Diccionario de enfermedades

Síndrome del ovario poliquístico

¿Cómo se diagnostica el síndrome del ovario poliquístico?
El síndrome del ovario poliquístico es una enfermedad muy frecuente (afecta entre el 6% y el 8% de las mujeres) de causa no aclarada, caracterizada por la presencia de irregularidades en la ovulación, quistes ováricos y exceso de hormonas sexuales masculinas (andrógenos), lo que conlleva alteraciones menstruales, obesidad, exceso de vello de distribución masculina (hirsutismo) y otros problemas clínicos que pueden manifestarse de forma intensa o de forma leve.

¿Cuáles son las causas del síndrome del ovario poliquístico?


Las causas del ovario poliquístico son desconocidas. Actualmente se piensa que existe una predisposición genética (de nacimiento) sobre la cual intervienen diversos factores ambientales que favorecen su desarrollo. Los factores ambientales se relacionan con el tipo de dieta, la presencia de obesidad y el estrés alrededor de la pubertad. Como consecuencia de todo ello se producen alteraciones hormonales, tanto de las hormonas femeninas (estrógenos) como de las masculinas (andrógenos).

El síndrome del ovario poliquístico es más frecuente en:
  • Mujeres que no pueden tener hijos, con infertilidad.
  • Mujeres obesas.
  • Mujeres con antecedentes de diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional).
  • Mujeres con familiares de primer grado (madre, hermanas) con un síndrome de ovario poliquístico.
  • Mujeres en tratamiento con antiepilépticos (ácido valproico).

¿Qué síntomas produce el síndrome del ovario poliquístico?


Las manifestaciones clínicas del síndrome de ovario poliquístico son variables de una mujer a otra. Generalmente aparecen alrededor de la pubertad, cuando se tiene la primera menstruación, y pueden incluir:
  • Alteraciones en la menstruación. Suele haber pocas menstruaciones (oligomenorrea) o ausencia total de menstruación (amenorrea) y, por tanto, ovulaciones escasas o nulas. Estas alteraciones suelen iniciarse alrededor de la pubertad, en ocasiones tras una ganancia de peso.
  • Infertilidad. Como resultado de los problemas en la ovulación las pacientes tienen una mayor tasa de infertilidad.
  • Pérdida de embarazos.
  • Tendencia a la obesidad.
  • Aumento de hormonas sexuales masculinas (hiperandrogenismo). Se manifiesta por:
  • Aumento del vello, sobre todo en la zona del bigote, de la barbilla, alrededor de los pezones y en el abdomen (hirsutismo).
  • Acné.
  • Caída del cabello (alopecia).
  • Anormalidades ováricas. Diagnosticadas mediante ecografía transvaginal y consistentes en la aparición de varios quistes (folículos) en la superficie del ovario. Estos folículos son los responsable de liberar los óvulos. Los folículos, sin embargo, no crecen hasta un tamaño lo suficientemente grande como para liberar el óvulo al romperse y se quedan a medio camino de crecimiento sin llegar a romperse.
  • Alteraciones en el estado de ánimo: depresión o ansiedad. Además tienen trastornos de la conducta alimentaria con más frecuencia.
  • Otras alteraciones. La frecuencia de diabetes, hipertensión arterial y alteraciones en el colesterol y los triglicéridos es mayor en estas mujeres y, como consecuencia de todo ello, se puede estimar que existe un exceso del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
  • Síndrome de apnea del sueño. Problemas al dormir con ronquidos, pausas respiratorias y cansancio y sueño durante el día.
  • Esteatosis hepática no alcohólica. Aumento del tamaño del hígado por depósito de grasa.


¿Cómo se diagnostica?


El diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico se basa en diferentes características clínicas, analíticas y ecográficas. Diferentes sociedades científicas han creado sus propios criterios. Los criterios americanos indican que las alteraciones mínimas necesarias para establecer su diagnóstico son:
  • Irregularidades menstruales debidas a la falta de ovulación o a la ausencia de la misma.
  • Evidencia de aumento de hormonas sexuales masculinas (hiperandrogenismo) por datos clínicos (aumento de vello, acné) o por análisis de laboratorio.
  • Exclusión de otras enfermedades que puedan producir alteraciones en la menstruación o en la producción de hormonas sexuales masculinas.
Otras sociedades, además de los criterios previos, recomiendan criterios de ecografía, requiriendo que se observen 12 o más folículos en cada ovario o un aumento del tamaño de los ovarios.

Se deben hacer determinados análisis de sangre para descartar algunas enfermedades que pueden tener alteraciones similares, así como para detectar determinadas anomalías que pueden requerir un tratamiento específico, como la glucosa (para descartar diabetes) o el colesterol. Además, se suele recomendar la realización de una sobrecarga oral de glucosa para detectar diabetes oculta o intolerancia a la glucosa.

¿Cuál es el tratamiento del síndrome del ovario poliquístico?


En general, algunos síntomas mejoran al perder peso, algo que debe recomendarse a todas las pacientes. Además es aconsejable realizar una dieta baja en azúcares simples, grasas saturadas y colesterol, así como ejercicio físico y abandono del consumo de tabaco.

Los tratamientos deben evaluarse en función de qué síntoma es el predominante y según el deseo de la mujer de quedar embarazada o no a corto plazo.
  • Tratamiento del exceso de hormonas sexuales masculinas (andrógenos), fundamentalmente del exceso de vello (hirsutismo). Se recomienda la utilización de tratamiento con anticonceptivos. Si tras este tratamiento no se consigue una reducción adecuada del vello, puede añadirse tratamiento con medicinas frente a las hormonas sexuales masculinas (antiandrógenos como la espironolactona) unos meses después. Si existe contraindicación para el uso de anticonceptivos, puede valorarse tratar con espironolactona desde el principio, siempre y cuando se asegure otro método contraceptivo, dada la contraindicación de la espironolactona en el embarazo. La espironolactona es un diurético ahorrador de potasio que se utiliza para el tratamiento de la hipertensión arterial, de la insuficiencia cardiaca y de los edemas por otras causas, por ejemplo por una cirrosis, pero que también tiene acciones frente a las hormonas sexuales masculinas. Estos tratamientos pueden mejorar el acné aunque frecuentemente se precisa añadir otros tratamientos más específicos. Además, el hirsutismo suele precisar la depilación y la utilización de cremas locales que evitan el crecimiento del vello.
  • Protección del endometrio. La ausencia de ovulación puede dañar a la larga al endometrio del útero, por lo que el tratamiento con anticonceptivos es también adecuado para su protección.
  • Inducción de la ovulación. Para normalizar la ovulación y favorecer la posibilidad de embarazo se debe:
  • Reducir el peso.
  • Tratar con clomifeno.
  • Tratar con metformina, si bien su beneficio es dudoso.
  • Combinar clomifeno con metformina.
  • Utilizar otros tratamientos hormonales: Gonadotropinas, inyecciones de GnRH.
  • Cirugía laparoscópica de ovario.
  • Tratamiento de la resistencia a la insulina
  • Reducir peso
  • Metformina
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.