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14 jul. 2019 14:40H
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Pasan las semanas y meses, y según leemos en los medios de comunicación, nos preguntamos: ¿hay alguien ocupándose de la Sanidad valenciana? ¿A alguien le importan los problemas de salud de los ciudadanos y las condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios?

Los sindicatos denuncian la situación del Hospital Clínico de Valencia, con Urgencias, hemodiálisis y cocina sin aire acondicionado en plena ola de calor; UGT exige a la Consellería de Sanidad que solucione los problemas de la obsoleta instalación de aire acondicionado en el centro de salud pública de Torrent, que está ocasionando desde hace años quejas, notas de prensa e incluso desvanecimientos; Médicos por el suelo, pacientes con abanicos y a 33 grados en el centro de salud de Burjasot; El centro de salud de Palleter en Castellón alcanzaba los 30,7 grados en las consultas de Atención Primaria, por el deficiente funcionamiento de los equipos de climatización; y un largo etcétera.

Mientras los despachos de la propia Conselleria de Sanidad gozan de una nueva climatización instalada durante la etapa de la consellera Montón, no se pone solución a los problemas de refrigeración en multitud de centros como Padre Jofre, San Marcelino, Torrente, Catarroja, y en servicios del hospital clínico como los anteriormente citados y en el de Maternidad.

Pero es que además, como reflejan diversos medios, se avecina un verano desastroso, debido a la falta de previsión de la Conselleria, que con el retraso en abrir las bolsas de empleo, tras casi 10 meses de bloqueo, está provocando la falta de profesionales para cubrir las vacaciones de verano. Como es habitual, la Conselleria intenta paliar esta falta de personal cerrando una de cada 10 camas hospitalarias y adelantando el cierre de gran parte de los centros de Atención Primaria a las 15 h. Medidas que lo único que van a suponer es un incremento brutal de las ya escandalosas listas de espera y de las demoras en atención primaria y especializada, listas de espera que con una total falta de transparencia el actual gobierno del Botanic esconde y no hace públicas como es su obligación.

Llegará un momento en que ni el maquillaje ni la falta de transparencia les valdrá y las listas “estallarán”. Porque mientras públicamente nuestros políticos presumen de tener uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, hay esperas inasumibles que por desgracia hoy solo conocen aquellos que están en esas famosas listas.

Pero no solo en Sanidad hay problemas. Hace unos días nos enteramos de un nuevo derrumbe de parte del techo la sala del Maestro Rodrigo del Palau de la Música, el segundo en unos meses, y todo después de haber recortado el presupuesto de mantenimiento en un 62% en la pasada legislatura. Los recortes pasan factura en las instalaciones y en el personal.

Lo vemos también en la ciudad de Valencia, que ha alcanzado unos niveles de suciedad y abandono que hace muchas décadas que no veíamos, con jardines abandonados, arbolado lamentable y asfalto pésimo. Todo, menos el carril bici, está abandonado.

Los problemas se evitan, anticipándose a ellos, y eso exige analizar, estudiar necesidades, planificar con antelación y poner en marcha planes. En definitiva, trabajar. Y eso es lo que no parece haber entendido el Gobierno de Ximo Puig. No ejecutan el presupuesto, y cuando lo hacen, lo (mal) gastan.

Todos los años hay verano y el personal sanitario se reparte las merecidas vacaciones. Por tanto, no parece muy difícil saber que hay que prever las necesidades para cubrir la marcha de este personal en periodo estival, 4-5 meses antes y contratar los recursos extras necesarios, no reducir las camas o los horarios. Y menos, en una región como la nuestra, donde muchos municipios duplican o casi triplican la población con la llegada de turistas.

Y es necesario invertir en el mantenimiento de las instalaciones, porque además de evitarnos problemas, a la larga es más barato. Pero, claro. Para eso hay que trabajar. Y entre la legislatura de prioridades equivocadas, y desde enero que no se hace nada por la convocatoria de elecciones y el reparto de sillones, ha llegado el verano y ni van los aires acondicionados, ni la bolsa para cubrir las vacaciones está funcionando bien, ni nadie hace nada para arreglar el caos en la gestión de nuestra Sanidad. Bueno, nada no. Han ocultado la lista de espera a ver qué se les ocurre para que cuando salga no se monte el lío.

La política se ha convertido en un espectáculo bochornoso y llevamos dos meses y medio viendo y oyendo cómo se reparten un pastel que los gobernantes creen que es suyo pero que nos pertenece a los ciudadanos. Ellos sólo deberían cortarlo. No los elegimos para esto.

TOC, TOC: ¿Hay alguien trabajando?