La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a una empresa especializada en cirugía estética a indemnizar con 11.026,43 euros a una paciente que se sometió a una operación de reducción de abdomen por producirle como secuelas dos cicatrices.
Los magistrados en la fundamentación jurídica de la sentencia han señalado, basándose en las pruebas presentadas, que las cicatrices de importante tamaño sufridas a consecuencia de la intervención por la paciente son “un daño desproporcionado”, puesto que una operación de cirugía estética tiene el fin de mejorar la imagen corporal.
El tribunal ha sostenido que la clínica no ha realizado prueba suficiente para desvirtuar la acusación, “no resultando suficiente con afirmar que las cicatrices eran un resultado posible.”
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