En las últimas semanas, nuestros profesionales han tenido la oportunidad de recoger distintos premios y reconocimientos como el Servicio de Pediatría de Vinalopo Salud por su humanización por parte de la Fundación Atresmedia; al equipo de Atención Primaria de Torrevieja Salud y al mejor talento joven del Vinalopo por el Colegio de Enfermería de Alicante; a los servicios de Radiología de Vinalopo y Torrevieja por la SERAM; a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Torrejón por su proyecto de humanización en los Hospitales Optimistas, donde también se reconoció a Helena Diaz, jefa de Psiquiatría del hospital de Torrejón, a Carme Prieto de la Unidad de Cuidados Intensivos de Vinalopo y a Manuel García, secretario de la Dirección de Enfermería del Vinalopo.

Extraordinarios momentos para reconocer la labor de nuestros equipos, de nuestras personas que día a día dan lo mejor de sí mismos para prestar el mejor servicio de salud a nuestros ciudadanos. Hechos que nos ayudan a seguir avanzando en el camino de la excelencia y que demuestran que nuestros profesionales son nuestro mejor activo.

No menos importante, también la semana pasada tuvimos la oportunidad de firmar dos significativos Acuerdos con los representantes legales de los trabajadores y trabajadoras del Hospital Universitario de Torrejón.

El primero, para adaptar jornadas y turnos de trabajo para los profesionales de distintos servicios del Hospital. Una demanda por parte de nuestros empleados y empleadas para poder adaptar mejor su tiempo de trabajo a su vida personal y familiar. Algo que en cualquier hospital conlleva una alta complejidad al tener que prestar servicios 24 horas por 365 días al año y en los que se debe garantizar la atención adecuada a los usuarios.

El segundo, un Acuerdo de suma relevancia en el tratamiento y regulación de la atención continuada en nuestro Hospital que afecta a personal facultativo médico y de enfermería. Un vacío legal que existe en los hospitales privados de la Comunidad de Madrid que se rigen por el Convenio Colectivo de Sanidad Privada de aplicación en la Comunidad. Pero también, incluyendo y regulando, por ejemplo, las guardias localizadas, que en ciertos aspectos no encuentra referencia tampoco en el Estatuto Marco de aplicación al personal estatutario y que sirve de base también al sector privado para cuando existe vacío normativo.

Entre otros aspectos, se ha regulado la jornada máxima anual, distinguiendo entre jornada ordinaria y complementaria, el computo como jornada ordinaria de las primeras 7 horas de descanso en la libranza correspondiente tras el turno de guardia, el derecho a libranza también cuando la guardia se realiza en sábado, así como la transformación en jornada presencial en el caso de guardias localizadas en las que se superen el 20% de estas horas en el centro de trabajo.

Me parece importante resaltar el momento en el que se firman sendos acuerdos. En plena vorágine para implantar por parte de las empresas y más en concreto desde las direcciones de personal, dos de los temas de “moda” en las relaciones laborales de este país:

1) El más que debatido Real Decreto Ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo, sobre la obligación de registrar la jornada diaria en las empresas, algo que no solo está siendo un quebradero de cabeza para muchas empresas por los sistemas y procedimientos que hay que implantar, sino también, y para mí, más importante, porque ha abierto en muchos casos el debate de lo que se considera tiempo efectivo de trabajo;

2) Y el Real Decreto-Ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación sobre el derecho de los profesionales para adaptar sus horarios y jornadas de trabajo a su vida personal y familiar para fomentar la conciliación, sin necesidad de solicitar reducciones de jornada, y por lo tanto, sin merma retributiva.

Ambos acuerdos respetan, como no puede ser de otra forma, la regulación laboral vigente, pero, además, impulsan los propósitos de las dos medidas estrella del presente año señaladas anteriormente, en relación al control de la precariedad laboral y la garantía de la igualdad de oportunidades y la conciliación laboral, desde el consenso interno y considerando las particularidades específicas, en este caso, de nuestra organización, algo que en muchas ocasiones se nos pasa por alto.

Y además, en un momento complejo, con importantes retos globales y locales para el sector salud. Envejecimiento de la población, escasez de profesionales, sostenibilidad del sistema, concentración del sector privado, nuevos paradigmas relacionados con la transformación digital también en el sector salud, etc. Sin olvidarnos, como no, del maltrecho y aburrido debate, casi siempre “político”, de la prestación sanitaria pública o privada del SNS.

Desde el punto de vista de la gestión de personas, un momento en el que, o somos capaces de tener la humildad y empatía suficiente para saber lo que demandan nuestros profesionales para poder darles respuesta, o difícilmente seremos capaces de construir relaciones de compromiso a largo plazo. No solo es dinero, no solo es jornada, no solo es flexibilidad. Es todo a la vez, siendo capaces de ofrecer planes o condiciones individualizadas para cada persona que forma parte de la organización sin perder nuestras raíces: nuestra cultura y valores como organización, centrados en el paciente, en sus familiares, en los ciudadanos, trabajando cada día para mejorar su salud y bienestar.

Quiero agradecer especialmente la buena predisposición, el talante y el compromiso de todos y cada uno de los miembros del Comité de Empresa de Torrejón Salud para trabajar, negociar y alcanzar estos acuerdos. Los representantes de SATSE, AMYTS, CCOO, UGT, CSIF y USAE del Hospital que han centrado sus esfuerzos en mejorar las condiciones laborales de sus compañeros y compañeras, desde el entendimiento, la buena voluntad y la confianza demostrada durante todo el proceso negociador. Y haberlo hecho pese a todos los “vientos en contra” que desde otros lugares y ámbitos les han intentado trasmitir y con ello, influir. Otros que prefieren centrarse en la discusión absurda sobre lo malo que es todo lo que no se gestiona a través de la administración pública directamente, en lugar de centrarse en:

1) mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, los unos;

2) trabajar para poner remedio a los problemas endémicos de la sanidad pública en este país (listas de espera, fuga y escasez de profesionales, …), los otros;

3) garantizar la sostenibilidad de nuestro excelente sistema sanitario, entre todos.

Desde Ribera Salud, nos sentimos orgullosos de los reconocimientos obtenidos en estas últimas semanas, pero también de los acuerdos alcanzados, a través de los que hemos podido encontrar puntos de consenso para atender las necesidades de nuestros profesionales y reconocer su esfuerzo e implicación, al tiempo que logramos garantizar un servicio de salud excelente y sostenible. Con este propósito, seguiremos trabajando.

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