Vivimos días de preocupación e incertidumbre. El CoVid19 ha venido a sacarnos de la zona de confort, blindados como pensábamos por “el mejor sistema sanitario del mundo”. La pesadilla del CoVid19 hubiera parecido ciencia-ficción no hace mucho. Ahora el Sistema Sanitario está desbordado, a pesar del esfuerzo de sanitarios y servidores públicos.

Un confinamiento como el que vivimos da para mucho. Da para recordar, para comparar y ponernos al día sobre indicadores cercanos que nos haga comprensible esta situación.

El pasado año se publicó un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este informe indicaba que la esperanza de vida en España es la más alta de la UE con 83,4 años de media, seguidos de Italia con 83,1. Por el contrario el gasto sanitario Per Cápita de España, es menor que la media europea. Por detrás de Italia y ocupando el puesto 16 de esta clasificación. Tendencia que se acusó tras la crisis de 2009.

El apartado de profesionales es cuanto menos curioso. España tiene un elevado número de médicos por cada mil habitantes 3,9 frente a la media europea, 3,6. El desfase está en los enfermeros 5,7 frente a los 8,5. En este apartado empata con Italia.

Un indicador del informe hacía presagiar un grave problema en nuestro sistema sanitario, la oleada de superbacterias resistentes a antibióticos en España. Desde 2005 a 2015 el promedio de infecciones causadas por este tipo de bacterias había pasado del 14 por ciento al 18 por ciento y apunta a seguir creciendo en el próximo decenio. En esta clasificación España ocupa el lugar 22.

Uno de los frentes del informe invita a avanzar en la descontaminación, desinfección, limpieza y esterilización de los ambientes y equipamientos hospitalarios. Este paquete de medidas podría evitar 1.400 muertos y 123 millones de euros anuales.

El sistema de salud de España no estaba preparado para el coronavirus


Alguien puede pensar que virus y bacterias son distintos. Es cierto, pero como gérmenes patógenos, pueden encontrar el camino del contagio. Como se deduce del informe y de todos conocido, los centros sanitarios son lugar a priori de transmisión. El sistema no estaba en condiciones de afrontar esta pandemia y garantizar la seguridad para los ciudadanos. Tampoco a los sanitarios y el resto de servidores públicos y privados que de momento hacen posible con su entrega contener este desastre.


"Veíamos lo que ocurría en Italia. La similitud de indicadores de salud era bien conocida. ¿Cómo se puede entender todo este despropósito y no tener previsto y debidamente aprovisionados todos los centros sanitarios?"


Llegados a este punto la reflexión viene sola. Todos sabíamos lo que pasaba en China. Cerca tenemos Italia con sus casos y defunciones. Desde que apareció el primer caso de coronavirus en España hasta la declaración del estado de Alerta, pasaron 280 casos positivos y lo que es peor 3 muertos. Sin entrar en otras consideraciones de orden público y movimientos de ciudadanos, antes del 8-M se habían dado instrucciones para que el personal sanitario no acudiera a jornadas, congresos, cursos, seminarios, etc. ¿Cómo se puede entender esta instrucción?

Veíamos lo que ocurría en Italia. La similitud de indicadores de salud era bien conocida. España con una población más envejecida, un sistema sanitario como menos recursos económicos y las mismas carencias de enfermeras que Italia. ¿cómo se puede entender todo este despropósito y no tener previsto y debidamente aprovisionados todos los centros sanitarios? ¿Cómo se puede enviar sanitarios a la lucha contra un germen tan altamente contagioso y peligroso sin mascarillas, sin guantes o con bolsas de basura como delantales improvisados o carpetas de plástico como mascaras? ¿Cómo no se han prevenido los focos de alto riesgo como las residencias de mayores?

Las enfermeras dan los cuidados a los contagiados por coronavirus


Esta crisis pasará, muchos cayeron o caerán en ella. Quedarán las heridas físicas y psíquicas de quienes tuvieron la pérdida de un ser querido o lucharon con todas sus fuerzas por la contención.

Las carencias ya las conocemos todos. Los que seguramente no son capaces de tener al dia el botiquín de su casa, nos han llevado a este cataclismo por su falta de planificación en la crisis sanitaria. Quienes están en el frente diario lo hacen con humildad, compromiso y sentido común. Tres virtudes sociales que nuestros políticos y políticas aún no han demostrado y va a ser difícil que lo demuestren. No han tenido ningún pudor en contradecirse, intentar sacar rédito político y negar datos que eran evidentes. ¿Vamos a seguir escuchando a los políticos decir que tenemos el mejor sistema sanitario?

Un sistema sanitario no es mejor por tener muchos médicos. Pero es necesario que los profesionales que lo integran desarrollen las competencias y responsabilidades que los avances de la ciencia hacen necesarias y no las que interesan a lobbies y políticos de turno. Los contagiados de esta crisis tienen un común denominador, todos necesitan cuidados. Esos cuidados deben de dirigirlos, planificarlos y administrarlos las enfermeras. Creo que sobran políticos y faltan enfermeras. Empecemos por ahí.