El decano de la Facultad de Enfermería de Gijón, Fernando Alonso Pérez.
Las grisáceas torres del
Hospital Universitario de Cabueñes recortan la panorámica de
Gijón. La posición del centro sanitario escapa de cualquier duda entre los barrios de casas bajas que componen la franja oriental de la ciudad asturiana. Su ubicación no es ningún misterio para los pacientes que día a día se acercan a sus instalaciones, ni tampoco para los centenares de profesionales que trabajan en sus dependencias. Más complicado es localizar
la Facultad de Enfermería. La institución se encuentra a la sombra del hospital, en un edificio bajo de una tonalidad similar al gigante al que escolta. Un compañero, cuyo envoltorio estaba ideado para dar cabida a la formación de las enfermeras. Y es que Cabueñes nació en la residencia de la Seguridad Social 'José Gómez Sabugo' -focalizada en Maternidad y Pediatría-, lugar en el que se fundó la Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios (ATS) en 1975.
50 años desde que la urbe norteña cuenta con estudios enfermeros.
"La aparición de la Escuela de ATS Femeninos de la Residencia José Gómez Sabugo marca el inicio de la formación enfermera en Gijón", ha señalado el decano de la Facultad de Enfermería, Fernando Alonso Pérez, a
Redacción Médica. Una efeméride que tienen previsto celebrar con
la presentación de un logo conmemorativo, además de un programa de eventos que arrancará con el inicio del próximo curso académico en septiembre. Desde una exposición de material sanitario histórico hasta actividades de interés cultural. "Nuestro objetivo es que no sea únicamente un homenaje al pasado, sino también una oportunidad para proyectarnos hacia el futuro", ha agregado.
En total, cinco décadas de historia, aunque de gran movimiento. Y es que poco después de inaugurarse la Escuela de ATS, los estudios saldrían de la residencia 'José Gómez Sabugo'. Eso sí, lo harían como mixtos, diplomatura y bajo la denominación de Enfermería, no ATS. Su sede a partir de 1978 estaría en
la Universidad Laboral y se adscribirían a la Universidad de Oviedo. No obstante, el plan era devolverlos al entorno de Cabueñes. Pasarían una temporada en el edificio de la Marina Civil, para más adelante colocarse en su actual ubicación a la vera del hospital.
Enfermería volvía a casa.
"Pese a los cambios, se ha mantenido la cultura propia del centro, basada en el liderazgo enfermero y la vinculación al sistema sanitario"
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Un trayecto en el que la formación ha pasado de recibir a 30 mujeres por curso a más de 300, incluidos varones. También han dependido de distintas manos, como el Instituto Nacional de Previsión o el Insalud hasta el Servicio de Salud del Principado (Sespa). 50 años en los que los estudios han evolucionado desde la diplomatura de tres hasta
el grado en Enfermería de cuatro años. Un salto acompañado por la renovación progresiva de las plantillas, la evolución tecnológica o la implantación de nuevos métodos docentes y materias. La Escuela se transformó en Facultad. "Pese a los cambios, se ha mantenido la cultura propia del centro, basada en el liderazgo enfermero y la vinculación histórica con el sistema sanitario", ha resaltado Alonso Pérez.
Aportación y futuro de la facultad
Gijón es 'ciudad enfermera' desde hace medio siglo. En total,
más de 2.600 profesionales han salido por las puertas de la Facultad, de las que cuales un volumen importante ha desarrollado su carrera laboral en la urbe y su área de influencia. "Ha permitido que numerosos jóvenes de la ciudad puedan formarse como profesionales de la salud sin tener que desplazarse a otras localidades. Esta accesibilidad ha favorecido no solo la igualdad de oportunidades, sino también el fortalecimiento del tejido social y sanitario local", ha aseverado Alonso Pérez.
Para mantener esta aportación, la facultad no puede detener su crecimiento. Así, se plantean
la revisión del plan de estudios, con la misión de responder a los “cambios sociales, las nuevas necesidades sanitarias y de cuidados, los avances tecnológicos y las transformaciones que vive el sistema sanitario”. Además, se pretende consolidar el centro con el impulso de metodologías activas como la simulación clínica, a la vez que se apuesta por
la investigación enfermera. Tampoco se descarta la incorporación de alguna nueva titulación, aunque cualquier nueva propuesta deberá complementar la oferta académica actual de la Universidad de Oviedo y así evitar duplicidades.
Retos de la facultad
Una hoja de ruta marcada por distintos desafíos. Al igual que sucede en el resto del sistema universitario, la Facultad de Enfermería de Gijón tiene
dificultades para encontrar docentes. "Creo que en nuestro grado se intensifican debido al acceso relativamente reciente al doctorado y a la trayectoria investigadora todavía incipiente", ha remarcado su decano. Asimismo, muchas egresadas no quieren circular el camino de la enseñanza, dada su rápida inserción laboral en el ámbito asistencial. "Se percibe como una senda larga y con pocos incentivos inmediatos", ha lamentado.
"No vemos la llegada de la privada como una amenaza"
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Un perfil profesional por el que tendrán que competir con
la educación privada. Y es que
Asturias está en el radar de la Universidad Europea, Antonio Nebrija y Alfonso X 'El Sabio', interesadas en abrir campus en Gijón, Avilés y Oviedo, respectivamente. Una serie de centros que se centrarán en las Ciencias de la Salud. Alonso Pérez
no está preocupado por su desembarque. "Defiendo la pública, pero no significa que estas instituciones no puedan tener su espacio, siempre que cumplan los requisitos exigibles de calidad. No vemos su llegada como una amenaza ni competencia directa. Al final, estamos muy consolidados y nuestra demanda supera con crecer la oferta de plazas disponibles", ha explicado. A pesar de todo, considera importante que se refuerce el número de titulados sanitarios ante la escasez existente de estos perfiles.
Promoción de la profesión
A su vez, otra de las labores del centro -y del conjunto de integrantes de la profesión enfermera- es impulsar el reconocimiento social de este sector. Y es que, si bien dichas sanitarias cuentan con el apoyo de la ciudadanía,
existe un importante desconocimiento sobre su trabajo. "No está lo suficientemente valorada ni se comprende todo su potencial", ha remarcado Alonso Pérez. "Vamos más allá de los cuidados, ya que tocamos también la prevención, la promoción de la salud o el liderazgo de equipos. Sin embargo, la imagen pública sigue centrada en una visión asistencial tradicional, vinculada principalmente al entorno hospitalario", ha continuado.
Una 'oscuridad' de la que se sale a base de impulso y visibilidad del trabajo enfermero. En este sentido, el decano ha afirmado que las instituciones
deben reforzar el liderazgo de estas profesionales, a la vez que avanza en el
desarrollo de competencias avanzadas, la consolidación de las especialidades, el fortalecimiento de la investigación en Enfermería y la promoción de su participación activa en la planificación y gestión de políticas de salud. "Hay que rediseñar las estructuras y funciones para aprovechar plenamente el potencial transformador de la enfermera", ha sentenciado. Y es que quedarse a la sombra nunca es buena idea.
Pasos que espera dar el colectivo y, junto a ella, su histórica representante en Gijón. Al igual que los dio en la transformación al grado. O la llegada de los hombres a la profesión. Quién sabe, tal vez un día mire a 'su compañero de vida' y
vea a una enfermera en su cima. Entonces, Enfermería habrá vuelto de forma completa a Cabueñes.
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