Alberto Martínez, consejero de Salud de Euskadi, acompañado de Gontzal Tamayo, viceconsejero de Salud y Transformación Digital, y Lore Bilbao, directora general de Osakidetza.
Mejorar la
tasa de supervivencia de las personas con cáncer y
mejorar la calidad de vida de pacientes y supervivientes a esta enfermedad es el principal objetivo que persigue el
Plan Oncológico Integral de Euskadi 2025-2030, presentado hoy por el consejero de Salud del Gobierno Vasco,
Alberto Martínez.
Para lograr este objetivo, el Plan priorizará el abordaje integral e integrado del cáncer en todas sus etapas, el avance en prevención y diagnóstico precoz, el
acceso universal, equitativo y humanizado a los recursos, la atención personalizada y los tratamientos avanzados e innovadores. Así lo ha subrayado Martínez en el desayuno informativo y la posterior presentación oficial que ha reunido en Bilbao a las cerca de 200 personas que han participado en la confección del plan.
Precisamente, el consejero ha destacado en su intervención esa amplia
participación que ha caracterizado todo el proceso de elaboración del documento: sobre todo, profesionales de
Osakidetza, pero también otros agentes implicados, además de personas con cáncer y asociaciones de pacientes, todas ellas presentes este viernes en el acto celebrado en la Torre BAT de la capital vizcaina.
Más de 140 acciones contra el cáncer
Muchas
de las 142 acciones contempladas en el Plan responden a peticiones de las y los propios pacientes, como
su no presencialidad en las consultas para evitar desplazamientos innecesarios, la planificación de futuras citas, o la potenciación de la comunicación con personal sanitario para resolver dudas y recibir apoyo y acompañamiento en todo el proceso. Al mismo tiempo, el documento da un paso más en la
continuidad de cuidados y la integración social, con acciones para facilitar el acceso a los recursos disponibles en el ámbito educativo, laboral o de los servicios sociales, o la rehabilitación a personas con cáncer hospitalizadas, entre otras.
En palabras del consejero de Salud, "
el nuevo plan no sólo da continuidad al camino iniciado por el anterior (2018-2023), sino que lo amplía y transforma, al incorporar una visión más ambiciosa, equitativa y centrada en las personas, priorizando la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la equidad en todas las fases del proceso oncológico, reforzando además la coordinación interinstitucional".
Alineado con Europa -en cuyas iniciativas Euskadi ha participado activamente- y con el Pacto Vasco de Salud -una de cuyas líneas estratégicas es precisamente la oncología como área prioritaria de salud-, este plan constituye el
instrumento estratégico del sistema de salud de Euskadi para abordar de forma integral una de las principales causas de mortalidad en el País Vasco: primera, en el caso de los hombres (33,8 por ciento) y segunda, en mujeres (22,3 por ciento).
Entre 2015 y 2019 se diagnosticó una media anual de 14.327 casos de cáncer, con una tendencia descendente desde 2012, gracias a los programas de cribado que el Departamento de Salud desarrolla. La
supervivencia a cinco años ha mejorado en la mayoría de los tumores, destacando el cáncer de mama (88 por ciento) y el de próstata (90 por ciento), aunque la mortalidad sigue siendo elevada en otros como el de pulmón y páncreas. En el caso del cáncer infantil, aunque representa el 1 por ciento del total, es la principal causa de muerte por enfermedad en menores de 15 años, con una supervivencia a 5 años del 80 por ciento, según datos del Departamento.
El Plan Oncológico Integral de Euskadi, al detalle
El consejero de Salud ha querido destacar la labor realizada en el marco del anterior plan, cuya implementación, con
más del 80 por ciento de sus objetivos cumplidos, ha permitido avanzar notablemente en la homogeneización de la atención, la creación de un modelo asistencial común y la mejora entre niveles asistenciales.
El nuevo
Plan Oncológico Integral de Euskadi 2025-2030 define 7 áreas prioritarias, donde se despliegan 142 actuaciones orientadas a la consecución de 35 objetivos. La primera área establece el fundamento ético y operativo del plan: una atención oncológica centrada en las personas, en línea con el modelo de humanización de Osakidetza. Es decir, cada individuo (paciente, cuidador, profesional o ciudadano/a) debe ser el eje vertebrador de todas las actuaciones del sistema, lo que significa ir más allá de lo meramente clínico e integrar lo emocional, social, cultural y espiritual.
El objetivo de esta hoja de ruta, además, es garantizar
un modelo de atención equitativo, eficiente y de calidad, basado en la coordinación entre todos los niveles asistenciales, que disponga de rutas asistenciales específicas e incorpore la investigación oncológica. Pero también busca empoderar a la ciudadanía y transformar los entornos para reducir la exposición a factores de riesgo y fomentar estilos de vida saludables, actuando tanto en el ámbito individual como el que atañe a las políticas públicas. Todo ello,
desde un enfoque anticipatorio, basado en la evidencia y orientado a mejorar la calidad de vida, reducir las desigualdades y garantizar la sostenibilidad del sistema.
La detección precoz del cáncer y la atención integral son
dos de los pilares fundamentales del plan, basado en la mejora de los resultados en salud. Eso sí, la investigación y la innovación juegan un gran papel en el documento, con especial énfasis en la medicina de precisión personalizada y las terapias avanzadas.
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