Diccionario de enfermedades

Enfermedades de transmisión sexual

Tipos, síntomas y tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son enfermedades frecuentes que pueden producir síntomas exclusivamente a nivel local (problemas genitales) o a nivel general (enfermedades con afectación de múltiples órganos del cuerpo).

Algunas de estas enfermedades se transmiten casi exclusivamente en determinados colectivos de alto riesgo (relacionados con la prostitución, personas muy promiscuas, es decir, con frecuentes contactos sexuales con diferentes parejas del mismo sexo o del sexo contrario) y otras están más extendidas, afectando con frecuencia a la población general.

¿Qué tipos de ETS existen?


Existen numerosas infecciones que se contagian por vía sexual. Las más frecuentes son:
  • Gonorrea.
  • Sífilis.
  • Infección por Chlamydia.
  • Chancro blando.
  • Linfogranuloma venéreo.
  • Uretritis por diversos agentes infecciosos (Mycoplasma u otros).
  • Tricomonas.
  • Pediculosis púbica (piojos).
  • SIDA.
  • Herpes genital.
  • Papilomas.
  • Molluscum contagiosum.
  • Hepatitis B.
No todas las infecciones previas se contagian exclusivamente por vía sexual. Por ejemplo la hepatitis B o el SIDA pueden también contagiarse a través de la sangre.

Además de éstas, otras infecciones más infrecuentes pueden tener también un contagio por vía sexual, si bien no suele ser la causa principal del contagio (por ejemplo la hepatitis por virus C).

¿Qué síntomas producen las enfermedades de transmisión sexual?


Los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual varían en función del tipo de infección:
  • Algunas de estas enfermedades no producen síntomas locales y se manifiestan exclusivamente por las complicaciones generales que producen semanas o incluso años más tarde (por ejemplo, el SIDA o la hepatitis B).
  • Otras producen síntomas a nivel de la zona de infección que, en ocasiones, pueden pasar desapercibidos. Estos síntomas pueden localizarse:
  • A nivel del pene en varones, dando lugar a úlceras genitales dolorosas o no en la zona del glande, acompañadas en ocasiones de ganglios en las zonas inguinales. Suelen ser debidas a herpes, sífilis, chancro blando y chlamydia. En ocasiones pueden aparecer lesiones verrugosas (papilomas o condilomas).
  • En los genitales femeninos, con la aparición de úlceras locales asociadas o no a ganglios en la ingle. Suelen ser debidas a herpes, sífilis, chancro blando y chlamydia. En ocasiones pueden aparecer lesiones verrugosas (papilomas o condilomas).
  • En la boca, con la aparición de úlceras como consecuencia de la práctica de sexo oral.
  • En la zona del ano en personas que practican relaciones anales. Suele tratarse de irritación de la parte final del ano (proctitis), siendo los gérmenes más frecuentes gonococo, chlamydia, sífilis o herpes, o apareciendo úlceras anales o condilomas.
  • En el meato uretral (justo por donde sale la orina) dando lugar a escozor al orinar, asociado o no a descarga de pus al orinar (uretritis). A veces pueden producir dolor testicular (epididimitis). Las infecciones más frecuentes que producen estos síntomas son la infección por gonococo (gonorrea), por chlamydia o por herpes.
  • Descarga de flujo, en ocasiones maloliente, por la vagina (vaginitis y cervicitis). Suelen ser debidas a gonococo, chlamydia, mycoplasma, candidiasis genital o tricomonas.


Posibles diagnósticos de las ETS


El diagnóstico de las infecciones de transmisión sexual muchas veces es clínico (por ejemplo la observación de verrugas genitales o una úlcera genital). Sin embargo, en muchas ocasiones es necesario proceder al examen microscópico o al cultivo de muestras obtenidas de las lesiones ulcerosas o de las secreciones (de la uretra o de la vagina). Algunas de estas enfermedades requieren un diagnóstico mediante la realización de un análisis de sangre (serología).

¿Cómo son de contagiosas las enfermedades de transmisión sexual?


Por definición todas las enfermedades de transmisión sexual se transmiten por vía sexual, algunas con más facilidad que otras. Algunas de ellas pueden tener otras fuentes de contagio no sexual.

¿Pueden prevenirse las enfermedades de transmisión sexual?


La mayoría de las enfermedades de transmisión sexual pueden prevenirse con una adecuada higiene, evitando los contactos sexuales de riesgo y utilizando preservativo en las relaciones sexuales. Algunas de ellas pueden ser prevenidas mediante una vacuna, como la hepatitis B. La vacuna del papiloma reduce el riesgo de cáncer de cuello de útero pero no de las infecciones de transmisión sexual por este germen.

¿Cuál es el pronóstico de las ETS?


Es distinto en función del tipo de infección. En general el pronóstico de las enfermedades de transmisión sexual que cursan con lesiones locales suele ser bueno, curándose adecuadamente con el tratamiento.

¿Cuál es el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual?


Idealmente el tratamiento que se debe poner es específico para cada enfermedad. Sin embargo en muchas ocasiones se pueden transmitir varias de estas enfermedades a la vez o no se puede llegar a un diagnóstico del germen responsable de la enfermedad. Por ello en muchas ocasiones se ponen tratamientos amplios combinando varios antibióticos, que curan las infecciones más frecuentes, en función de los síntomas que se padezcan. Este puede ser el caso de las uretritis. Siempre se debe estudiar a los contactos sexuales de las personas infectadas, los cuales, probablemente, hayan sido también contagiados. Por último, los pacientes con enfermedades de transmisión sexual deben ser evaluados sobre la posibilidad de infección por el virus del SIDA, la hepatitis B o la hepatitis C, enfermedades que se transmiten por la misma vía.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.