La Revista

Myriam Medina, médica y Adelheid Schmid, enfermera, recuerdan incertidumbre y desconocimiento ante el virus

La 'reacción sanitaria' al primer paciente Covid en España: "Pasamos miedo"
Adelheid Schmid y Myriam Medina, junto a los dos técnicos de ambulancia.


3 feb. 2021 10:40H
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El pasado 31 de enero de 2020 se confirmó el primer paciente de coronavirus en España, uno de los cinco pacientes alemanes que presentaron síntomas y habían estado en contacto estrecho con un paciente diagnosticado con el virus de Wuhan. Myriam Medina, médica, y Adelheid Schmid, enfermera, fueron las encargadas de realizar la asistencia en domicilio a estos turistas, justo antes de aislarlos en el Hospital Virgen de Guadalupe de La Gomera.

Ambas sanitarias de Atención Primaria del Centro de Salud de Hermigua, coinciden en el miedo y en la incertidumbre con la que se enfrentaron al SARS-CoV-2 sin tener apenas conocimientos sobre el mismo.

"Sabíamos de Wuhan por las noticias, pero lo veíamos muy lejos. Pensabamos que eso no nos iba a llegar, nos sentíamos muy protegidas al estar en la isla", explica Myriam por teléfono a Redacción Médica. Por ello, esta facultativa se sorprendió al recibir la llamada y, aunque días antes recibió por WhatsApp el protocolo publicado por el Ministerio de Sanidad tuvo que volver a releerlo para saber con seguridad qué valorar, además, "no sabía realmente luego como proceder ni a quién debía comunicarlo".

Una vez que controlaron a los pacientes, trasladaron a cinco de ellos al hospital en ambulacia por tener décimas de fiebre para realizarles una PCR. "En el hospital no había aún circuitos Covid, ni sabíamos que hacer con los EPI. Además, se tuvieron que llevar las muestras al Instituto Carlos III para saber el resultado. Esto fue complicado, porque en los aviones no las querían transportar", explica Myriam.

Medina reconoce que lo más complicado fue "manejar la sorpresa y la incertidumbre", además de controlar el miedo. "Ese sentimiento lo que hace es bloquearte y cometer errores, entonces tuve que parar y pensar qué vamos hacer. Lo más importante fue la comunicación con Adela y con los pacientes". Y es que contar con Adelheid Schmid, a la que sus compañeros han "españolizado" el nombre, fue fundamental para garantizar una comunicación adecuada en alemán con los pacientes.

Desconocimiento ante el Covid-19


"El miedo hace bloquearte y cometer errores, entonces tuve que parar y pensar qué vamos hacer"



Al igual que Myriam, esta enfermera no esperaba atender un contagio de Covid-19. Cuenta a Redacción Médica cómo el día de antes pensó que no le iba a tocar, ya que "en una isla está todo siempre tranquilo". Veía tan pocas probabilidades que incluso, llegó a pensar que era un simulacro.

"Después, sentí miedo", confiesa, y recuerda la incertidumbre que había incluso con el riesgo de contagio. "Se decía que había que mantener dos metros de distancia por seguridad, pero también escuche que eran siete", expresa, "Además no se sabía practicamente nada del virus, y ese desconocimiento provocaba miedo. Pensé en mis hijos... luego ya formamos equipo y el apoyo entre todos ayudó".

Adelheid explica que la última vez que se había puesto un EPI fue cuando practicaron los protocolos del ébola, y esta ocasión era "la primera real". De hecho, utilizaron los trajes de protección que tenían guardados de esa anterior crisis sanitaria.

Control de los pacientes


Myriam realizó el seguimiento médico de los pacientes que dieron negativo, y que mantuvieron la cuarentena en el apartamento que habían alquilado para pasar sus vacaciones en La Gomera. El objetivo era llevar un control por si manifestaban de nuevo síntomas. Apoyada desde el punto administrativo y comunicativo por Adelheid.

En este sentido, esta enfermera explica que, aunque compartían idioma, la inquietud era mutúa y los pacientes también recibían información desde Alemania, donde el protocolo a seguir fue diferente. Los contactos estrechos del 'paciente cero' alemán estaban controlados, pero sí podían salir de su domicilio, por ejemplo. A su vez, recuerda que se montó "un hervidero" por la prensa alrededor del hospital y de su apartamento. Además, la población estaba nerviosa.

No obstante, ambas sanitarias coinciden en que fue una experiencia enriquecedora. Myriam considera que este primer enfrentamiento al coronavirus le ha servido mucho, a pesar de que en su municipio no haya habido prácticamente casos. "Nos hemos tenido que ir  adaptándonos a los recursos cada vez mayores en cuanto a materiales, herramientas diagnósticas y protocolos cada vez más actualizados que han permitido un mayor conocimiento y mejor manejo de la enfermedad", apunta esta facultativa.
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