En España tenemos dieciocho Servicios de Salud, uno en cada Comunidad Autónoma y el INGESA que, dependiendo del Gobierno de España, presta la asistencia sanitaria en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

La transferencia de la asistencia sanitaria a las CCAA supuso un acercamiento de la gestión a los ciudadanos y ventajas importantes, pero dado que se transfirió la competencia completa en asistencia sanitaria y no su gestión, como por ejemplo se hizo en Justicia, nos encontramos ahora con dieciocho Servicios de Salud y me atrevería a decir que dieciocho Sistemas Sanitarios.

Esto ha provocado graves diferencias, ineficiencias tremendas y lo que es más grave está causando dificultades crecientes a los ciudadanos cuando tiene que trasladarse de su comunidad de residencia a otra. Veamos: Sistemas informáticos diferentes, con un coste tremendo de puesta en marcha, que ahora tiene la gran “ventaja” de que no son compatibles y hay que gastar más dinero en hacerlos compatibles.

Recetas electrónicas diferentes y en demasiados casos incompatibles. No hace mucho cualquier usuario, con una receta de papel, podía acudir a cualquier farmacia de España a retirar su medicación, ahora con toda esta tecnología en demasiadas CCAA no es posible retirar medición con receta electrónica de otra CCAA y los pacientes se ven obligados a pasar por un médico de AP. Más burocracia, más carga de trabajo, pérdida de tiempo… en definitiva ineficiencia.

Calendarios vacúnales diferentes, se ha gastado tiempo y dinero en poner en marcha diferentes calendarios vacúnales sin justificación sanitaria. Carteras de servicio diferentes sin justificación sanitaria, por el mero hecho de residir en un territorio. No tiene sentido.

Traslados y Oposiciones que se prolongan en el tiempo, con baremos distintos, convocatorias muy distantes en el tiempo, barreras injustificadas… en definitiva tremendas dificultades para acceder a las plazas en condiciones dignas, que provocan la marcha de demasiados de nuestros jóvenes médicos y muchas dificultades para trasladarse de una CCAA a otra.

Inversión en Sanidad Pública muy diferente entre las diferentes CCAA. En el año 2015, último del que disponemos datos oficiales la inversión por habitante y año va desde un mínimo de 1.090 euros hasta un máximo de 1.631 euros (casi el 50% de diferencia), pasando por una media de 1.310 euros (más de un 20% de diferencia con el mínimo). Y las diferencias siguen y siguen. Listas de espera, camas hospitalarias, plantillas (médicos, enfermeras, resto de personal), retribuciones, mortalidad, esperanza de vida…

En resumen, y sin necesidad de exagerar demasiado, no se está cumpliendo la Constitución, ni la Ley General de Sanidad, ni el Estatuto Marco, ni la Ley de ordenación de las profesiones sanitarias, ni la Ley de cohesión y calidad… y todo ello está afectando a la equidad en el acceso a la protección de la salud de millones de españoles, dado que la salud es sin duda una principales necesidades e inquietudes de los ciudadanos, en definitiva está afectando gravemente al interés general de muchos españoles y por tanto al interés general de España.

Es hora posiblemente de aplicar la Constitución y el resto de Leyes básicas. Es hora de poner un poco de orden en nuestro SNS. El Gobierno debería instar al Consejo Interterritorial y al Ministerio de Sanidad a cumplir con sus funciones y garantizar un acceso a la salud pública de todos los españoles en condiciones de igualdad efectiva. El Gobierno debería garantizar y exigir una financiación suficiente y equitativa de la Sanidad Pública en todas las CCAA. Los ciudadanos lo agradecerán.

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