Las otras cuatro especialidades tienen un menor peso en Atención Primaria y Hospitalaria.
Las
especialidades enfermeras se mantienen como una cuenta pendiente en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Y es que su desarrollo no ha sido completo en el caso de algunas disciplinas y comunidades autónomas, pese a que todas las regiones reconocen dichas ramas del ámbito sanitario.
La falta de categorías profesionales específicas o bolsas de trabajo para las especialistas hacen que un importante número de tituladas en Enfermería opte por no seguir la
vía EIR y mantenerse como generalistas. Así, abundan las segundas frente a las primeras, algo inimaginable entre los médicos. A su vez, la desigual implantación de estas ramas en el territorio se traduce en
diferentes proporciones de profesionales con Formación Sanitaria Especializada (FSE) en hospitales y centros de salud. Una serie de factores que definen
el desequilibrado mapa de las especialidades enfermeras.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, las especialistas suponen
el 10,3 por ciento del conjunto de las enfermeras que trabajan en Atención Primaria. Tan solo Cataluña -29,8 por ciento-, Baleares -13,5-, Comunidad Valenciana -13,5- y Melilla -11,5- cuentan con una proporción mayor a la media nacional. En el lado contrario, Navarra, Andalucía y La Rioja, donde las tenientes de una especialidad no llegan al 5 por ciento del total de la plantilla.
La diferencia es mayor en el caso de la
Atención Hospitalaria. Y es que tan solo el 5,6 por ciento de las profesionales están acreditadas como especialistas. El porcentaje es similar en todas las comunidades autónomas, con Madrid y País Vasco, como las regiones con una mayor proporción de enfermeras tenientes de una especialidad -sobre el 8 por ciento-, y Asturias, La Rioja y Comunidad Valenciana, las que presentan una menor tasa -menos del 4 por ciento-.
El 10,3 por ciento de las enfermeras son especialistas en Atención Primaria, mientras que solo el 5,6 por ciento lo son en hospitales
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Hay que destacar que el volumen de generalistas es ampliamente superior al de especialistas debido al tipo de contrataciones que se dan en los servicios sanitarios. Y es que la carencia de categorías profesionales para algunas disciplinas en determinadas comunidades autónomas hace que
muchas tituladas con especialidad sean fichadas laboralmente como trabajadoras sin esta titulación.
Familiar y Matrona se adueñan de Atención Primaria
No todas las disciplinas de Enfermería ostentan el mismo peso dentro del proceso asistencial. Y es que cada nivel del SNS revela
diferentes proporciones entre las seis especialidades posibles -la séptima aprobada,
Médico-Quirúrgica, no se contabiliza por no haberse aprobado todavía su programa formativo-.
En el caso de
Atención Primaria,
Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona) es la que prima, al englobar al 47 por ciento de especialistas. Todas las comunidades autónomas tienen sanitarias de esta clase en el primer nivel asistencial, salvo Aragón, Navarra y Ceuta. En segundo lugar,
Enfermería Familiar y Comunitaria, que supone el 44 por ciento de las profesionales. Eso sí, más regiones reconocen no contar con tenientes de esta rama, pese a ser la más relacionada con estos servicios. Se trata de Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Madrid y Navarra.
La presencia del resto de disciplinas se reduce. Del conjunto de especialistas, el 4,7 por ciento proviene de Pediátrica, el 2,6 por ciento, de Salud Mental, y el 0,9 por ciento, de Trabajo.
Geriátrica desaparece de los datos presentados por Sanidad para Atención Primaria.
Matrona se mantiene al frente en los hospitales
El liderazgo de Obstétrico-Ginecológica se
repite en la Atención Hospitalaria. Más de la mitad de las enfermeras especialistas exhiben el título de matrona en España. Es más, esta se posiciona como la única disciplina presente en la asistencia en hospitales de todas las comunidades autónomas. Un logro conseguido gracias a su desarrollo: tan solo esta rama cuenta con categoría profesional, bolsa de trabajo y complemento por especialidad en todo el país.
Obstétrico-Ginecológica es la única especialidad presente en todos los hospitales españoles
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Le siguen
Salud Mental, disciplina que tiene el 24,6 por ciento de las enfermeras con EIR, y Pediátrica, obtenida por el 16,2 por ciento de las profesionales contratadas como especialistas. Menor es la proporción en Trabajo -2,8 por ciento-, Geriátrica -1,2- y Familiar y Comunitaria -0,4-.
Resultados correspondientes con las convocatorias EIR
La abundancia de enfermeras con los títulos de Obstétrico-Ginecológica o Familiar y Comunitaria no está relacionada únicamente con la implantación de estas ramas, sino t
ambién con la oferta de plazas para cursar el EIR. Y es que ambas disciplinas son las que cuentan con un mayor número de vacantes año tras año, además de ser las favoritas de las candidatas a la especialización en el Sistema Nacional de Salud.
Mismamente, la
última convocatoria distribuye buena parte de sus huecos entre estas dos especialidades. Así, de 2.279 plazas, 964 corresponden a Familiar y Comunitaria y 477 a Obstétrico-Ginecológica. A continuación, Salud Mental, con 356; Pediátrica, con 275; Trabajo, con 108, y Geriátrica, con 99.
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