el tema relacionado con la burocracia fue un "dolor de cabeza" -tardó cerca de un año en conseguir migrar a Suiza-, cuando comenzó su aventura en este país se dio cuenta de todos los aspectos positivos que le brindaba. "Lo planteé por la facilidad de las condiciones laborales y el idioma. Las enfermeras tenemos una mejora de sueldo en referencia a España y, aunque se trabaja muchísimo, está compensado con un buen sueldo. También es cierto que me encanta lo que hago, así que no me importa tanto echarle más tiempo al trabajo", ha reconocido. 

¿Cómo es vivir en Suiza para una enfermera?


La vida en Suiza es "bastante diferente" a la que estaba acostumbrada en España. Llegó al país con su pareja para que le apoyara durante los primeros meses, y tener un soporte que ayude a establecerse en una región nueva "se nota". "Llegas a un sitio que no conoces, no tienes ningún referente y te tienes que hacer a un nuevo equipo de trabajo", ha incidido.

Aun así, no tardó en acostumbrarse a su nueva vida y en pocas semanas vio todos los aspectos positivos que le ofrecía en el plano laboral. Por ejemplo, la oferta formativa, que tras descubrirla le pareció "increíble". “Nunca me habían ofrecido algo así antes. De hecho, voy a empezar con el Epals, que es un certificado de soporte vital avanzado pediátrico. También hacemos un montón de formaciones sobre Farmacología o simulaciones junto al equipo médico, y todo eso me parece muy positivo. Creo que es increíble”, ha incidido.

Además, el ambiente laboral es otro de los puntos más positivos que tiene Suiza en cuanto al sector sanitario. "Cada mes nos reunimos todo el equipo para incidir en aspectos que se puedan mejorar. En estas charlas los jefes nos escuchan de verdad y es algo que se valora mucho", ha incidido.

Aspectos positivos de ser enfermera en Suiza


Uno de los aspectos que más le ha llamado la atención a esta enfermera, quien trabaja en las urgencias pediátricas, es que hay una gran cantidad de medidas de distracción para los niños que son atendidos. "Lo que yo conozco de España no es así. Aquí tenemos gafas de realidad virtual, tablets y otro tipo de distracciones que no son digitales. En general, intentamos evitar que los niños vengan traumatizados porque les vayamos a sacar sangre. Y creo que lo conseguimos con todas estas herramientas a su alcance. Pienso firmemente que realizamos un abordaje muy ético y responsable al paciente", ha subrayado.

De hecho, la atención sanitaria en Suiza no tiene nada que envidiar a la de España, ya que, por lo menos en el área de hospitalización de los hospitales, según le han confirmado algunas de sus compañeras, las ratios son "increíbles". "Me dicen que pueden ocuparse del paciente en todos los niveles. Hay una enfermera para cada cinco pacientes. En cambio, en nuestro país tienes que estar corriendo de un lado para otro y acaba volviéndose todo muy complicado. Poder tener ese vínculo con el paciente es muy positivo. Algo real que dura toda la estancia en el hospital”, ha detallado.

La cara 'B' de ser enfermera en Suiza


Pero no todo es oro lo que reluce, y Suiza también tiene aspectos negativos que hay que conocer antes de tomar la decisión de migrar allí. Para Rebollo, el más preocupante está relacionado con la salud mental de los niños. "Me impactó ver el número de adolescentes que tenían intentos autolíticos y autolesivos. Es terrorífico. Nosotros trabajamos con jóvenes de hasta 15 años y es sorprendente todos los casos que encontramos. Por eso me gustaría formarme en el abordaje de este problema, y el hospital me lo ofrece", se ha sincerado.

No es el único aspecto negativo que esta región tiene. Las enfermeras no pueden utilizar todas las técnicas que aprendieron en España y eso, en palabras de Rebollo, es un verdadero fastidio. "Hay técnicas que a mí me encantan pero que no se pueden hacer. Al final, cada país tiene sus normas y tú te tienes que adaptar. Pero, por ejemplo, no podemos saturar, algo que hacía antes mucho. Esto solo lo hacen los médicos”, ha lamentado.

Diferencias en Enfermería entre España y Suiza


En cuanto al apoyo que tiene en el servicio, esta enfermera, en un primer momento, se asustó al conocer que no existía la figura del Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), y son ellas mismas las que absorben su labor. “En España las dos profesiones somos un dúo, y es algo maravilloso. Pero, cuando te acostumbras, no es algo tan negativo y acabas adaptándote porque siempre tienes una compañera que te está ayudando. Aquí se fomenta mucho el trabajo conjunto”, ha resaltado.

De cara al futuro, Rebollo no tiene todavía claro su futuro, pero Australia puede ser una opción más que factible. "Es algo que me planteo, pero no lo tengo decidido. Estoy muy bien aquí, y no te voy a mentir, me gustaría establecerme en España porque me encanta la vida allí, pero me dan mucho miedo las condiciones laborales, porque me gusta las urgencias pediátricas y no sé si me darán plaza para esta área. No quiero estar con contratos cada mes y con esa falta de estabilidad. Es una de las razones principales por las que decidí irme, y me da miedo volver por eso", ha concluido.
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