Ricardo Martínez Platel. Madrid
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación de un paciente al considerar que, a pesar de que la falta de información y consentimiento informado haya podido afectar al derecho moral de autonomía del paciente, la intervención tenía carácter voluntario y no curativo y se le explicó que había hasta cuatro alternativas menos gravosas.
El paciente solicitaba que se ponderase el eventual daño moral que se haya podido producir , atendiendo a las circunstancias concurrentes, en concreto, que la intervención tenía carácter curativo, siendo su finalidad paliar un déficit funcional, que la intervención era la única opción existente para mejorar su situación funcional y que, aunque insuficiente, lo cierto es que firmó tres documentos en los que reconocía haber sido informado de los riesgos.
El recurrente defendía en todo momento esta teoría, asegurando que era la única vía existente y que no fue informado completamente de los riesgos de la operación, cuando lo cierto es que la sentencia, tras la valoración conjunta de la prueba, concluye que la intervención quirúrgica constituía un acto de medicina voluntaria y no curativa.
Así, la Sala establece como uno de los criterios de valoración del daño "los totales perjuicios causados, conforme a los criterios generales, teniendo en cuenta el resultado, más vinculado a la medicina necesaria”.
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