Diccionario de enfermedades

Qué hacer ante una herida producida por erizo, coral…

Cómo tratar las heridas de animales marinos

Las picaduras o heridas producidas por animales marinos son frecuentes. Los animales que producen más lesiones son las medusas, los corales, los erizos de mar, diversos peces con púas venenosas y las rayas. Todos ellos producen un intenso dolor de aparición inmediata en el lugar del contacto y, frecuentemente, dejan restos (cuerpos extraños) en el interior de la herida que pueden sobreinfectarse.

Los tipos de lesiones más frecuentes son:
  • Coral. Las lesiones pueden semejar una picadura por la inyección de veneno, siendo en este caso lesiones dolorosas y rojizas, o tratarse de una herida por rozarse con el coral. En este último caso frecuentemente se sobreinfectan.
  • Erizo de mar. Las lesiones se producen al pisar o al tocar las púas de un erizo de mar. Cuando esto ocurre se producen múltiples heridas punzantes de pequeño tamaño que pueden ser muy dolorosas. Las heridas a veces sangran, dejando una zona enrojecida y algo inflamada a su alrededor. Las púas con frecuencia permanecen rotas en el interior de la piel. Pueden verse o no en función de su profundidad. Frecuentemente en la zona de alrededor de la entrada de la púa queda un área de decoloración (más pálida) que, si desaparece en 48 horas, suele indicar que no ha quedado ninguna en el interior.
  • Peces venenosos. Existen diversas especies. Producen una herida en la zona de contacto que suele ser muy dolorosa. El dolor puede durar unos minutos o varias horas, en función del tipo de animal.
  • Raya. Produce grandes heridas, muy dolorosas, que pueden extenderse y persistir durante horas. Frecuentemente se sangra en la zona del contacto. Si el veneno entra en contacto con la sangre (en el interior de una vena) puede producirse un colapso que puede llevar a la muerte.


¿Cuál es el tratamiento para las heridas de animales marinos?


Ante una picadura o herida producida por un animal marino se debe reducir el dolor, quitar el veneno que pueda existir en la zona de la lesión y retirar el posible material que quede en el interior de la herida para evitar una sobreinfección:
  • Retirada del veneno y restos locales. Se debe proceder a la mayor brevedad posible al lavado de la zona y a la retirada de cualquier sustancia o resto que pueda estar favoreciendo la inoculación de veneno o estar actuando como un cuerpo extraño. Para ello debe limpiarse la zona aplicando suero salino. Debe extraerse cualquier resto, por ejemplo púas de erizo de mar. En algunas circunstancias puede ser necesario realizar radiografías o una ecografía para determinar si existe algún resto no visible en el interior de la piel. Los fragmentos retenidos en el interior pueden reabsorberse solos o pueden ser expulsados con el tiempo; sin embargo, también pueden producir complicaciones locales como un granuloma, una artritis, una tendinitis o una sinovitis, en función de dónde se localicen. En cualquier caso es conveniente extraer los fragmentos visibles y valorar la evolución de los que no se han podido sacar durante la semana posterior. Si hay complicaciones deben ser extraídos quirúrgicamente.
  • Frente al dolor. Se debe:
  • Aplicar agua caliente a 40-45ºC en la zona de la picadura, durante unos 20 minutos y un máximo de 90 minutos. Puede ser realizado mediante una ducha o mediante inmersión directa de la zona afectada en agua caliente. Si bien no existen datos sobre su eficacia en la picadura de animales marinos distintos a las medusas, parece razonable intentarlo.
  • Administración de analgésicos y/o anti-inflamatorios por boca.
  • La administración de lidocaína local ha sido eficaz para reducir el dolor en algunos estudios.
  • Cuidado de la herida local. En aquellos casos en los que se haya producido una herida (generalmente por contacto con corales o tras contacto con rayas), ésta debe mantenerse abierta (no debe coserse) a no ser que puedan quedar alteraciones cosméticas importantes. No se deben administrar sistemáticamente antibióticos preventivos excepto cremas de antibióticos aplicadas sobre heridas producidas por coral y antibióticos orales en caso de heridas profundas por rayas. En general, el riesgo de infección de las heridas se considera elevado.
  • Vacuna del tétanos con o sin gammaglobulina, en caso de existir indicación.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.