El consejero de salud vasco avisa de que no hay profesionales que quieran dedicarse en exclusiva a hacer este tipo de intervenciones



2 dic. 2015 18:34H
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Jon Darpón.

Redacción. Vitoria
El consejero vasco de Salud, Jon Darpón, ha reconocido este miércoles la "dificultad" de llevar a cabo abortos en Osakidetza porque "no hay profesionales que quieran dedicarse en exclusiva" a hacer este tipo de intervenciones. "Cuando se distribuyen horizontalmente las interrupciones voluntarias del embarazo entre todos los miembros de los servicios de ginecología hay un volumen muy importante de gente que alega motivos éticos para no hacerlo", ha explicado.

Darpón ha realizado estas declaraciones ante la Comisión de Salud y Consumo del Parlamento vasco, en respuesta a una pregunta formulada por la parlamentaria de EH Bildu, Rebeka Ubera, sobre las razones por las que se practican más abortos en clínicas privadas que en los hospitales de Osakidetza.

Ubera ha mostrado su "perplejidad" ante los datos registrados en 2014 cuando se practicaron en Euskadi más de 3.000 interrupciones voluntarias de embarazo, de las que solo 551 se realizaron dentro del sistema público.

En este sentido, ha explicado que el departamento de Salud del Gobierno vasco destinó el año pasado más de 600.000 euros a este fin, por lo que considera "incomprendibles" estas derivaciones a los servicios privados "si se tienen en cuenta criterios de economía y de calidad".

Darpón ha recordado que la interrupción voluntaria del embarazo está regulada por una ley que considera legal su práctica si se realiza en las 14 primeras semanas de gestación o durante todo el periodo si se practica por causas médicas.

Tras reconocer que en los centros privados se practican más intervenciones que en los hospitales de Osakidetza, ha destacado que en estos últimos se deben llevar a cabo las interrupciones que "requieren de una hospitalización y tienen mayor complejidad".Darpón ha reconocido que es "difícil" llevar a cabo este tipo de operaciones en Osakidetza "fundamentalmente porque no hay profesionales que quieran dedicarse en exclusiva a hacer un equipo de interrupción voluntaria del embarazo".

Dedicación exclusiva

Darpón ha reconocido que es "difícil" llevar a cabo este tipo de operaciones en Osakidetza "fundamentalmente porque no hay profesionales que quieran dedicarse en exclusiva a hacer un equipo de interrupción voluntaria del embarazo".

"Cuando se distribuyen horizontalmente las interrupciones voluntarias del embarazo entre todos los miembros de los servicios de ginecología, hay un volumen muy importante de gente que alega motivos éticos para no hacerlo", ha detallado.

No obstante, ha destacado que las intervenciones que se hacen en las clínicas privadas son de "bajo riesgo", ya que se practican con técnicas "sencillas" sin necesidad de contar con "instalaciones complejas".


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