Diccionario de enfermedades

Acné

¿Cómo se diagnostica el acné?
El acné es el trastorno de la piel más frecuente en los adolescentes y jóvenes, pudiendo tener efectos negativos sobre su imagen corporal y su autoestima. Entre un 10 y un 20% de las personas con acné pueden seguir teniendo lesiones cutáneas en la edad adulta.

El acné afecta a las zonas con mayor concentración de glándulas sebáceas, como son la cara, el pecho y la espalda. Su frecuencia es similar en ambos sexos.

¿Cuáles son las causas del acné?


El acné se produce porque los poros de la piel se obstruyen con células muertas y con grasa, dando lugar a los comedones. Esto facilita la colonización (infección) por bacterias (Propionibacterium acnes), lo que da lugar a una zona de inflamación y enrojecimiento.

En general, el acné comienza durante la pubertad debido a que los cambios hormonales hacen que la piel sea más grasa. Los factores que pueden favorecer su aparición son:
  • Algunas medicinas, como los corticoides, el litio, los anticonceptivos orales y la fenitoína.
  • La aplicación local de algunas cremas cosméticas.
  • Algunas enfermedades, como el síndrome de ovario poliquístico.
  • El estrés.
  • No existen pruebas que lo relacionen con el chocolate, los caramelos o los alimentos fritos.

Síntomas del acné


Las primeras lesiones del acné son los comedones o espinillas. Los comedones pueden ser negros (abiertos) o blancos (cerrados). Estas lesiones suelen aparecer en la nariz, el mentón y el centro de la frente. Las espinillas blancas se inflaman con mayor frecuencia que las negras. Los quistes más grandes son obstrucciones más profundas y se suelen encontrar en las mejillas, alrededor de la nariz y en la espalda.

Cuando existe inflamación sobreañadida suele haber lesiones más grandes, incluso nódulos, con pus en su interior (pústulas) que pueden llegar a producir cicatrices.

¿Cómo se diagnostica?


El acné es un diagnóstico clínico, no precisa de ninguna prueba especial.

¿Es hereditario?


Existe una mayor tendencia a que los hijos de padres con acné desarrollen también acné.

¿Es contagioso?


El acné no es una enfermedad contagiosa.

¿Puede prevenirse el acné?


El acné puede reducirse si se cumplen los siguientes consejos:
  • Evitar los cosméticos a base de aceites, porque aumentan el contenido graso de la piel y empeoran el acné.
  • Evitar lavarse la cara más de dos veces al día. La cara se debe lavar con agua tibia y jabón neutro de forma suave, sin restregar la piel.
  • Utilizar una crema hidratante, a ser posible las etiquetadas como “no comedogénicas”.
  • Mantener el pelo limpio, sobre todo si el pelo es muy graso, y retirado de la cara. No se deben utilizar aceites para el pelo.


¿Cuál es su pronóstico?


En general, el acné dura entre 3 y 5 años aunque algunas personas lo pueden padecer durante 15 a 20 años. Solo el tratamiento precoz con isotretinoína oral puede cambiar la evolución natural del acné.

Cómo tratar el acné


El tratamiento del acné está enfocado a eliminar los comedones, combatir la producción aumentada de grasa, reducir la colonización por el Propionibacterium acnes y reducir la inflamación. En general la elección del tratamiento depende de si predominan los comedones o si predominan las lesiones inflamatorias. No existe ningún tratamiento que le vaya bien a todo el mundo, por lo que suele ser necesario probar varios hasta encontrar el que mejor funciona en cada persona.
  • Cuando el acné es leve, se pueden utilizar algunos productos que no requieren una receta médica, generalmente tratamientos locales. Suele ser más efectivo utilizar más de un solo producto. En el acné leve se recomienda:
  • Mantener limpia la piel de la cara lavándola con un jabón neutro 2 veces al día.
  • Evitar explotar los comedones o frotarse vigorosamente las lesiones.
  • Utilizar medicamentos que eviten la formación de comedones:

    -Retinoides tópicos. Se trata de cremas que poseen vitamina A en su composición, lo que reduce la formación de queratina y de grasa. Además son antiinflamatorias y antibacterianas, evitando la obstrucción de los poros. No deben usarse en mujeres embarazadas.

    -Peróxido de benzoilo. Elimina las bacterias y ayuda a no obstruir los poros.

    -Acido salicílico.

  • Antibióticos tópicos (administrados en forma de cremas) como ácido azelaico, eritromicina o clindamicina. Actúan eliminando las bacterias y reduciendo la inflamación. Suelen ser utilizados cuando existen lesiones inflamatorias.
  • Cuando el acné es más grave, con importantes signos inflamatorios o cuando no responde adecuadamente al tratamiento tópico después de unos meses, debe valorarse la utilización de tratamientos sistémicos (por boca):
  • Antibióticos orales. Su mecanismo de acción es el mismo que el de los tópicos pero son más fuertes y tienen más efectos adversos. Además de acción antibiótica tienen acción anti-inflamatoria. Los antibióticos orales se deben combinar con un retinoide tópico para tratar las lesiones quísticas más profundas.
  • Anticonceptivos orales. Algunos casos de acné están relacionados con las hormonas. Por esta razón los anticonceptivos funcionan en algunas mujeres seleccionadas.
  • Isotretinoína (vitamina A) oral. Se utiliza en los casos de acné grave o recalcitrante. Es muy eficaz pero puede producir efectos secundarios importantes como teratogenicidad (capacidad de provocar malformaciones en el feto durante el embarazo), hepatotoxicidad (daño en el hígado), hiperlipidemia (aumento de lípidos en la sangre) y pancitopenia (disminución simultánea de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en la sangre). Requiere una cuidadosa selección de los pacientes, consejo previo al tratamiento y análisis de sangre frecuentes. Debido a que puede producir alteraciones fetales no debe usarse inmediatamente antes ni durante el embarazo. Suele administrarse a diario durante 5 meses.
  • Si el acné mejora suelen utilizarse como tratamiento de mantenimiento las cremas de isotretinoína asociadas o no a peróxido de benzoilo.
  • Las cicatrices causadas por el acné pueden tratarse con dermoabrasión o con rejuvenecimiento facial con láser.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.