Según las estadísticas nacionales en España se diagnostican más de
30.000 nuevos casos de cáncer de pulmón al año, siendo el tercer cáncer más frecuente en la población. Por lo que se refiere a la prevalencia, es decir el número total de individuos que padecen un cáncer de pulmón, las estimaciones para el 2020 hablaban de más de
52.000 personas (35.815 varones y 16.870 mujeres).
Si nos acercamos al problema a través de las cifras de mortalidad,
más de 21.000 personas mueren cada año en España como consecuencia del cáncer de pulmón, lo que supone la suma de las defunciones causadas por los canceres de colon y mama, y aglutina el 20’55 por ciento de todas las defunciones por cáncer en España.
De las cifras anteriores, que de por sí son abrumadoras, podemos extraer la siguiente conclusión:
El cáncer de pulmón tiene una alta incidencia (nuevos casos/año) y una alta mortalidad.
La primera parte de la conclusión, el número de casos que se diagnostican, está sin duda directamente relacionada con factores ambientales y de estilo de vida, fundamentalmente el
hábito del tabaco en todas sus manifestaciones (puros, cigarrillos, tabaco de liar, cachimba, shisha, cigarros electrónicos, vaporizadores, etc.) y formas (fumador activo o pasivo).
La segunda parte, la alta mortalidad, está relacionada con
la agresividad de algunos tumores y el hecho de carecer de medios que nos permitan un diagnóstico más temprano. Precisamente, a encontrar y valorar la posibilidad de un diagnóstico temprano es a lo que va dirigido el proyecto Cassandra.
¿Qué es Cassandra?
Es un
programa piloto nacional que se desarrolla en muchos centros sanitarios (multicéntrico), que pretende aportar evidencia científica relativa al beneficio y potenciales efectos adversos del cribado de cáncer de pulmón en nuestro país.
¿Qué es un cribado? Un programa dirigido a una parte de la población que nos permite, de una forma fácil y con los menores riesgos posibles para los participantes, distinguir entre las personas sanas y las que padecen la enfermedad objeto del cribado. En nuestro país los cribados que están extendidos son los de los
cánceres de mama, colon y cuello de útero y simplificando bastante, la condición básica para implantar un programa de cribado poblacional es que tenga un coste aceptable y que nos ayude a diagnosticar la enfermedad en estadios tempranos, que nos permitan actuar y modificar el curso de la enfermedad.
Cassandra no es un cribado poblacional, no estamos en esa fase todavía. Es un estudio de investigación, que incluye la valoración inicial y seguimiento de un grupo amplio de personas durante cinco años y el análisis estadístico de los datos recogidos, para ver si se justifica
la implantación de un cribado de cáncer de pulmón dirigido a toda la población.
Cassandra es un proyecto liderado por la
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y avalado por las principales sociedades científicas de nuestro país.
"La puesta en marcha de cribados requiere la colaboración de todas las unidades"
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En Asturias, somos el
área sanitaria 3 la que se incorporará a este gran proyecto, que lo es de todo el área sanitaria y por tanto en el que participara la Atención Primaria de las zonas básicas de salud (Avilés, Corvera, Cudillero, Pravia, Castrillón y Luanco) y el
Hospital Universitario San Agustín. En el caso del hospital, la puesta en marcha de un programa de este tipo requiere de la colaboración de todas las unidades, aunque el proyecto está liderado por Neumología y con una especial participación del Servicio de Radiodiagnóstico que se encargará de realizar la prueba fundamental de este cribado, que es un TAC de baja dosis.
Cada unidad jugará un papel esencial en una o varias de las actividades necesarias para la puesta en marcha, bien sea en la captación de participantes, en la inclusión en el proyecto, en la deshabituación tabáquica, en la realización e interpretación de pruebas, en el seguimiento, etc.
Empezaremos muy pronto y quiero aprovechar esta ocasión para
pedir a la población del área que participe cuando su médico se lo proponga. Mediante su colaboración estarán contribuyendo a su propio cuidado y a poder implantar en el futuro un programa que mejore la salud de muchas personas.
También quiero aprovechar para
agradecer a todos los profesionales del área su implicación y participación y a la Consejería de Salud y al Servicio de Salud del Principado de Asturias que nos hayan designado para esta labor.
Pondremos todo nuestro empeño en conseguir, a través de la participación en Cassandra,
mejorar la atención sanitaria de la población a la que nos debemos.