Médicos y enfermera hablando
Trabajar en el ámbito sanitario a lo largo del continente Europeo puede ser atractivo. Son varios los países que ofrecen salarios competitivos y buenas condiciones laborales por las que los
médicos y enfermeros españoles se plantean mudarse y República Checa también se ha subido a ese carro. El país ofrece el equivalente a
4.935 euros mensuales (120.000 coronas checas) para médicos del campo de la Radiología y de Imagen en una clínica en la ciudad de Příbram, situada a unos 51 km de Praga. Además, en la oferta aseguran que
el alojamiento está incluido.
El salario, que en el contexto español es elevado, también supone una
gran diferencia con respecto al salario medio en República Checa: el sueldo ofertado es significativamente superior a la media nacional, que ronda los 1.800 euros al mes (aproximadamente 44.000 coronas checas), por lo que la pretensión de atraer a especialistas médicos de alto nivel es clara. Quitando el gasto del alquiler, que se mueve en una horquilla entre los 500 y los 800 euros fuera de Praga,
la cuantía neta que se lleva el médico especialista es bastante alta. Un requisito fundamental para acceder al puesto de trabajo es contar con un doctorado en el ámbito y
hablar checo, dos elementos que pueden dificultar el acceso a este puesto de trabajo por ser muy específicos.
Una oferta en Enfermería con grandes diferencias
En el país también se ofertan puestos de trabajo en el ámbito de la
Enfermería, pero estos, aunque están incluso
por debajo del salario medio nacional, sin punto de comparación con la oferta de Medicina. En una residencia de la ciudad de Nový Jičín, situada en el este de República Checa, anuncian un puesto de
enfermero responsable de cuidados generales por alrededor de 1.645 euros al mes (40.000 coronas checas). Aunque, haciendo una comparativa con los sueldos españoles en Enfermería se aprecia que esta remuneración es menor, la brecha se reduce al considerar que el coste de vida en ciudades checas pequeñas es hasta un
25 por ciento más bajo que en grandes capitales españolas, por lo que el especialista tendría margen de ahorro. Aunque hay que tener en cuenta que en este caso el alojamiento no está incluido.
Lo que tiene en común esta oferta de trabajo con la de Medicina es que el idioma checo es indispensable, por lo que se centra en candidatos que
ya dominan la lengua o están dispuestos a adquirirla para comunicarse eficazmente en el entorno residencial. De esta forma, aunque se encuentran oportunidades atractivas en el ámbito de la sanidad en destinos no tan comunes como puede ser República Checa, no manejar el
idioma oficial puede ser un obstáculo a tener en cuenta para aquellos que quieran probar suerte fuera de la capital.
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