Otros artículos de José Martínez Olmos

13 feb. 2014 21:07H
SE LEE EN 2 minutos
La Escuela Nacional de Sanidad es una institución con una trayectoria histórica de indudable valor.

La salud pública, la investigación sanitaria, el desarrollo de políticas de salud útiles para la sociedad han encontrado y encuentran en sus aulas y actividades respuestas de alto nivel.

Formación, investigación, elaboración de informes, cooperación en salud y un largo etc. han sido y son un ámbito de actuación relevante de nuestra Escuela Nacional de Sanidad.

Recientemente se ha procedido al relevo de la dirección de esta importante institución académica.

Muchas son las dudas sobre la idoneidad profesional de la
persona elegida
para este importante puesto que requiere de una amplia capacitación y experiencia en los ámbitos de la actividad académica de la Escuela Nacional de Sanidad.

No todos servimos para todo y, menos aún, cuando de actividad académica se trata.

Por eso, he preguntado al Gobierno por esta cuestión y si considera que la persona elegida, lejos de la salud pública, es la adecuada para asumir la responsabilidad de dirigir la Escuela Nacional de Sanidad.

Igualmente he preguntado por cuáles son las características del perfil profesional del nuevo director que, a juicio del Gobierno, justifican su idoneidad para este puesto y si sabe si el nuevo director va a compatibilizar su función con labores asistenciales en su anterior puesto de trabajo.

En caso de que vaya a compatibilizar ambas actividades, le he pedido al Gobierno que me diga si cree que esa compatibilidad puede afectar negativamente la labor de dirección de la Escuela Nacional de Sanidad.

Esperemos las respuestas. Veamos si aclaran algo sobre esta cuestión.

Lo que sí quiero dejar claro es que vamos a fiscalizar la gestión de una institución como la Escuela Nacional de Sanidad para asegurar que cumple el papel que necesita nuestro sistema sanitario.

  • TAGS