Acceder a una plaza de psicólogo interno residente (PIR) es la aventura más difícil de los futuros profesionales sanitarios. Nada menos que un 95% de los candidatos que aprobaron el examen se han quedado sin plaza. Solamente 128 elegidos han podido optar por un puesto en las cotizadísimas unidades de salud mental y en los dispositivos de psicología de la salud. En la convocatoria de este año ha habido más aspirantes (cerca de 4.000) y menos plazas disponibles (13) que en 2013. Algo más de 30 psicólogos han competido por una sola plaza, la mayor ratio de la sanidad, por encima de la que presentan Biología y Enfermería, inmediatas perseguidoras en este indeseado liderazgo de dificultad. El Consejo de Psicólogos no se cansa de repetir que las plazas PIR siguen siendo claramente insuficientes, pero de momento los planes de las comunidades autónomas no pasan por ampliar los recursos humanos de esta especialidad.
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