La tecnología ha permitido que la cirugía de la obesidad (también llamada cirugía bariátrica) alcance un nivel de seguridad muy elevado. Esto, junto a unas tasas de éxito que superan el 90%, ha provocado que cada vez más pacientes con obesidad mórbida se interesen por esta técnica como solución a su realidad clínica. Una situación que se estima que afecta a entre el 3 y el 4% de la población actual y que, muy a nuestro pesar, va en aumento. Paralelamente, el mejor conocimiento de la fisiopatología de la obesidad y sus consecuencias ha permitido conocer la utilidad de los cambios anatómicos y funcionales del aparato digestivo sobre el control de ciertas hormonas y del metabolismo intermediario. Por ello las indicaciones de la cirugía se han ampliado a casos más leves en cuanto a peso, pero severos en cuanto a comorbilidades.

Las técnicas quirúrgicas de la cirugía bariátrica buscan disminuir el peso corporal actuando sobre el tubo digestivo, por lo que inicialmente no incluyen los procedimientos dirigidos a remover la grasa corporal, que solo se hará con fines estéticos al final del tratamiento. En la actualidad, el procedimiento que más éxitos proporciona es el llamado bypass gástrico, aunque el desarrollo extraordinario de esta especialidad nos llevará a rápidos e importantes cambios.

Hay que tener en cuenta, además, que esta patología viene acompañada de otras complicaciones de tipo respiratorio o metabólico, como son la diabetes,  la hipertensión o el síndrome de apnea del sueño. En este sentido, la cirugía también ha demostrado ser un instrumento muy potente, ya que en algunos casos, como el de la diabetes tipo 2 asociada a obesidad, puede suponer la remisión de la enfermedad.

Pero la concurrencia de varias enfermedades también significa que la obesidad mórbida debe ser tratada de forma multidisciplinar y teniendo en cuenta a muchos profesionales. Precisamente, con el fin de dar a los pacientes una respuesta integral y eficiente, desde el grupo IDCsalud hemos puesto en marcha la Unidad Multidisciplinar de Obesidad Mórbida, coordinada por los departamentos de Endocrinología y Cirugía. Esta unidad está integrada por más de 50 profesionales de los hospitales universitarios Rey Juan Carlos, Infanta Elena y la Fundación Jiménez Díaz de las diferentes disciplinas, desde endocrinos, cirujanos o neumólogos hasta rehabilitadores, fisioterapeutas, psiquiatras, intensivistas o anestesistas, entre otros.

La decisión de ser un equipo multidisciplinar no es aleatoria: son muchos los estudios que han demostrado la eficacia de estos grupos profesionales para el éxito del tratamiento de la cirugía. Así, cada especialista cumple un papel muy importante para que el paciente logre su objetivo. Por ejemplo, Psiquiatría es una pieza fundamental en la preparación pre y post cirugía, porque el cambio que produce la intervención en el paciente afecta tanto a la percepción de sí mismo como a las conductas en torno a los hábitos de vida. Igualmente, necesitamos contar con rehabilitadores que entrenen al paciente en fisiología respiratoria para minimizar la comorbilidad respiratoria. También con nutricionistas y expertos en actividad física, porque tras el tratamiento, la persona deberá reinsertarse a una vida activa, que, según muestra la experiencia clínica, es el mayor marcador de éxito para mantener el peso perdido con la técnica quirúrgica.

Para poder dar respuesta a la ya mencionada y cada vez mayor demanda, esta nueva unidad superespecializada está formada por un dispositivo asistencial que nos permitirá duplicar el número de cirugías de la obesidad y realizar hasta 300 intervenciones al año entre los hospitales madrileños Rey Juan Carlos (Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y Fundación Jiménez Díaz (Madrid). Pero la ventaja no sólo radica en el número de cirugías, lo más importante es que una unidad interhospitalaria representa un protocolo común para los tres hospitales con estándares homogéneos y, por tanto, con garantía de que el paciente obtendrá la decisión médica más óptima y segura para su situación.

Sin duda, nuestro objetivo es que esta unidad constituya un proyecto de mejora continua real, que cada caso individual suponga un paso más en investigación y experiencia para el tratamiento de los siguientes pacientes y que los instrumentos de medida y evaluación adoptados nos permitan detectar aquellos aspectos susceptibles de mejora y aplicar soluciones.

En definitiva, se trata de poner a disposición de la salud del paciente con obesidad mórbida toda la tecnología, la investigación y el conocimiento superespecializado que desde IDCsalud podemos aportar. Y hacerlo, además, de una forma eficiente para poder responder a más personas que quieren mejorar su calidad de vida.

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