Diccionario de enfermedades

Laringitis

¿Cómo se diagnostica la laringitis?
Una laringitis es una inflamación de la laringe que es la zona donde se encuentran las cuerdas vocales y que nos permite que salga la voz.

Las laringitis pueden ser agudas o crónicas. La mayoría de las laringitis agudas ocurren en el transcurso de un catarro. Las laringitis crónicas pueden deberse a una irritación crónica de la laringe o, de forma más rara, a infecciones, y deben de diferenciarse de un cáncer de laringe.

¿Cuáles son las causas de la laringitis?

  • Laringitis aguda. La mayoría de las laringitis son procesos agudos, debidos generalmente a una infección. Los gérmenes responsables son los mismos que producen otros cuadros catarrales agudos, en general virus, aunque también pueden producirla determinadas bacterias. Suele aparecer en el contexto de un catarro, una gripe, etc. Una laringitis aguda también puede producirse por irritación de las cuerdas vocales en relación con un proceso alérgico, por la presencia de tos crónica o por forzar la voz (gritar, cantar, etc.). Las personas con defensas bajas, las que han recibido antibióticos o las que utilizan broncodilatadores con corticoides, pueden desarrollar una laringitis aguda por un hongo llamado Cándida.
  • Laringitis crónica. Es aquella que dura más de 3 semanas. Debe diferenciarse de otras enfermedades de la laringe que producen síntomas similares, como las tumoraciones benignas de las cuerdas vocales (nódulos o pólipos) y el cáncer de laringe. Las laringitis crónicas de causa infecciosa son actualmente infrecuentes y, generalmente, son debidas a una tuberculosis o, en pacientes con defensas bajas, a infecciones por hongos. Las laringitis crónicas también pueden ser debidas a la irritación prolongada de las cuerdas vocales. Esta irritación puede producirse por alergias, por el ácido procedente del estómago en personas que presentan reflujo gastroesofágico, por irritantes, como el humo del tabaco u otro tipo de humos, o por una irritación debida al sobreesfuerzo (personas que hablan mucho) o a un uso inadecuado (alteraciones en la emisión de la voz).

¿Qué síntomas produce la inflamación de la laringe?


El síntoma diferenciador de la laringitis es la presencia de ronquera, que puede llegar a afonía. En las formas agudas suele asociarse a síntomas de un catarro, con secreción y congestión nasal, tos y dolor de garganta.



¿Cómo se diagnostica?


Para el diagnóstico de la laringitis aguda no suele realizarse ninguna prueba, tratándose de un diagnóstico clínico. En ocasiones, si la laringitis persiste y no cede con el tratamiento habitual, puede ser necesario realizar una laringoscopia.

Cuando la ronquera persiste varias semanas y se sospecha una laringitis crónica, se deben visualizar las cuerdas vocales mediante una laringoscopia, observándose unas cuerdas vocales enrojecidas e inflamadas. La laringoscopia es importante para descartar otras enfermedades de la laringe que producen también ronquera, como una tuberculosis o un cáncer de laringe.

¿Cuál es el tratamiento de la laringitis?


La laringitis aguda suele tratarse con:
  • Hidratación, sobre todo en roncadores. Se deben beber abundantes líquidos y mascar chicle.
  • Humidificación (con humidificadores ambientales o con vahos).
  • Descanso de las cuerdas vocales, es decir, no hablar. El tiempo sin hablar es variable, de unos pocos días hasta una semana. En general se recomienda no hablar hasta que el paciente note que puede tararear una canción sin molestias.
  • Se debe dejar de beber cafeína, dejar de fumar y evitar los ambientes con humo.
  • No se suelen dar antibióticos a no ser que se sospeche una laringitis bacteriana.
  • En caso de laringitis alérgica el tratamiento es el de la alergia.
En casos de laringitis crónica deben evitarse los irritantes (humo, tratar la posible acidez procedente del estómago, etc.) y puede haber indicación para reeducar la manera de hablar.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.